Aquella media hora de libertad
'Cinco a las cinco' ·
Gabriel Martínez fue una de las 10.000 personas que asistieron al primer homenaje a Federico; hoy lo seguirá a través de internet debido al coronavirusGabriel recuerda perfectamente todo lo que sucedió aquel 5 de junio a las cinco de la tarde en el Paseo del Prado de Fuente Vaqueros. ... Él, junto a sus amigos Soriano y Liñán, fue uno de los diez mil asistentes al 'Cinco a las cinco' de 1976, cuando Granada rememoró por primera vez, transcurridos ya siete meses de la muerte del dictador Francisco Franco, el nacimiento de Federico García Lorca, y reivindicó al mismo tiempo los valores de libertad que destilaban la vida y obra del poeta, silenciado durante casi cuarenta años de Régimen. «Fue un día en el que hacía mucho calor, pero también fue un día en el que hacía mucho miedo». Una frase lapidaria con la que Gabriel Martínez, fuenterino de los pies a la cabeza, resume la turbación que supuso la media hora, ni un minuto más ni un minuto menos, que duró un acto que contribuyó no sólo a resarcir al pueblo de la opresión, sino a cambiar el rumbo de España. La España que asesinó a Lorca en el barranco de Víznar y la España que ya, en ese momento, clamaba por la democracia en la misma cuna lorquiana, en Fuente Vaqueros.
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La última hora de Granada
Todos los 'Cinco a las cinco' forman parte de la Historia de Granada, pero hay dos que, por el momento en que sucedieron, tiene un significado especial. El primero fue el primero –valga la reiteración–. El de 1976. Cuando el Gobierno claudicó ante la presión de la prensa internacional, y Manuel Fraga, ministro de Gobernación por aquel entonces, autorizó aquella concentración de treinta minutos de reloj –como testimonio gráfico queda la fotografía de Miguel Booth en que se veía a la autoridad gubernativa, flanqueada de guardias civiles y policías, midiendo el tiempo cronómetro en mano–. El segundo 'Cinco a las cinco' que quedará grabado para siempre en la memoria colectiva sucederá hoy. La terrible pandemia del coronavirus, que sólo en España se ha cobrado la cifra de más de 27.000 personas y ha desencadenado una crisis económica sin precedentes, ha obligado a la suspensión de los actos presenciales por primera vez desde 1976 –también se ha anulado la entrega del Pozo de Plata y el concierto posterior– y la traslación del homenaje a Federico a las redes sociales e internet.
Gabriel Martínez no se ha perdido ningún 'Cinco a las cinco' desde hace cuarenta y cuatro años. Tampoco se perderá este de 2020 que se celebrará en circunstancias excepcionales. «Los tres primeros fueron con pánico; especialmente el de 1976». Si tuviera que quedarse con un momento, sin duda Gabriel elegiría ese cuarto de hora en que José García Ladrón de Guevara, subido en el escenario, delante de un enorme retrato fotográfico de Federico García Lorca, leía el manifiesto y pronunciaba aquellas palabras que ya han pasado a la posteridad: «Cuarenta años de silencio para media hora de medio hablar». Fueron muchos los que giraron sus cabezas hacia las azoteas, temerosos de que los agentes de las fuerzas de seguridad, que apuntaban con sus rifles a los congregados, abrieran fuego para aplastar cualquier atisbo de insurrección. No faltaron los gritos. Ni tampoco las pancartas. Como aquella que emergía entre el público y que rezaba sencillamente 'Socialismo y libertad'. Así aparece en las crónicas publicadas en el diario IDEAL.
«He tenido la suerte de ser el biógrafo de un genio cuyo mensaje de amor al prójimo es necesario en este momento»
Ian Gibson, BIÓGRAFO DE LORCA
Durante aquel 'Cinco a las cinco' de 1976, Gabriel, que tenía veintidós años, tuvo muy presente en todo momento a su padre. «En 1937 estuvo delante de un pelotón de fusilamiento en la acequia de la Barra, a apenas un kilómetro y medio de aquel Paseo del Prado, donde estábamos rindiendo tributo a Federico». «Los avatares del destino quisieron que mi padre saliera de aquello; García Lorca no», dice Gabriel. Un Federico García Lorca que, según comenta, no existió hasta ese instante para sus propios vecinos de Fuente Vaqueros. «Estábamos expectantes y queríamos saber quién era ese personaje tabú para los de mi generación, porque jamás en el colegio se nos habló de él». «Tal era el grado de desconocimiento respecto a Federico, que pasábamos cientos y cientos de veces por delante de esta casa –en referencia a la casa natal– sin saber que aquí vivió su familia», lamenta Gabriel. «En aquella media hora –prosigue– hubo alboroto, palmas y silencios, pero la palabra que se escuchó de una forma más nítida y contundente fue 'libertad'».
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Un acto de gran signifijcado
José Manuel Molino, alcalde de Fuente Vaqueros, subraya la singularidad del 'Cinco a las cinco' de 2020. «Tenemos una sensación de incredulidad y de pena porque este evento, abierto al pueblo, significa mucho para nuestro municipio». «En los últimos años lo hemos sacado del patio de la casa museo, donde apenas caben cincuenta espectadores, para llevarlo hasta la plaza del Teatro, donde lo puede disfrutar mucha más gente», afirma el primer edil, quien añade que «en esta ocasión hemos tenido que reinventarnos para llevarlo a cabo por plataformas digitales».
Desde una perspectiva más personal, el regidor de Fuente Vaqueros explica que el 'Cinco a la cinco' siempre se ha interpretado como una forma de poner en valor a García Lorca, pero también como una fiesta para los ciudadanos de esta localidad de 4.500 habitantes y para todos los que vienen desde fuera. Y recuerda actuaciones memorables como la del cantaor José Mercé hace veinte años. «No cabía un alfiler en el Paseo del Prado; fue memorable». «Se vive con gran intensidad porque, después del periodo de la Dictadura, desde pequeños nos inculcan la figura de Federico», confiesa Molino. «Es todo un orgullo pasear por las mismas calles que lo hacía nuestro paisaje, disfrutar de los paisajes de la Vega lo mismo que lo hizo él y sentir ese duende por todos los rincones». «También es un orgullo –relata– conservar esos valores de un pueblo pequeño y esas relaciones humanas tan próximas que tanto marcaron a Federico, el gran embajador de un pueblo conocido en todo el mundo».
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«Me sentí extraño al recibir el reconocimiento en una casa tan familiar para mí, que he visitado en tantas ocasiones, y en la que incluso he trabajado»
Antonio Carvajal, Poeta
«Yo siempre digo que la poesía y el flamenco nos alimentan el alma, y la poesía de Federico García Lorca es universal»
Carmen Linares, Cantaora
Los actos serán esta vez sin el tradicional homenaje popular y sin la entrega del Pozo de Plata por razones de salud pública. El Patronato Cultural Federico García Lorca de la Diputación de Granada, que habitualmente organiza el 'Cinco a las cinco' en colaboración con el Ayuntamiento, ha tomado esta decisión arguyendo que «la seguridad no podía garantizarse debido a la pandemia de la Covid-19». A pesar de ello, el homenaje se desarrollará «con la misma emotividad de siempre», ha destacado la diputada de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez. «Será de forma virtual, con una programación que inundará el espacio con sus palabras, con sus poemas y con vídeos y contenidos de calidad», ha explicado Gómez. «Espero que podamos lanzar el mensaje de que su nacimiento cambió nuestras vidas para siempre y que forma parte de nuestro sentimiento granadino más puro».
Así, para hoy se ha programado la emisión de una videocreación sobre la Casa Museo obra de Mar Garrido, doctora y profesora titular de la Universidad de Granada. La pieza, que cuenta con la locución de Luis García Montero, Pozo de Plata en 2019 y actual director del Instituto Cervantes, muestra la solitaria vivienda de García Lorca y se adentra en sus estancias vacías para reflejar la situación actual. Será a partir de las 17:00 horas y contará con la presencia virtual de Laura García Lorca, Nuria Espert, Ian Gibson, Antonina Rodrigo y Miguel Ríos, entre otros, coordinados por el periodista, escritor y director de Universo Lorca, Alejandro Víctor García.
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Además, se han previsto varios encuentros en red con entrevistas a algunos de los protagonistas de excepción en la casa y en los 'Cinco a las cinco' anteriores. El día 12 se emitirá en redes un programa especial sobre 'Pandemia y poesía en Granada', en el que se abordará cómo vivió García Lorca la gripe de 1918 y cómo han vivido esta pandemia algunos poetas granadinos.
Personalidades que nunca olvidarán el 'Cinco a las cinco'
El hispanista Ian Gibson no olvida cuando recogió el Pozo de Plata. «Fue algo muy profundo que Fuente Vaqueros se acordara de alguien como yo, que ha pasado décadas y décadas dedicado al estudio de García Lorca». «Yo he tenido la suerte –agrega Ian Gibson– de ser biógrafo de un genio cuyo mensaje de amor al prójimo tanta falta hace en este momento». La relación de Gibson con Granada es tan intensa que tiene el propósito de acabar sus días, según comenta, en la Vega de Granada, «paseando entre las choperas y disfrutando del mismo paisaje que disfrutó Federico».
Respecto a este 'Cinco a las cinco' atípico, Gibson, confinado en el barrio de Lavapiés de Madrid, donde reside, reconoce que se siente abrumado por las nuevas tecnologías y las conversaciones a través de guasap, pero «bienvenido sea este mundo virtual –afirma– si permite que se pueda rendir tributo a Federico García Lorca y su obra en esta época tan complicada».
Una sensación extraña
Antonio Carvajal, Premio Nacional del Poesía, fue otro de los galardonados con el Pozo de Plata. «Fue una sensación extraña porque yo estaba acostumbrado al sitio, que lo he visitado con frecuencia e incluso he trabajado en él, y en ese momento me encontré como protagonista de una celebración», recuerda Antonio Carvajal, que se emocionó observando cómo habían crecido los árboles y cómo trepaba la yedra sobre la pared. «La floración del inmenso amor que le puso a la casa Juan de Loxa, la victoria del amigo que ya no está».
La cantaora Carmen Linares asegura que «fue un gran honor recibir esta distinción». «Visitamos la casa de Federico y fue muy emocionante». «Me acordé de las 'Canciones populares' que grabé con mis músicos hace veinte años y que sigo cantando en los conciertos de mi última gira», dice Carmen Linares, quien subraya que «la poesía libre de García Lorca es imprescindible en la actualidad». «Yo siempre digo que los poemas y el flamenco nos alimentan el alma, y la poesía de Federico García Lorca es universal».
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