La nueva Catedral de Granada
La retirada parcial del andamio deja a la vista la espectacular restauración de la torre, que ha recuperado el aspecto de hace 500 años
El desmontaje del primer tramo del andamio está permitiendo el descubrimiento de una Catedral inédita. Como nunca antes la habíamos visto. La costra negra provocada ... por el tráfico rodado –Granada es la tercera ciudad más contaminada de España– y el hollín de las calefacciones había emborronado el auténtico color de la piedra, calcarenita bioplástica extraída de las minas de Santa Pudia, en Escúzar. Tras seis meses de trabajo por parte del equipo de restauración de Julia Ramos, la roca ha recuperado su precioso color dorado. Si está en la plaza de las Pasiegas o en alguna de las calles adyacentes, no tiene más que alzar la mirada y disfrutar del espectáculo. Si no, puede fijarse en la foto principal con la que se ilustra este reportaje, tomada a cuarenta y siete metros de altura, a pocos centímetros de la pared. Sencillamente espectacular.
Publicidad
Aún queda mucho tajo por delante. Por ahora tan solo se han desarmado 10 de los 57 metros de estructura metálica que forran la atalaya por los cuatro flancos –cuatro mil metros cuadrados y once mil kilogramos de hierro–. Pero es más que suficiente para hacernos una idea de cuál será el resultado final.
Ver 15 fotos
Esa pátina grisácea generada durante siglos es una de las múltiples consecuencias de la acción corrosiva del anhídrido carbónico sobre la superficie pétrea. Aunque también hay otros agentes naturales que contribuyen al deterioro.Por una parte, la lluvia y los contrastes térmicos.Por otra, la adhesión de partículas en los episodios de canícula. Y por último, las altas tasas de sismicidad que se registran en la cuenca de Granada.
Newsletter
Todo ello provoca la arenización del mineral, lo que deriva a su vez en descohesión, menos resistencia mecánica y pérdidas volumétricas. Las profesionales de Julia Ramos han acometido, en primer lugar, una preconsolidación con inyecciones de resinas acrílicas y silicato de etilo. El objetivo es que todo quede bien asido y que no haya ninguna precipitación. El procedimiento continúa con una limpieza en la que se combinan varios medios. Entre ellos, el método más tradicional de agua y cepillo, pero también el de proyección de microabrasivos con una boquilla de apenas dos milímetros para minimizar el impacto.
Publicidad
Tras el fortalecimiento con técnicas como el cosido con espigas de fibra de vidrio, se ha procedido a la reconstrucción de las faltas y las piezas en peor estado. Para ello se han empleado piedras similares procedentes de una explotación situada en Montealegre, en Albacete.
Ahora la gente puede apreciar con nitidez la clave de los arcos, las columnas, los toldos y las cartelas –desprovistas ya de las mallas–. También los capiteles de orden corintio con todas las volutas reintegradas. Todo tal cual los 'labraron' los canteros, escultores y artesanos hace cerca de quinientos años.
Publicidad
Más arriba, en la cubierta, ya se ha finalizado la nueva terraza mirador que permitirá la observación del paisaje más fascinante de Granada.Desde casi sesenta metros de altura. Atrás quedan ya los quebraderos de cabeza que había provocado el tejado invertido, una solución adoptada en el siglo XVII.
Cuatro plantas
Originariamente la torre de la Catedral de Granada no era como la contemplamos en estos momentos. Tuvo cuatro plantas y alcanzó los ochenta metros de altura. Se comenzó a erigir en 1523 según la traza y los planos de Diego de Siloé. A la muerte de este continuaron con la empresa otros dos maestros. Juan de Maeda prosiguió hasta el primer nivel entre 1563 y 1582. Cuando falleció, fue Ambrosio de Vico, quien continuó con la faena hasta llegar a los ochenta metros en 1588.
Publicidad
La nueva terraza mirador, ya casi finalizada, posibilitará una vista en 365 grados de toda la ciudad
En 1590 aparecen las primeras señales de que aquello no aguantaba, que se podía venir abajo porque el sustento no daba de sí. Se pusieron cimientos de apenas tres metros cuando, como mínimo, debían ser de ocho. Sobre todo teniendo en cuenta el tipo de terreno limoso –influido por el cauce del Darro–. Así que, visto que la situación de ruina era inminente, se convocaron reuniones al más alto nivel para valorar soluciones a tal entuerto. Y una de ellas fue rebajar las dimensiones, desmantelando los treinta metros superiores. Un mal menor si tenemos en cuenta todo lo que podría haber ocurrido.
La solución, contemplada en el proyecto redactado por Pedro Salmerón y Diego Garzón, ha sido una azotea plana con capacidad para grupos de unas veinte personas que permitirá una visión de 360 grados de toda la ciudad. Aún no se sabe nada sobre cómo será el régimen de acceso. Habrá que ascender, eso sí, cincuenta y siete metros en escalones de veinte centímetros. Culmina, de esta forma, una actuación que ya se planteó en 2004, que entonces contaba con todas las bendiciones de las administraciones, que se metió en el cajón debido a la crisis de 2008 y que se tuvo que actualizar hace siete años, en 2017, para resolver nuevas contingencias. El presupuesto global es de 2,5 millones de euros.
Publicidad
Si Diego de Siloé levantara la cabeza, probablemente sería uno de los tipos más felices del mundo viendo el renacer de 'su' Catedral.La Catedral de Granada.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión