Las Mora: tres generaciones de talento granadino
Literatura, música y cine. La abuela, Ángeles, es poeta y Premio Nacional; la madre, Cristina, es cantante y profesora, y la nieta, Naima, es una joven actriz
Viernes, 4 de junio 2021, 00:09
Los refranes «De casta le viene al galgo» o «Dichoso el que a los suyos se parece» adquieren en la familia Mora tintes de altura ... artística. Tres generaciones de mujeres pertenecientes a la familia han demostrado ya sus aptitudes artísticas, avaladas por una excelencia que tiene mucho de genética, pero también de trabajo constante. Ángeles Mora, la abuela, es poeta y Premio Nacional; la madre, Cristina Mora, es una de las cantantes de jazz y profesora de canto más prestigiosas de nuestro país, y la nieta, Naima Barroso, ya destaca como actriz en numerosos títulos, y comienza a ser considerada como uno de los rostros más frescos de la nueva generación de intérpretes.
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Ángeles Mora asegura que su hija Cristina «desde que casi no sabía hablar cantaba las canciones que escuchaba en la tele en los programas para niños. Era preciosa, muy simpática y viva. Un poco más mayor, jugaba con su hermana y sus amigas organizando representaciones de películas musicales infantiles. Ella repartía los papeles y en el salón de casa las interpretaban... Yo me reía escuchándolas».
Por consejo de su profesora, cuando tuvo edad la matriculó en el Conservatorio de Música de Granada para estudiar piano, pero lo que le gustaba era el canto. «Aunque no quería dedicarse al género lírico… ya tenía claro que lo que le gustaba era el jazz, la música pop, etcétera». Cristina no ha parado de formarse desde entonces: estudió en Madrid y Londres, ha escrito canciones...
Sobre su vocación, Cristina comenta que «yo no lo elegí; de alguna manera, la música me eligió a mí. Tuve la suerte de que mis padres me apuntaran a clases de música de pequeña y descubrí lo conectada que estaba con este arte, aunque la manera de enseñar del conservatorio no me gustaba nada, era demasiado gris».
La admiración de Ángeles por su hija se acrecentó cuando ambas coincidieron en el espectáculo 'De ficciones y canciones', que hunde sus raíces en el poemario 'Ficciones para una autobiografía', con el que la poeta obtuvo el Premio Nacional, aunque no exclusivamente. «En el espectáculo ella canta y yo recito mis poemas, acompañadas por el piano y la batería. «Cuando lo hicimos aquí en Granada, en el Palacio de los Condes de Gabia, creo que quedó genial. Disfrutamos mucho y al parecer el público también, como en el estreno en Madrid, en el Museo Arqueológico, dentro del Festival 'Ellas crean', que tiene mucho prestigio», asegura la poeta.
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En cuanto a la vocación artística de su nieta, Naima, Ángeles Mora asegura con humor que «verdaderamente, es rizar el rizo». Sobre todo, la poeta reconoce el don natural de su nieta, como reconoce el de su hija, ya que, como amante de la libertad y del diálogo, jamás les ha impuesto nada. «Siento un legítimo orgullo por cómo están ambas dando rienda suelta a su talento. Naima ha tenido una gracia y una soltura siempre que resulta sorprendente. Está muy dotada para la interpretación y si se lo propone en serio puede llegar lejos». Ello no quiere decir que no le dé consejos: «Por supuesto, le digo que se prepare bien, que lea, que siga trabajando, estudiando interpretación, que trabaje con tesón, pues no es un mundo fácil». Naima, de momento, está disfrutando con su trabajo: «Al meterme en el papel, salgo de mi realidad por momentos y lo paso muy bien. Frente a la cámara, me meto en el papel y hago las escenas con mis compañeros, pero al principio siempre impone».
Ángeles Mora reconoce algunos rasgos comunes entre Cristina y Naima: «Desde muy pequeña, Naima era graciosísima, como su madre. Y tanto cantando como interpretando lo hacía con mucha naturalidad y encanto. Cuando empezó a trabajar en musicales estuvo fantástica, porque siendo tan pequeña, cuando cantó la Cosette de 'Los miserables' en un teatro tan grande, que debía ser impresionante para ella, en la calle Alcalá de Madrid, no se arredró, sino que se sintió fascinada por aquel mundo». Luego llegaría otro musical, 'Shrek', y su primer gran papel en el cine, interpretando a Isabel II de niña en la película 'Handia'. «Pienso que aún no es muy consciente de su capacidad de crecimiento como artista, pero creo que su camino podría estar en la interpretación», asegura Ángeles Mora.
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Reunión sobre el escenario
Ante la posibilidad de coincidir las tres sobre el escenario, la poeta piensa que es complicado, pero no imposible. «Creo sobre todo en la unión entre nosotras, y en la posibilidad de que, cuando todo esto pase, podamos retomar la gira con el espectáculo que hacíamos Cristina y yo, porque disfruto mucho con ella en el escenario, y con Moisés P. Sánchez al piano y Borja Barrueta a la batería. Aveces, nos acompañan otros músicos, y siempre es muy estimulante».
El origen del talento familiar no es algo que preocupe a ninguna de las Mora. Afirma Cristina que «es algo en lo que no piensas mucho. En algún momento busqué la razón de mi conexión con la música y la encontré en la familia de mi madre. Mi abuelo tocaba la guitarra española y aún lo recuerdo; tengo su imagen grabada en mi mente con mucha claridad. Su madre tocaba el piano, y hace no mucho hemos encontrado muchísimas partituras suyas. Qué extraña sensación la de tocar sus partituras e intentar imaginarla tocando el piano a principios del siglo XX. Parece que en los genes familiares hay una necesidad de expresión a través del arte que en cada una de nosotras ha encontrado un canal diferente, lo cual me parece curioso. De manera inconsciente hemos querido mantener nuestra propia personalidad artística».
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El peso de la matriarca es indiscutible en Cristina y Naima. Afirma la primera que «de pequeños mis hermanos y yo intentábamos escribir poemas, aunque por suerte no nos hemos dedicado a ello... (risas). Me di cuenta de que conectaba mucho mejor con la música; escribir poesía siempre me dio mucho respeto, quizás eso no me permitió intentarlo con más ahínco». Naima admira mucho a su abuela Ángeles: «Ella es un referente para mí, sobre todo desde que me di cuenta de lo buena que era escribiendo y lo buena persona que es con nosotras y con todo el mundo».
Unas son 'fans' de las otras. Cristina reconoce el trabajo de su hija, la joven actriz, y sus papeles tanto en 'Los miserables' o 'Frozen' como en 'Handia' y el cortometraje 'Inocencia', del que ha sido protagonista. De su madre asegura que el Premio Nacional ha abierto la puerta al reconocimiento de la gran poeta que es. Para Naima, el apoyo de su madre y de su abuela es clave: «Somos luchadoras, y me alegra que compartamos mundos parecidos, porque ello nos acerca mucho».
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Sobre el futuro, las tres comparten el deseo de seguir haciendo lo que hacen, y disfrutando con ello. A Ángeles la agenda se le complicó extraordinariamente tras obtener el Premio Nacional; ha publicado varios libros desde entonces y es continuamente requerida para participar en congresos, incluso en China. Cristina quiere seguir creando: «Quiero continuar componiendo, publicando discos, haciendo conciertos y disfrutar tocando música en un escenario. Es algo que me encantaría poder mantener durante muchos años y que en tiempos de pandemia se está tornando cada vez más difícil». Por su parte, Naima tiene como objetivo seguir formándose para, algún día, poder dedicarse a la interpretación. Entre sus deseos inmediatos está, sobre todo, participar en una serie, un género que aún –esperemos que por poco tiempo– falta en un currículo en el que ha habido musicales, canciones, doblaje, cortos y largometrajes.
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