Patrimonio de Granada

El papiro misterioso de los baños árabes de La Zubia

¿Qué era eso? ¿Quién lo había colocado ahí? Preguntas a las que nadie ha sido capaz de dar aún una respuesta verosímil.Y no será por que la asociación Al-Zawiya, dedicada a la investigación y difusión del patrimonio de La Zubia, haya escatimado esfuerzos para descifrar el enigma. Por lo pronto, el hallazgo ha sido estudiado por expertos como AlbertoMartín Quirantes, que se ha encargado de analizar el texto en profundidad.

La transcripción dice lo siguiente: «Señor Segura, respecto de estar conbenido con el Conbento de Nuestra Señora del Carmen no ponga Vuestra Merced ni el alguacil mayor embarazo en que el Padre Fray Agustín ponga cobro a sus frutos pagando lo causado en el recoximiento hasta ahora y siempre a Vuestra Merced. Granada, julio 1 de 1738. De Vuestra Merced».

Según el estudio realizado por Alberto Martín, estamos ante una 'carta corta' –un billete– que está fechado en Granada y no en La Zubia, «donde ningún convento del Carmen tenía propiedades o, al menos, no aparecen en el Catastro del Marqués de la Ensenada, datado veinte años después, en 1571». «Sí que las tenía, y muy cercanas –agrega– a los Baños Árabes de La Zubia, el granadino monasterio de la Encarnación, situado aún en la calle San Jerónimo, adscrito a las franciscanas clarisas». Tampoco queda claro a qué Convento del Carmen se refiere habida cuenta de que en la provincia hubo dos, uno en la capital, sede del Ayuntamiento, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Cabeza, y otro en Alhama de Granada, en parte también dedicado hoy a casa consitorial. «La mención a un casi anónimo padre Fray Agustín tampoco ayuda».

Según Alberto Martín, los porqués de que el papel fuera retorcido, plegado y metido en un muro, «solo pueden explicarlo conjeturas referidas al momento en que se estaba realizando alguna reparación en los Baños». «Lo cierto –concluye– es que por ahora los datos no permiten atisbar mucho más». No se apunta nada respecto a qué intenciones tenía quien puso ahí ese documento, aunque sí resulta evidente que buscaba algo. ¿Un acertijo? ¿Un juego? ¿Un jeroglífico? ¿Afán de trascendencia?

Carlos Salazar, profesor de Botánica de la Universidad de Jaén, ha sido el encargado de examinar los restos vegetales, que han llegado hasta nuestros días en buen estado. «Se trata de una mezcla de hojas, tallos, flores, estambres y una semilla que en la mayoría de los casos no guardan relación entre sí, al estar fragmentados y sueltos». ¿Flora autóctona? «Ha resultado difícil adscribir estos materiales a algo conocido como vegetación de la zona», dice Salazar. «Se han aislado –añade– hasta diecinieve muestras diferenciables, algunas muy similares, que podrían corresponder al menos a catorce especies».

«De considerar aproximada la identificación, lo que predominarían serían hojas de una leguminosa similar al palodul y de jarillas», comenta.También de hasta tres gramíneas, lo que sugiere una recolección sin ningún criterio o atisbar una finalidad concreta.

Los Baños Árabes de La Zubia, rehabilitados por el Ayuntamiento el año pasado con un presupuesto de 450.000 euros, fueron erigidos a mediados del siglo XIV, coincidiendo con la última dinastía nazarí. La Zubia no era por aquel entonces una medina, sino una aglomeración de pequeñas alquerías, según relata Ibn al-Jatib. Al Zawiya significa 'lugar de retiro espiritual'.

Los Baños Árabes de La Zubia, cuya puesta en valor contempla un centro de interpretación y la musealización de las termas, no se sabe si fueron públicos o privados, aunque por su tamaño «habría un movimiento constante», asegura Antonio Buendía, presidente de la asociación Al Zawiya. Una teoría, que su uso no fuera exclusivo, que se refuerza por el gran tamaño de la caldera. Estamos hablando, además, de una zona de paso. Había un horario para los hombres y otro para las mujeres –los turnos se diferenciaban colocando señales en la puerta–. Se estructuraban en una sala fría donde había también una pequeña tienda donde se proporcionaban los zuecos, las toallas y los aceites. El complejo se completaba con una sala templada y otra caliente dotadas con lucernarios.

Los Baños Árabes mantuvieron su función primigenia durante dos siglos. Después fueron almacén y acuertelamiento para las tropas francesas, gallinero y vivienda.

La historia de La Zubia no se entendería sin sus baños árabes. Unos baños árabes donde aún quedan algunas incógnitas por despejar. Como la un papiro que alguien escondió en una de sus paredes en 1738.