Cuando a los 'locos' se les encerraba en el Hospital Real de Granada

Pues bien, la historia de Lili es el hilo conductor de una interesante exposición del fotógrafo y cineasta Javier Morales sobre esos lugares siniestros, llamados peyorativamente 'loqueros', donde se enclaustraba a los pacientes psiquiátricos –algunos de ellos sin indicios claros de padecer enfermedad– para someterlos a 'terapias' basadas fundamentalmente en el sufrimiento.

La muestra, que se llama 'Lili y el saber profano' y que se puede ver en la sala Ático del palacio de los Condes de Gabia hasta el 19 de septiembre, introduce al espectador en una atmósfera lúgubre que evoca aquellos espacios de internamiento como fueron en Granada el Hospital Real y, posteriormente, la actual Facultad de Bellas Artes. Edificios destinados en su día a los 'locos' y que están reproducidos en varias de las treinta fotografías que conforman 'Lili y el saber profano'.Imágenes extraídas en algunos casos del archivo de la propia Diputación de Granada o que han salido de la cámara de Javier Morales.

El proyecto, en el que trabaja el artista granadino desde que en 2018 fuera propuesto al Festival de Artes Contemporáneas de la Facultad de Bellas Artes (Facba) con 'Legajo y hoja de contacto', está basado en el libro 'Cartas desde el manicomio'. Una obra escrita por varios autores entre los que se encuentran Ana Conseglieri, Rafael Huertas y Olga Villasante, que participarán en una mesa redonda previa a la clausura de 'Lili y el saber profano' después del verano.

«Las epístolas que mandaba Lili a su marido desde dentro del sanatorio fueron censuradas y nunca llegaron a su destinatario porque no se quería que se supiera en qué condiciones estaban los internos», explica Javier Morales. Y es que eran frecuentes las palizas, las descargas eléctricas y los aislamientos como procedimientos de 'corrección' de determinadas conductas y de 'sanación'. «Ponemos el foco –añade Morales– en la historia de Lili para descubrir que hay otras muchas 'lilis' y mostrar también que lo que sucedía en Leganés se podía extrapolar a otros puntos de España».

Lo primero que encuentra el público nada más entrar en la sala es un retrato de Lili. A continuación hay una impactante instantánea del 'patio de los locos' del Hospital Real, donde se pueden apreciar a algunos ingresados detrás de los barrotes de las ventanas. Los tonos que prevalecen, con una iluminación dirigida para crear un ambiente íntimo, son el blanco y el negro.

También tendrá la oportunidad de leer tres de las misivas redactadas por Lili –con una letra, por cierto, perfectamente legible– y un vídeo con el primer reportaje sonoro sobre ConchitaPiquer, aunque el sonido de la canción 'Tatuaje' se escucha desde una dependencia aledaña –Lili compuso una melodía basada en esta copla–. También hay una proyección de diapositivas.

Javier Morales (Granada, 1985) ha centrado su trabajo artístico en el mundo audiovisual. Fue el fundador de la asociación que está en el germen de Ínsula Sur, la productora de Granada de la que han salido documentales como 'Escenas del grafiti', sobre los grafiteros de Granada en los noventa que recibió una mención especial en el Festival de Jóvenes Realizadores, o 'La cosecha de lunares' sobre dos maestros de Palomares (Almería) que llevaron la educación al pueblo en los años cincuenta y que estuvo nominado en los Premios Asecan de cine andaluz. Además, Javier Morales está detrás de Deriva, una escuela sobre fotografía y cinematografía con una actividad continua de talleres de alto nivel.

Ahora mismo está centrado en el largometraje 'Tú duro, yo tiempo', cuya trama transcurre en El Valle. Se encuentra en fase de desarrollo y ya ha sido seleccionado en el Laboratorio de Proyectos del Festival de Cine de Alicante y recientemente en el Mallorca Talents Lab del Atlántida Mallorca Film Fest, festival organizado por la plataforma Filmin. También ha sido elegido para las tutorías con Fernanda Rossi dentro del Festival de Málaga.