«Manglano protegió al Estado por encima de todo y casi de todos»
Ambos son autores de 'El jefe de los espías', sobre el que fuera director de la inteligencia española, que presentan el martes en el Aula de Cultura
Domingo, 23 de enero 2022, 00:24
Juan Fernández-Miranda (Madrid, 1979) y Javier Chicote (Logroño, 1979) son periodistas del diario ABC. El primero, adjunto al director, y el segundo, responsable del ... Área de Investigación. Ambos han escrito a cuatro manos 'El jefe de los espías' (Roca), donde ofrecen a la luz pública los archivos personales de Emilio Alonso Manglano, quien fuera máximo responsable del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) entre 1981 y 1995, los años claves para la consolidación de la democracia. Presentarán su obra el martes 25 a partir de las 19.30 horas en el Colegio de Niñas Nobles (Cárcel Baja, 3), en una nueva edición del Aula de Cultura de IDEAL, con la colaboración de Fundación 'La Caixa'.
Publicidad
–Hoy nos espían por doquier, pero cuando Manglano dirigía el CESID, la inteligencia era algo serio.
– J. C.:Manglano hizo algo muy importante: construyó casi desde cero un servicio de inteligencia moderno. De hecho, las cosas que se hacen bien en el CNI, sucesor del CESID, vienen de su época. Aunque en teoría, no tendríamos que saber qué hacen bien o mal los servicios de inteligencia. Lo cierto es que haber tenido acceso a sus notas es algo excepcional; creo que nunca se planteó que llegaran a la opinión pública.
J. F. M.: Manglano se permite en esas notas entrar en asuntos que no son estrictamente de su competencia, como el apoyo entre bambalinas a la política exterior. La inteligencia no es solo espionaje, hay una labor mucho más amplia de la que se ve e incluso de la que se intuye desde fuera.
–¿Se tomó el general su misión como un sacerdocio?
–J. F. M.: Él llegó a plantearse ser cura, aunque descubrió que Dios no le llamaba por ese camino. Era una persona metódica, muy militar, y tenía claro que su trabajo era una misión. Podemos hacer muchos paralelismos entre el sacerdocio y la vida castrense. Vio muchos asuntos que le disgustaron, pero cumplió su deber siempre porque tenía un objetivo, que era proteger al Estado, por encima de todo y casi de todos.
Publicidad
–Fue un militar ejemplar. ¿También un jefe de espías ejemplar?
–J. C.: Si se analiza el papel de cualquier director de inteligencia en cualquier momento, siempre se encontrarán 'arrugas en el traje'. No podemos hacer como el capitán Renault en Casablanca, escandalizarnos de que la inteligencia ande metida en asuntos turbios. Su actitud como militar fue ejemplar, y aunque fuera testigo de hechos reprobables, debemos tener claro que un jefe de la inteligencia no está para denunciar, sino para proteger al Estado.
J. F. M.: No podemos mirar lo ocurrido con los ojos de 2022, sino de lo que ocurría cuatro décadas atrás, justo después de un golpe de Estado. Si miráramos los papeles del director de la CIAo del MI6 de aquella época, seguro que nos escandalizarían. Los servicios de inteligencia realizan labores complejas;sin ir más lejos, en fecha reciente, tuvieron que mediar en el secuestro de unos periodistas españoles, y se pagó rescate por ellos a sus secuestradores.
Publicidad
«No podemos mirar lo ocurrido con los ojoas de 2022, sino de lo que ocurría cuatro décadas atrás, justo después de un golpe de Estado»
–Los españoles no nos tomábamos muy en serio al servicio secreto. De hecho, los comparábamos con la TIAde Mortadelo yFilemón. ¿Todo esto cambió con Emilio Alonso Manglano?
–J. F. M.: Sin duda, fue una de las claves de su trabajo. Convirtió a la inteligencia española en un servicio homologable al resto de los europeos, y él mismo fue el decano de los jefes de inteligencia de nuestro entorno, con un máximo reconocimiento por parte de sus homólogos. Su trabajo, trascendental, sin embargo, fue opacado por el escándalo que motivó su salida.
Publicidad
Heridas
–¿Qué heridas cauterizó el general durante su mandato?
–J. C.: Las primeras, las derivadas del golpe del 23–F. Había muchos movimientos involucionistas, con los que él terminó en buena parte. Su otro cometido fue luchar contra ETA, y ahí había mucho por hacer, porque los servicios de información de Policía y Guardia Civil estuvieron muy por delante. Su labor contra el golpismo fue clave; paró varios intentos de golpe.
–J. F. M.: Manglano desbarató un golpe en octubre de 1982, otro intento en un acto del Rey en La Coruña, algunos movimientos menores... El general guardaba unas fichas muy interesantes, donde clasificó todos los intentos con su alcance, desde los que se limitaban a lo propagandístico hasta los más serios.
Publicidad
–¿Pudo aconsejar el general al rey Juan Carlos, desde su cercanía, para evitar compañías que luego han empañado su reinado?
–J. F. M.: En 1990, fue consciente de las malas compañías del rey y de actitudes poco ejemplares con el dinero. Sabedor de su responsabilidad, optó por decírselo a Juan Carlos. No se le puede reprochar dejación de funciones o haberse inhibido en este tema. Otra cosa es lo que el rey emérito hizo con sus consejos. Nos preguntamos si otras personas con más poder, como el propio Felipe González, debieron decirle al rey que estaba abandonando sus funciones debido a estas malas compañías.
J. C.: No tuvo un papel fácil, porque sus actividades económicas y sus relaciones con determinadas mujeres fueron protegidas por el gobierno de González. Lo que estamos viviendo hoy en torno a la figura del rey emérito se podría haber evitado si quienes pudieron hacerlo hubieran actuado entonces de forma correcta.
Noticia Patrocinada
«Lo que estamos viviendo en torno a la figura del rey emérito se podría haber evitado si quienes pudieron hacerlo hubieran actuado entonces de forma correcta»
–¿Tenía alguna ideología Manglano?
–J. F. M.: Siempre hizo gala de no tenerla. Podríamos describirlo como una persona de convicciones monárquicas y democráticas, conservador pero de mentalidad liberal.
J. C.:Ciertamente, y sirvió durante la mayor parte de su carrera a un gobierno socialdemócrata. En sus escritos, no se deja entrever ideología alguna. Lo único que le interesaba de la política eran las implicaciones de las decisiones que los políticos tomaban.
Publicidad
–Este libro, en definitiva, no son las memorias de Manglano, sino las de nuestra historia reciente.
–J. F. M.: Sí, y han llegado a nosotros, primero, porque las guardó; segundo, porque no fueron destruidas a su muerte, y tercero, porque los hijos nos las confiaron. Pienso que el último servicio a España que hizo el general fue permitir, indirectamente, que hoy sean públicas.
J. C.: Recomiendo especialmente dos pasajes del libro: la visita del que fuera ministro del Interior, Antoni Asunción, al CESID, donde con una gran tensión narrativa se disecciona el ministerio que dejó, y la visita de Juan José Folchi, asesor de Javier de la Rosa, donde se cuentan los detalles del dinero kuwaití y cómo se utilizó.
Publicidad
Datos útiles
LA CONFERENCIA. Presentación del libro 'El jefe de los espías', en torno a la figura del general Emilio Alonso Manglano, a cargo de Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote, sus autores.
LUGAR Y FECHA. Sede del Patronato Provincial de Turismo, antiguo Colegio de Niñas Nobles. Cárcel Baja, 3. Martes, 25 de enero a las 19.30 horas.
ACCESO. Libre hasta completar aforo.
CON EL PATROCINIO DE Fundación 'La Caixa'
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión