«Cada día soy más Iñaki C. Martínez que Iñaki Cano»

El libro es un emocionante y divertido thriller protagonizado por un famoso periodista televisivo que, en sus ratos libres, es un ¿buen? asesino (como ven, ha cambiado unos mates por otros…). Una novela que, pese a que advierte que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, guarda decenas de resonancias con lugares, personas e instituciones. «Nada es real. Excepto la conversación final. Ese diálogo sí que sucedió», guiña.

–Su voz está muy asociada al deporte y a la NBA. Qué cambio.

–En el fondo sigo siendo el mismo. En la tele salgo con el deporte, pero me gusta mucho el cine, la literatura, las series... Soy muchas cosas al mismo tiempo (ríe).

–Los periodistas que escriben novelas suelen hacerlo de noche. Usted lo tiene difícil, ¿no?

–No, te equivocas. Mi cabeza funciona por la noche. Y no solo por las 18 temporadas de NBA que llevo encima, sino porque siempre he sido nocturno. Escribir por la noche es mejor, nadie te molesta y ya hay auriculares maravillosos con los que no molestas a nadie.

–¿Escribe con música?

–Sí, con bandas sonoras de películas. Tengo una lista con 733 canciones de Hans Zimmer, Theodore Shapiro, Alexandre Desplat, Ludwig Göransson, John Williams... Mi cabeza va muy rápido todo el día y para escribir necesito bajar el ritmo. La música de ciertas películas me ayuda a centrarme.

–¿Cómo surgió la idea de escribir ficción?

–La novela nace de una mentira de la que soy víctima. Una mentira que me lleva a un sitio muy complicado, muy oscuro.

–¿Qué mentira?

–No puedo decírtelo, sería darle más valor a la persona que me la tiró. No se merece ni un segundo. Casi me destruye.

–¿Escribir le salvó?

–Una de las formas para salir de ese lugar oscuro fue escribir. Siempre he escrito relatos cortos, pero nunca había tenido el valor de hacer algo más largo. Tenía una idea para desarrollar: un periodista muy famoso de la televisión que mata a gente. Que, incluso, le gusta matar.

–Venga, cuente 'Si te digo mi nombre tendré que matarte'.

–Es un thriller poco habitual, el tipo de novela que me gustaría leer a mí. Una historia que recorre lugares a los que la gente normal no tenemos acceso. El protagonista, famoso por su trabajo en televisión, asesina... pero también tiene algo de justiciero. Creo que es una novela para que el lector se lo pase bien, para disfrutar de una aventura y un universo que espero y deseo no sean verdad.

–Ese periodista lidia con ciertas frutraciones que, lo mismo, le suenan al lector.

–Nací en 1983 y creo que somos la generación más preparada. Nos sueltas en cualquier parte del mundo y no nos vamos a poner nerviosos. Estamos más sanos, somos más fuertes y más inteligentes... Pero, al final del día, los que mandan son gente que no tienen ninguna capacidad de liderazgo y que no quieren soltar unas riendas que, creo, nuestra generación podría llevar perfectamente. Eso produce frustración. Y el protagonista hace realidad lo que todos hemos pensado alguna vez... No lo hacemos porque somos personas civilizadas (ríe), pero sí que hay un punto de rabia y frustración por lo que nos rodea. ¿Quién no se ha preguntado nunca «por qué ha llegado ese tipo a un puesto tan alto»?

–Dice Antoni Daimiel que es el cruce entre 'Reina roja' y 'American Psycho'.

–Ostras, cuando lo leí me quedé alucinado. Me flipa pensar que estoy en la misma editorial que Juan Gómez Jurado, que en esto del thriller es el que manda. Mi padre (el también periodista Iñaki Cano) dice que le ve ciertos golpes muy de Eduardo Mendoza, un autor que me encanta.

–Firma usted el libro como Iñaki C. Martínez. ¿Si me dice su apellido tendrá que matarme?

–(ríe) Eso tiene una respuesta sencilla y sentimental. Si soy un devorador de libros y escribo se lo debo a mi madre (Toni Martínez), que además de periodista es profesora de Lengua y Literatura. Era justo que luciera el apellido de mi madre bien grande. Es un homenaje a ella. Además, creo que suena bien, suena a escritor. Y creo que cada día soy más Iñaki C. Martínez que Iñaki Cano.

–En la novela, es inevitable ponerle cara a ciertos personajes...

–Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Hay gente que me dice que tal personaje es como Fulanito y luego otros me dicen que les recuerda a Menganito. Si me imagino un mundo de poderosos en la sombra, qué casualidad que todos aparecen tarde o temprano en un palco de un estadio de fútbol, da igual el equipo...

–Ya, pero la primera víctima del libro sucede después de contar que le gustan Los Planetas.

–(ríe) En la universidad, los que se hacían los guays hablaban de Los Planetas como si fuera una religión y si no te gustaban no eras de su círculo. Iba más por ahí... También te digo que Los Planetas es uno de los mejores grupo de la historia de este país y que el verano pasado los vi tres veces con la gira 'Súper 8', más 'Segundo premio' en el cine. Que no haya sospechas (ríe).

–¿Habrá más novelas?

–Nunca he recibido tanto apoyo en mi carrera profesional como el que me han dado en Penguin Random House y Ediciones B. Me empujan y me quieren. Y yo quiero seguir escribiendo. Ya veremos el tema, tengo varias ideas... Sea como sea, seguiré escribiendo con el mismo estilo:directo y sencillo, que es algo muy complicado. Y eso es lo que te prometo que habrá en el segundo libro. Porque habrá un segundo libro.