Estado de la puerta antes de la restauración. Solo se apreciaba la ermita. IDEAL

El pasado islámico de la ermita donde yacían los restos de San Cecilio

Granada Arqueologica ·

La Puerta de Hernán Román o Bab al-Qastar es una de las obras de mayor envergadura que levantaron los ziríes en la segunda mitad del siglo XI

Domingo, 30 de mayo 2021, 00:34

Quizá uno de los monumentos de la Granada islámica más desconocidos hasta la fecha, y sin duda más interesantes, es la puerta de Hernán Román ... o Bab al-Qastar, ubicada en el Carril de San Cecilio, entre el Arco de las Pesas y el mirador de San Nicolás. Muchos la conocen únicamente como la ermita de San Cecilio, porque a mediados del siglo XVIII se construyó el oratorio bajo la advocación del santo, primer obispo de Iliberis, argumentando que en su subsuelo habían aparecido los restos de las mazmorras donde estuvo preso antes de su martirio en el Sacromonte, durante las persecuciones de cristianos propiciadas por el emperador Nerón. La leyenda se entrelaza desde entonces con la historia, concentrando en este punto la mayor parte de las contradicciones de la historiografía granadina que durante el siglo XVIII y XIX siempre ansió encontrar pruebas materiales de las primitivas comunidades cristianas iliberitanas. Lo cierto es que desde esas fechas se apreciaba que la fábrica de la antigua puerta era distinta a las del resto de la ciudad y por su estado de ruina se fechaba su construcción, sin muchos argumentos sólidos, en época romana o a lo sumo visigoda, dando verosimilitud al relato.

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Por eso mismo sorprende que hasta no hace mucho tiempo no le hayan prestado la debida atención los arqueólogos, hasta tal punto que quizás el estudio más detallado que existía de la puerta antes de las últimas excavaciones se lo debemos a M. Gómez Moreno Martínez, quien le dedicó unos cuantos párrafos en su trabajo 'Monumentos arquitectónicos de España', publicado en 1907, recogiendo toda la información que ya en su día incorporó su padre en la 'Guía de Granada'. El nombre de la puerta también ha sido origen de controversia. Ambos explicaban que el topónimo estaba relacionado con un vecino llamado Hernán Román que poseía unas huertas junto a la puerta. Para otros era una derivación natural del árabe Hisn Roman, es decir, el castillo del Granado o del Romano, pero parece que carecen de sentido estas interpretaciones porque en contraposición se la relaciona con la conocida como Bab al-Qastar o Puerta del Castro –o fortaleza–, que aparece en algunos textos de época árabe.

La Bab al-Qastar tras su restauración. IDEAL

Del mismo modo, también era muy confusa la fecha real de su construcción, habiéndose propuesto una cronología preislámica como ya hemos visto, apoyándose en la idea de que la puerta quedó inutilizada a partir del siglo XI, aunque paradójicamente otros la fecharon en esa época como una de las puertas monumentales de la Granada zirí. Una vez más, todas estas hipótesis contradictorias solo podían aclararse a través de la arqueología.

Ficha técnica

  • Localización Callejón de San Cecilio nº9, 18010, Granada.

  • Descripción Puerta y recinto defensivo de entrada a la ciudad de Granada por el flanco norte. Dos torreones y arcos de acceso de medio punto, con paso directo. Construida en tapial de cal y canto, con lajas de arenisca dispuestas en aparejo de soga y tizón en las esquinas, jambas de las puertas, escaleras de acceso a la azotea y en los arcos. Precede un antemuro defensivo. Restaurado por la arquitecta Isabel Bestúe y excavado por el arqueólogo Manuel Pérez Asensio.

  • Cronología Construida sobre los restos de la muralla Ibero-romana. Siglo XI, con reformas en siglos posteriores.

  • Tipo de protección Está declarada BIC desde 1922, dentro del conjunto de las murallas del Albaicín. También le es de aplicación la protección genérica por tratarse de arquitectura militar.

En cuanto a la puerta propiamente dicha, tiene una planta muy clásica: es un arco de medio punto construido con sillares de arenisca y se encuentra delimitada por dos baluartes de planta rectangular un poco más avanzados que la línea de paso, consiguiendo de esta forma un mejor control defensivo desde una terraza que ocupa toda la superficie del complejo de la puerta. Técnicamente los baluartes están realizados en tapial de hormigón de cal y canto, construidos con la misma técnica que la muralla del XI, compuesto por una superposición de lechadas de cantos de río y cal que de forma alternativa conforman el cajón de tapial. El torreón oriental, es decir, hacia el Arco de las Pesas, presenta un acceso en forma de entrada que conduce por el interior hacia la terraza, delimitado por un aparejo de sillares a soga y tizón, normalmente tres o cuatro. En el exterior existen varios paños de muralla que forman una especie de patio o antepuerta de casi 14 metros de anchura que se prolongaría hasta la Puerta de las Pesas, creando un doble recinto siendo la muralla exterior la que enlaza con la de la Cuesta de la Alhacaba mientras que de la interior solo conocemos un vestigio, excavado en el Carril de San Cecilio nº 3, en la acera de enfrente.

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En los últimos años ha sido objeto de una intervención arqueológica para consolidar y restaurar todos los restos de la puerta y muralla adyacentes, que se suponen los más antiguos. Según los resultados de la excavación, efectivamente tal como se había supuesto en el siglo XVIII, la muralla y la puerta están construidas sobre los restos de las primitivas fortificaciones ibero-romanas de Ilíberis, pero no son de esa época sino que, aprovechando su robustez, sirvieron para las reformas de los siglos sucesivos, siendo la puerta que hoy se conserva, una de las obras de mayor envergadura que levantaron los ziríes en la segunda mitad del siglo XI.

Es la única puerta de esa época que conserva todo el aparejo de lajas de piedra arenisca a soga y tizón, tan singular y característico de las construcciones granadinas ziríes, que aún se puede apreciar en otro tipo de edificios, como por ejemplo el Puente del Genil o el alminar de la iglesia de San José. Los estudios arqueológicos también han podido identificar reformas posteriores, en el XII e incluso en época nazarí.

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Interior de la puerta restaurada donde conviven restos de la ermita y la fábrica zirí. IDEAL

La mayor parte de las incógnitas que sugería la puerta finalmente han podido ser despejadas gracias a la arqueología, aunque todavía habrá aspectos de la legendaria fortaleza que seguirán alimentando la imaginación sobre un pasado mucho más antiguo y la presencia de San Cecilio.

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