Miguel Rodríguez-Acosta, reconocido como artista, mecenas y empresario

Tal y como se destacó durante el acto, Rodríguez-Acosta Carlström fue el alma de una institución que ha fomentado la cultura de la ciudad y singularmente las artes plásticas durante las últimas décadas. Las consejeras de Fomento, Rocío Díaz, y de Cultura, Patricia del Pozo, además de la alcaldesa, Marifrán Carazo, fueron las invitadas de primera fila de una cita en la que el discurso central corrió a cargo de la catedrática de la Universidad de Granada y patrona de la Fundación, Remedios Sánchez, quien leyó una 'laudatio' destacando las virtudes profesionales, artísticas y humanas del homenajeado, fallecido el primer día de 2025 a los 97 años de edad.

El de este jueves fue un tributo a un gigante, como recordó el gerente de la Fundación, Íñigo Entrala, quien agradeció a los numerosos representantes del universo cultural su presencia. Como él, todos los intervinientes destacaron del artista su vasta cultura, su fino humor y su capacidad para aunar voluntades, junto con el deseo de ir más allá que también hizo suyo a lo largo de su trayectoria artística. Una muestra de su trabajo se puede observar de forma excepcional en la primera sala tras la puerta principal del carmen, con algunas creaciones no mostradas con anterioridad, pertenecientes a diversas etapas creativas. .

Miguel Rodríguez-Acosta fue, sobre todo, un granadino ejemplar, como recordó la alcaldesa de la capital, Marifrán Carazo en su intervención, previa a la de la catedrática Remedios Sánchez. El suyo fue un discurso que aunó lo sentimental y lo biográfico, los datos y los sentimientos. «Se canta lo que se pierde y esta ciudad ha ido perdiendo excepcionales referentes, hombres y mujeres que hicieron del compromiso humanista una manera de estar en el mundo. El último que se nos ha ido de una generación extraordinaria ha sido el pintor y mecenas Miguel Rodríguez-Acosta Carlström, y con él se cierra definitivamente un siglo de intelectuales de excepcional valía, siempre en vanguardia», comenzó Sánchez.

Tras ofrecer numerosos apuntes biográficos, que sirvieron a los asistentes para calibrar de forma cabal su contribución al universo artístico español e internacional, incidió en el hecho de que, tras asumir la presidencia de la Fundación en 1953 sustituyendo a su tío Manuel, asumió un ritmo de trabajo endiablado, ya que compatibilizó los muchos encargos que recibía en Madrid, donde su fama ya era notoria, con la preparación de su primera exposición individual, que tuvo lugar en la Casa de los Tiros en 1959, y su responsabilidad en el banco familiar, al que acudía a trabajar a diario.

Como algunos de los grandes hitos de su labor, la catedrática destacó la creación de la primera Residencia de Becarios (en la casita anexa al carmen blanco) que proporcionaba un espacio físico y conceptual para el perfeccionamiento estético de jóvenes residentes becados tanto españoles como extranjeros; el sistema de ayudas para investigadores en Bellas Artes, Música y Ciencias: la edición cultural, donde destacó especialmente la colección 'Forma y Color'; y el Centro de Experimentación de Artes Gráficas, un taller de grabado y estampación dirigido por José García de Lomas que aglutinó a personalidades tan valiosas como Dolores Montijano, Paco Izquierdo, Cayetano Aníbal o Julio Espadafor.