Canco Rodríguez | Actor

«La música superó nuestros oídos para impregnar por completo nuestra vida»

–El título del espectáculo es altamente provocador.

–Sí, desde luego... (risas). Pero todo el mundo sabe que no es cierto. El rock and roll está muy vivo gracias a gente que lo vive y lo siente como parte de su vida, como es mi caso.

–¿Cómo se le ocurrió poner en pie este montaje?

–Fue un regalo que me hice a mí mismo con ocasión de mi 40 cumpleaños. Quise hacer la función de teatro que quería, la que más me gustase, y que jamás pensase que me iban a ofrecer. Me encanta la música, así que decidí unir la música con el teatro, y contar la historia del rock and roll desde los años 50 hasta la actualidad, década a década.

–¿Cuánto tardó en darle forma?

–La investigación previa duró varios años, en los que fui absorbiendo toda una serie de conocimientos y detalles que luego tuve que poner sobre la mesa para separar lo más importante. De hecho, el guion original duraba unas 17 horas, y tenía que resumirlo en algo más de hora y media, así que no fue una tarea fácil. En realidad, ha sido algo así como lo que se hace en la alta cocina, poner todo el sabor y los ingredientes del cocido en una cucharita pequeña.

–¿Qué hay de usted en este montaje, además de su gusto musical?

–Todo, porque a la par que voy desgranando la historia del rock and roll, cuento la de mi propia vida, ofreciendo detalles muy personales. Voy alternando imágenes musicales y de mi propia vida para explicar mi infancia o por qué decidí ser actor, entre otros muchos asuntos. Todo está trufado de anécdotas, y para mí, este es uno de los valores de este espectáculo: que aparte de aprender y recordar cosas que no sabías, te llevas en la mochila algunas historias que te van a hacer reír o te van a emocionar.

–¿Cuál fue el primer disco de rock que recuerda haber escuchado?

–Pienso que debió ser el 'Miracle' de Queen. Yo lo consideraba rock, al menos... A mi padre le encantaba la música clásica, y a mi madre Julio Iglesias... De esa mezcla rara salimos sus hijos... (carcajada). Una de las cosas que he tenido que quitar del espectáculo ha sido, precisamente, hasta qué punto se reflejaba nuestra afición a la música en nuestra vestimenta. Cuando uno llevaba camisetas de Guns & Roses, otros preferían la camisa pija que identificaba a los Hombres G, y un tercero se ponía camisetas jamaicanas porque seguía a Bob Marley... La música ha ido en nuestras vidas mucho más allá de nuestros oídos para impregnar nuestra vida por completo.

–¿Cree que la música que escuchamos a los 15 nos acompaña el resto de nuestra vida?

–Creo que a partir de los 35 uno cierra la puerta a ciertas cosas para recordar lo que escuchaba cuando era joven, no tenía compromisos y se sentía feliz. Según vamos cumpliendo años, no admitimos que vamos muriendo poco a poco, y le echamos la culpa a la música, «que ya no es tan buena como la de antes».

–¿Cómo está acogiendo el público esta propuesta?

–Pues la verdad es que muy bien. Se acercan personas de todas las edades, y muchos padres e hijos juntos. Notas en los rostros, además, cómo cada cual se identifica con una época concreta cuando haces referencia a ella. Creo sinceramente que el público va a disfrutar mucho, y le animo a que se acerque a verme. Granada es, además, una ciudad en la que tengo muchos amigos, y en la que he disfrutado mucho.