Granada la bella

«Me llevo las cuevas del Sacromonte a París»

Del 3 al 9 de diciembre, Manzano será la invitada de honor de la Peña Flamenco En France, la peña flamenca más antigua de Francia. «Es un lugar muy mítico, en Rue des Vignoles, al que van todos los flamencos españoles de solera. Y no lo digo porque vaya yo, que es mi primera vez –ríe, divertida–. Ahoar va Manuel Tañé, un cantaor increíble. Y El Choro, bailaor extraordinario. Estoy súper contenta de estar allí». El domingo 3, la granadina ofrecerá una masterclass a los asistentes y, a lo largo de la semana, participará en distintos talleres y eventos. Y, los días 8 y 9, presenta su espectáculo 'Granada la bella'. «Vamos a hacer una programación muy de Graná, con granaínas, medias granaínas, tangos de la tierra, alboreá, la Habanera Imposible... Así que buscando un título me acordé del libro de Ganivet y decidí usar el mismo título: 'Granada la bella'».

El título no es lo único de Granada que Manzano se lleva a París. Verán, todo el suelo de la Peña En France es de madera, para que así se pudiera aprovechar toda su superficie para bailar. «Se me ocurrió que, en vez de actuar en el escenario, que está un poco elevado, lo voy a hacer abajo, imitando lo que hacemos en las cuevas aquí. De hecho, vamos a poner sillas en el escenario, para el público. Así que sí, me llevo las cuevas del Sacromonte a París», sonríe orgullosa.

Aunque la vocación de Manzano está sobre las tablas, hace poco ha emprendido otro reto por el que, asegura, está «muy ilusionada». «Se llama La Pecaora, un estudio creativo para organizar eventos flamencos en todo el mundo». Ubicada en Granada, la empresa es capaz de llevar el flamenco a cualquier lugar, por extraño que pueda parecer. «Tenemos una cartera de artistas en Granada, Sevilla, Madrid, Barcelona y París. Pero nos movemos donde haga falta. Estuvimos en Marrakech en fin de año y una vez nos llamaron para ir a los Alpes... nos subieron en un montacargas por la montaña de nieve, hasta un refugio. ¡Imagínate!».

Manzano cuenta con una socia, Alba Vence, directora de marketing que ha trabajado en grandes empresas internacionales. «Es una gallega muy seria que compensa mis mariposas –bromea la granadina–. Ella le puso el nombre a la empresa: te llamas Eva Manzano, la manzana, el pecado... ¡La pecaora! Y ahora queremos darle mucha dignidad al flamenco, con toda la seriedad que merece».

Aunque lleva casi una década instalada en Madrid, Manzano ha vuelto a Granada con su empresa y su baile. «Soy muy fan del flamenco de Graná. Me encanta, es muy característico, diferente a todo. Especialmente, aquí hay muy buenas bailaoras. ¿Mi favorita? Una compañera a la que admiro muchísimo: Anabel Moreno». No es muy difícil encontrarse con Manzano en los tablaos granadinos: La Comino, el Palacio de los Olvidados, La Soleá... «Y ahora tengo una pieza de danza para espacios no convencionales que espero que veáis pronto. Se llama 'Los monstruos de Picasso'».

Eva Manzano, además de bailaora, es una lectora voraz. «Me encanta la literatura, mis padres me lo pusieron en bandeja. Soy muy fan de las novelas y el cine de terror, me encanta». 'Los monstruos de Picasso' se compone de tres piezas pequeñas, Fauno, Centauro y Minotauro, con las que vincula al artista malagueño con sus partes más simbólicas y oscuras. Si todo sigue su cauce, en breve anunciara varias fechas, una aquí, en uno de los grandes centros culturales de Granada; y otra en el extranjero.

Desde la terraza del Alhambra Palace, Manzano busca en el horizonte alguna pista conocida mientras recuerda viejos cafés sentada aquí mismo. Su madre, la que cantaba en la mecedora del fragüero, se mudó hace años al Zaidín. «Somos zaidineros de adopción a mucha honra, es un barrio precioso», dice la bailaora. Criada en Baza, con familia en Zújar y ahora zaidinera, todo con una sonora zeta de zapateado. «¡Como Manzano!», termina entre risas, soñando con ese París que se extienden más allá del Sacromonte.