Estas son las recomendaciones literarias de la semana
Cinco críticos analizan cinco obras publicadas recientemente
Sábado, 15 de febrero 2020, 23:35
'Juventud de cristal', de Luis Mateo Díez | Alfaguara (Madrid 2019)
Mateo Díez vuelve a su espacio mítico
Por Francisco Morales Lomas
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Juventud de cristal' transcurre en Armenta, un espacio ficticio leonés, mítico, como Celama, en sus obras, y una recreación de sus ... habitantes a través de un continuum de alegorizaciones diversas donde no falta la ironía, el sarcasmo, el trazo fino de lo sutil y esperpéntico, bajo la batuta de la narradora-protagonista, Mina, que va construyendo un relato preciso a través de las asociaciones de escenas numerosas y personajes vividos que combinan el sentido y el pensamiento de una época ya periclitada.
La novedad está no ya solo en la construcción mítica de esas vidas sino en su proyección figurada, en su sistematización legendaria con las asociaciones de significados en torno a la historiografía o a las películas que veían en el cine Sustos, con cuyos actos, situaciones y personajes se identifican, pero también en torno a la identidad con los elementos de la naturaleza. Esta asociación genera, crea una voluntad de ir más allá de los límites que impone la memoria y el propio relato y adentrarse en lo simbólico y proyectivo de estas vidas.
En 'Juventud de cristal' la creación de las situaciones, de las vidas, de los hechos acaecidos sintéticamente se quedarían en un anecdotario lacónico sin esa proyección fabulosa, mítica y la conversión de los personajes y hechos en relevantes para el resto de la humanidad. Mina, además, es un personaje que no es solo el relator de vidas ajenas, sino que en su humanidad trata siempre de ayudar, de «salvar», al que se encuentra en peligro. Es una «samaritana» que nace para la humanidad y la solidaridad y en ella encuentra un papel noble y cuyo final (que no desvelamos) queda en la sublime estampa de una necrológica. Por esta razón todos la respetan y acuden a ella cuando las circunstancias lo requieren.
Personajes como Verino y Otero, siempre metidos en líos, y sus novias Eli y Sauce; la historia familiar en torno a su padre; su madre (que en un momento desaparece, con la simbología de la pérdida, pasajera intermitente, ensimismada, niña ausente…), sus hermanos gemelos, que eran unos trastos; el mohicano Calcedo y Cericia, la cartaginesa con su labio leporino; Lalo y Angorina; Dolín Cavedo y su triple suicidio; el estudiante de veterinaria Corrado Mella… El valor alegorizador permite al escritor presentar situaciones esperpénticas o realizar juegos malabares de significaciones, siendo lo connotativo determinante y creador de una riqueza semántica reveladora.
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Suicidios, noviazgos, cines, diversiones, pérdidas, soledades, ausencias, amistades y peligros… forman parte del vivir y también de una juventud cuyo retrato ofrece con todo tipo de matices sutiles y la sabiduría de un escritor que crea un mundo propio, personal, selecto.
'Nunca será siempre', de David Martínez Álvarez-Rayden y Noemí Villamuza | Destino (Barcelona, 2019)
Referente para un lecto universal
Por María del Carmen Quiles Cabrera
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Hay obras que invitan a ser visitadas, que nos ofrecen un paseo por sus páginas. Pero también hay otras que nos invitan a quedarnos, que nos hacen detener la mirada para permanecer ellas, para recrearnos en cada una de sus frases, en cada uno de sus trazos. 'Nunca será siempre' se abre con un juego de palabras que, al tiempo, esclarece una auténtica verdad. El autor acude al uso de dos adverbios a los que carga de simbología. Con ellos da nombre a las dos protagonistas del relato: Siempre y Nunca. Ambas encarnan respectivamente el optimismo y la negación, dos formas distintas de encarar los retos y las exigencias de la cotidianeidad. David Martínez nos conduce a una reflexión sobre nosotros mismos y sobre nuestra actitud ante la vida. Siempre representa los sueños, la valentía, las ganas de explorar y descubrir nuevas cosas. Sin embargo, Nunca encarna el miedo –también, por qué no, la prudencia–, los límites autoimpuestos, la represión, la autocensura que nos lleva al límite, que nos ancla en el suelo y nos impide, no ya iniciar nuestro propio vuelo, sino también ver el de los demás.
El autor narra una preciosa historia que es metáfora de la vida en la que unos y otros luchamos por encontrar ese equilibrio entre el valor y la mesura, si bien el autor nos emplaza a mirar al futuro con fortaleza, a pensar que no hay límites. ¿Cuántas cosas nos perdemos por temor al fracaso, a lo desconocido, a lo que nos parece inalcanzable? Esta historia nos pone en la piel de dos modelos de persona muy diferentes. Queda en manos del lector decidir con cuál se identifica, enjuiciar ambas realidades, buscar su propia identidad y reflexionar sobre sí mismo.
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Las ilustraciones de Noemí Villamuza también nos cuentan y nos transportan a esas dos visiones opuestas del mundo. La dulzura y brillantez de las imágenes hacen de este un libro entrañable, con una calidad incuestionable tanto en la forma como en el fondo. Villamuza conjuga distintas intensidades en el color, acompasando los dibujos con los perfiles de las protagonistas, a las que acompaña de elementos preciosos que dicen muchas cosas sin necesidad de usar palabras. Y, entre el texto y la imagen, los lectores, sin ser conscientes, van haciendo equilibrio, alcanzando la empatía con esas dos formas tan diferentes de estar en el mundo. El relato nos interroga y nos ofrece una salida. En definitiva, 'Nunca será siempre' suma un nuevo tesoro al panorama actual de la literatura infantil y juvenil. Un referente literario espléndido para un lector universal que busca textos con los que quedarse, con los que poder contar a pesar del tiempo.
'Las piedras de Chile (1959-1961)', de Pablo Neruda | Pandora (Sevilla, 2019)
Una verdadera joya bibliográfica
Por Albert Torés
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En una excepcional edición a cargo de Pedro Tabernero y con colaboraciones literarias a cargo de Jaime Concha, Hernán Loyola, Darío Oses y Alain Sicard, se nos ofrece una verdadera joya bibliográfica. Neruda en su condición de poeta de la materia, encontró dos grandes espacios míticos: El mar y la tierra. En esa suerte de inventario poético del mundo, el artista Juan Gómez Macías acompaña al Premio Nobel con unas ilustraciones que ofrecen una perspectiva histórica y visual de esta obra. Lo hará con más de medio centenar de obras, óleos y técnicas mixtas que en palabras del editor «conjugan grafismos figurativos y expresionistas muy cercanos al espíritu nerudiano».
'Los signos ocultos del paisaje', de Rafael del Campo Vázquez | Anfora Nova (Córdoba, 2019)
Una bitácora de río y galerías del alma machadianas para llegar al mar
Por José Cabrera Martos
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La producción lírica de Rafael del Campo Vázquez (Córdoba, 1967) ahonda en una de las cuestiones básicas de la conciencia humana, «el ser y su tiempo» (Heidegger). Desde su primer poemario 'Las edades del día' hasta el presente 'Los signos ocultos del paisaje' asistimos a la deriva del ser sumergido en el deseo de la transustanciación panteísta donde no consta lo antropocéntrico. Para ello, la palabra poética se articula como un modo de comprensión neorromántico más allá de las «sombras y de la niebla» a través del paisaje natural/anímico donde se encuentran «las claves del misterio», frente al paisaje urbano domesticado, sea el caso de la composición 'Perro'. Los poemas se articulan exclusivamente sobre el alejandrino blanco. Rafael del Campo ha logrado alzar una bitácora de río y galerías del alma machadianas para arribar al mar atravesando las cuatro estaciones y sus signos –la sonrisa primaveral del hijo, la amada estival, los recuerdos autumnales o «la vieja» invernal del infinito– que «explican todo» y «a todo dan sentido», posibilitando la levedad necesaria: «Para vivir me basta tener los ojos limpios».
'La hija de la española', de Karina Sainz Borgo | Lumen (Barcelona, 2019)
Una novela conmovedora y trepidante
Por M. Á. Jiménez Aguilar
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Un país y una ciudad al borde del abismo, dominados por el caos, la escasez, el sufrimiento, la necesidad de supervivencia y la desaparición de inocentes; pero también la historia de Adelaida, una joven que tiene que enfrentarse a una realidad gobernada por la extrañeza del otro, el oprobio y la vergüenza. Solo el anuncio de la existencia de un pasaporte español puede ayudarle a vencer el horror cotidiano.
Convertida en fenómenos editorial, La hija de la española es una novela conmovedora y trepidante, que atrapa al lector y lo sitúa ante un mundo más habitual y menos extraño de lo que podría parecer.
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