El escritor Carlos Bassas del Rey. PEPE MARÍN

«Lo que nos define es que somos la única especie que cuenta historias»

Carlos Bassas, escritor y guionista ·

El ganador del premio Hammet y autor de 'Sinántropos' ha visitado esta semana Granada para participar en Gravite

Martes, 31 de mayo 2022, 00:50

«Aquí empieza mi historia», dice la camiseta del tipo que acaba de pedir un café. Una brisa agradable serpentea la terraza del bar y ... remueve las páginas de libros y libretas sobre la mesa, como si fueran palmeras en la mar. El hombre sostiene la taza con su mano derecha, dejando a la vista una 'J' tatuada en la muñeca. «Venir de Pamplona a Granada tiene su cosa», bromea, repasando el abrupto trayecto. Viene para participar en el Gravite, el festival donde el tiempo y las artes se mezclan en el espacio. Porque el tiempo para él, para el tipo del café y la 'J', es algo relativo: es doctor en periodismo, profesor de escritura creativa, autor de una decena de novelas ('Cielos de plomo', 'El samurái errante', 'Soledad'...), guionista de cine y ganador de una decena de premios literarios. Su nombre es Carlos Bassas del Rey (Barcelona, 1974).

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Carlos Bassas del Rey. Nació usted con nombre de escritor.

–[Ríe] Sí, hay gente que me dice que tengo nombre de escritor: Carlos Bassas del Rey. Si me hubiera querido buscar un seudónimo hubiera sido uno bueno, pero en este caso viene de serie. Hace tiempo encontré a otro Carlos Bassas del Rey y contacté con él por Facebook. Lo más alucinante es que él también es del año 74, como yo. Aunque él es pastelero.

¿Era también barcelonés afincado en Pamplona?

–No, no. Yo tengo una mezcla extraña y maravillosa, de padre catalán y de madre manchega. Acabé viviendo en Pamplona porque a los 18 mi padre me dijo que podía estudiar la carrera que me diera la gana, pero con una condición: que me fuera de casa, porque lo que aprendes estando fuera de casa es tan o más importante que lo que aprendes en una carrera.

«En nuestra cabeza seguimos leyendo en voz alta y las frases tienen una música muy concreta»

¿Cuántas libretas lleva encima?

–Normalmente una y, cuando no la llevo, cosa rara, uso el móvil constantemente para escribirme notas o mandarme mails con frases. Tengo la estantería del despacho llena de papeles, servilletas, tarjetas de visitas… Incluso tengo alguna novela entera escrita a mano en una libreta.

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¿A mano?

–Cuando uno escribe a mano genera una cadencia que hace que el mensaje cale de un modo distinto en uno mismo. Las palabras suenan. Aunque estés en completo silencio, en nuestra cabeza seguimos leyendo en voz alta y las frases tienen una música muy concreta. No es lo mismo una frase con erres, con eses o con eles. Si escribes una escena violenta, cuantas más erres tengas mejor. Y para terminar un párrafo procuro usar una palabra aguda porque da más sensación de final y cierre.

J. E. C.

Le preguntaba por la libreta por aquello que decía Kapuscinski, de llevar una como periodista y otra como escritor.

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–Kapuscinski es un referente personal, escribí la primera versión del guion de la película 'Un día más con vida'. Kapuscinski tenía el elemento esencial que todo buen escritor debe tener: mirada. Tenía una mirada sobre la realidad que le rodeaba absolutamente única y especial y, además, el talento para trasladar esa mirada a las palabras.

Novelista, guionista, profesor… ¿qué le define mejor?

–Lo que más me define son las ganas de contar historias. Eso es lo que hago. Incluso como profesor, un profesor cuenta historias constantemente. Lo que nos define como humanos es que somos la única especie que cuenta historias. Y la única a la que le encanta que le cuenten historias.

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Usted ha pasado de periodista a novelista casi sin pasar por una redacción.

–Estudié Periodismo y trabajé unos meses en el Periódico de Cataluña. Me di cuenta pronto de que no era la forma de contar historias que me gustaba. Los periodistas de vocación que ejercen con pasión me parecen héroes en un mundo absolutamente hostil para ellos. Muchos periodistas han abandonado el compromiso social y se han lanzado a un espectáculo lamentable. El día que desaparezca el último nos arrepentiremos muchísimo. En fin, es una profesión demasiado seria como para ejercerla yo sin tener la convicción necesaria. Por eso me pasé a la ficción, porque la ficción me permite contar verdades usando la mentira.

«Granada es Jesús Lens y Gustavo Gómez, es Gravite y Granada Noir por encima de la Alhambra»

J. E. C.

¿Qué le une a Granada?

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–A las ciudades te pueden unir muchas cosas: una infancia, una arquitectura, una historia… o las personas. En mi caso, lo que me une a Granada son las personas. Granada es Jesús Lens y Gustavo Gómez, es Gravite y Granada Noir por encima de la Alhambra. Y conste que me encanta la Alhambra.

En Gravite habló sobre cómo contar una ciudad.

–Los escritores somos un poco vagos y usamos dos sentidos básicamente, vista y oído. Nos olvidamos del tacto, de los olores… en 'Cielos de Plomo' reconstruí la Barcelona amurallada de mediados del XIX usando todos los sentidos, para que trascendiera lo puramente arquitectónico. Las ciudades tienen temperamento y carácter, eso es lo más complicado de contar. El reto es contar la ciudad como un ser vivo.

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Háblenos de 'Sinántropos', su última novela.

–Una historia de venganza y memoria. Es la historia de un chaval de un barrio periférico de cualquier gran ciudad que, a los 14 años, se enfrenta a una situación muy dura y decide huir para sobrevivir. Años más tarde, se ve obligado a volver al hogar y eso inicia el ajuste de cuentas con el pasado.

«Las ciudades tienen temperamento y carácter, eso es lo más complicado de contar»

En la novela explica ese barrio con los agujeros negros.

–Uso constamente la ciencia para construir imágenes, metáforas o hablar de la naturaleza humana. En 'Sinántropos' uso la imagen del horizonte de sucesos de un agujero negro: ese barrio marginal es el agujero que tira de él. Lo que planteo es que si naces en un agujero negro, por mucho que te esfuerces, aunque seas tan veloz como la luz, jamás lograrás escapar a tus orígenes.

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¿Por qué es la 'J' tatuada?

–Es la 'J' de la portada de 'Justo', con la que gané el Hammet, el premio más importante que me han dado. Es la jota de 'Justo' y de 'Jammet' [ríe].

¿Con qué palabra terminamos?

–Tesón.

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