La mujer más rica de Granada se llamaba María
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El investigador Alfredo Rodríguez publica la biografía de María de Zayas, que donó a los pobres una fortuna de más de 400 millones que sigue generando réditosSi existiera una lista Forbes de los granadinos más ricos de todos los tiempos, posiblemente su nombre figuraría entre los primeros –si no el primero–. ... Se llamaba María Antonia de Zayas Fernández de Córdoba y Ossorio-Calvache y Contreras de la Vega y Martín Medina y Aranda, aunque ella lo acortaba bastante,María de Zayas Ossorio-Calvache, y ha pasado a la historia sencillamente como María de Zayas. La mujer tenía dinero. Mucho dinero. «Entre 400 y 500 millones de euros», estima Alfredo Rodríguez Villegas, que ha publicado una detallada biografía sobre una señora que muchos conocen solo en Granada por tener un edificio a su nombre en la plaza de los Agustinos, pero cuya vida, obra y milagros tienen un alcance tal que llega hasta nuestros días.
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Todo su patrimonio, fruto de la herencia de multitud de fincas rústicas y urbanas, metálico, joyas, enseres y muebles, lo destinó para la «creación de una fundación benéfica para las clases menesterosas de Granada y los mayores», explica Villegas. «Llegó a poner en su testamento, que realizó a los 86 años, que en las residencias que se crearan con su legado hubiera el mismo número de ancianas que de ancianos; fue una de las primeras defensoras de paridad», concluye.María de Zayas nació en 1885 en la calle San Antón y murió sin descendencia el 4 de enero de 1979 en su domicilio de la plaza de San Agustín.
Alfredo Villegas siente verdadera pasión por la investigación histórica de su pueblo, Iznalloz, y de Granada, donde reside desde hace casi veinte años. «Andaba resolviendo un tema sobre vías pecuarias que me afectaba y llegue hasta la finca de Faucena, en Iznalloz, por la que pasan cuatro cañadas reales», comenta Alfredo. «Y tirando del hilo me topé con la dueña de Faucena, María de Zayas, cuya figura me cautivó desde el primer momento». Fue en 2006.
El inventario de su legado contemplaba 204 propiedades en las provincias de Granada, Jaén, Córdoba y Málaga
Desde entonces no paró de visitar archivos y recabar información sobre Zayas a todos los niveles hasta culminar con un libro de 222 páginas profusamente ilustrado y donde aporta documentos tan interesantes como los ocho folios del testamento, donde María deja todo 'atado y bien atado'. «Comienzo por encomendar mi alma a Dios y al patrocinio de la Virgen, y mi cuerpo quiero que sea inhumado en forma decorosa del modo y manera en mi capilla que tengo en el cementerio de Granada».
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Alta alcurnia
Según Villegas, en su longeva existencia –casi 94 años–, «María vivió una primera etapa, hasta la muerte de sus progenitores, como una noble en todos los sentidos, pues ella provenía de linaje notable de padre y madre». Por parte paterna, era descendiente de Diego Fernández de Córdoba, primo del Gran Capitán. Y por parte materna, remanecía de Pedro Osorio Álvarez, conde de Trastámara, y los vizcondes de Begíjar.
La herencia legada por María a la Fundación figura en una escritura a la que tuvo acceso Villegas –que aparece en la obra– y donde constan 204 propiedades. Para que se hagan una idea, solo en Granada era dueña de doce inmuebles. El de mayor valor, el edificio situado en el número tres de la plaza de San Agustín, a los que hay que sumar viviendas en la calle Ancha de Capuchinos, en la calle del Agua, en la placeta de las Sillerías, en la calle Candiota, en San Juan de los Reyes... Fuera de Granada, poseía casas, caserías, terrenos y explotaciones agrícolas en municipios de la provincia como Huétor Tájar, Iznalloz, Belicena, Santa Fe, Purchil, Lanjarón, Baza, Maracena,Benamaurel,Pitres, Trevélez o Nigüelas, pero también en Priego (Córdoba), Martos (Jaén) y Antequera (Málaga).
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En el inventario también se incluyen otros bienes como tres automóviles. Entre ellos, un Buick y un Hispano Suiza con la matrícula GR-60 que usted puede ver en la foto superior de este reportaje, donde aparece María con su marido, Francisco Laynez, que ejercía como conductor –ella está justo en el asiento de detrás–, mientras que en las plazas posteriores estaban su madre Fernanda y sus criadas. Por último, la transmisión se completa con acciones, títulos a deuda completa, alhajas, objetos ornamentales y mobiliario.
Con todo ello –y con todos los rendimientos– la Fundación ha puesto en marcha dos residencias en Belicena y el Padul, un centro de día enValderrubio y una escuela infantil también en Padul. Y colabora en programas de voluntariado, ayuda a domicilio, envejecimiento activo y contra la soledad.
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