Las obras del Museo de Bellas Artes de Granada incautadas por el franquismo

En el caso de que se demostrara que la entrada en las colecciones del Prado no hubiera sido legítima, este, «cumpliendo todos los requisitos legales, procedería a su devolución a sus legítimos dueños». Por este motivo se ha creado una comisión de investigación que pretende aclarar cualquier duda sobre un asunto tan sensible. Al frente de ella está el catedrático y experto en patrimonio y Guerra Civil, Arturo Colorado.

Realmente, las piezas 'polémicas' no son tan solo las dos referidas unas líneas más arriba, sino tres. Además de 'Virgen con santos' y 'Virgen con santos y ángeles', ambas del granadino Pedro Atanasio Bocanegra –la primera se guarda en Nuevos Museos y la segunda sí está expuesta en la sala número tres del Museo de Bellas Artes, dedicada a los seguidores de Alonso Cano–, hay una tercera. Se trata de 'Romería andaluza', de mucho menos valor que los dos de Bocanegra. Este lienzo está datado en 1851 y su autoría corresponde a un señor –o señora– del que se sabe bien poco. Tan solo que se llamaba B. de Martín. La resolución de depósito está firmada el 16 de mayo de 1958.

Según el director del Museo de Bellas Artes de Granada, Ricardo Tenorio, hay mucha información que permite conocer dónde estaban estas pinturas antes de que alguien decidiera que tenían que pasar a propiedad del Prado. Las de Bocanegra colgaban, una enfrente de la otra, de los muros del Convento de la Inmaculada Concepción de las Mercedarias Descalzas, más conocido como el Convento de las Góngoras, que se ubica en el barrio de Chueca de Madrid. De ahí se los llevaron en 1942 –o posiblemente antes–. 'Romería andaluza' pertenecía a la Confederación Nacional del Trabajo y llegó en 1937 al Prado, que primero lo envió al Museo de Arte Moderno y desde ahí, al Museo de Bellas Artes Granada –también se halla en sus almacenes–.

¿Quiénes están detrás de la operación? La nomenclatura no es baladí. 'Romería andaluza' fue requisado al sindicato CNT por la Junta de Incautación,Protección y Salvamento del Patrimonio Artístico Nacional, un ente creado en 1936 por el Gobierno de la República para salvaguardar el patrimonio que se estaba destruyendo durante la Guerra Civil. Los dos de Bocanegra fueron expropiados, sin embargo, por el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, una institución creada por los sublevados en 1938 que sustituía a la Junta de Incautación y que se mantuvo durante el Régimen con un cometido, en teoría, similar: proteger.La incógnita por despejar es ¿por qué se llevaron algo de un convento donde, en teoría, en 1944 –implantada ya la dictadura franquista–, no había ningún peligro de destrucción?

Todo esto es lo que deberá abordar la comisión constituida por el Prado. ¿Cómo se desarrolló el proceso? Y es que no hablamos tan solo de esclarecer la trazabilidad de estos dos Bocanegra y el B. de Martín que tutela el Museo de Bellas Artes de Granada, sino de otras 59 piezas más que acabaron en el Prado incautadas hasta 1937 por la Junta de Incautación, Protección y Salvamento del Patrimonio Artístico Nacional, y a partir de 1938 por el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional –hay dos más de la iglesia de Yepes que el Prado se quedó en compensación–.

Analicemos los Bocanegra con una de las personas que más sabe de ellos, Ricardo Tenorio, máximo responsable desde hace veinte años del Museo de Bellas Artes de Granada. 'Virgen con santos' está en el almacén número uno del edificio de Nuevos Museos –no se exhibe al público–. Muestra a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos sobre un trono de nubes. También se observa el Espíritu Santo y una representación evanescente del Padre Eterno, por lo que se completa el triángulo de la Santísima Trinidad. La Virgen está rodeada de todo tipo de ángeles.Desde querubines hasta los arcángeles San Miguel ySan Gabriel. También aparecen padres de la Iglesia como San Jerónimo, San Ambrosio y San Pedro de Verona con el hacha en la cabeza.

'Virgen con santos y ángeles', que sí se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes, tiene una temática similar, aunque la Virgen está adorada por personajes femeninos. Está dividido en tres partes. La Virgen, en el centro. El tercio izquierdo está ocupado por mujeres de la Iglesia como Santa Inés y su cordero,Santa Catalina con la rueda o Santa Úrsula con la flecha. A la derecha están anacoretas como SantaMaría Egipcíaca con los tres panes.

Los dos cuadros de Bocanegra son de grandes dimensiones (3,20 metros de ancho por 1,8 metros de alto). La composición es barroca, basada en diagonales. «En ambos casos –explica Ricardo Tenorio– el estado de conservación es óptimo». Los soportes, bastidores de expansión, están en perfecto estado y las telas mantienen un buen aparejo. No presentan deformaciones, ni troquelados, ni embolsamientos, ni escamas.

Respecto al autor, Pedro Atanasio Bocanegra, nacido en Granada en 1638, estudió con Miguel Jerónimo de Cieza y posteriormente aprendió del gran Alonso Cano. Tuvo un taller en el Albaicín. Sus primeras obras conocidas están fechadas en 1663 y llegó a ser pintor de la Catedral de Granada –tuvo un estudio en la torre del templo–. Mantuvo rivalidad con Juan de Sevilla.Tras un breve paso por Sevilla se instaló en Madrid, donde ostentó el título de 'Pintor del rey' Felipe IV.Era muy soberbio y tuvo enfrentamientos con otros artistas de la Corte. Allí, en Madrid, hizo 'Virgen con santos' y 'Virgen con santos y ángeles'. El Museo de Bellas Artes atesora un total de 36 óleos de Bocanegra.

En referencia a 'Romería andaluza', poco que añadir. No tiene ningún valor artístico destacable. Se enmarcara dentro del romanticismo andaluz del siglo XIX. Estamos ante la típica escena, en este caso la Romería de Torrijos, que se ponía para decorar las casas burguesas. Se ve gente de distintas clases sociales –menos pobres– comiendo, bebiendo y bailando unas seguidillas.Está un poco amarillento por el efecto del paso del tiempo sobre los barnices.

El arte es belleza, emoción y expresión estética. Pero también enigmas. Enigmas que, por justicia poética, antes o después tienen que desvelarse.