El pianista Kenny Barron durante su actuación. Juan Jesús García

Kenny Barron da una clase maestra en Jazz en la Costa

El pianista de Filadelfia actuó el miércoles con su cuarteto All star, formado por Steve Nelson (vibráfono), Peter Washington (contrabajo) y Johnathan Blake (batería)

Juan Jesús García

Granada

Viernes, 23 de julio 2021, 00:29

El pianista de Filadelfia es la mayor garantía de fiabilidad que hay para un festival. A sus 78 años nunca falla. Es el depositario de ... una tradición de la que van quedando ya cada vez menos nombres propios. Barron recoge las esencias jazzísticas del espíritu de club, y cuando sus manos se posan sobre el metro y medio de teclas, el placer está asegurado. Si en él confiaron nombres como los de Dizzy Gillespie o Stan Getz, pasando por Stanley Turrentine, Milt Jackson o James Moody, ¿qué les queda a los espectadores? Solo disfrutar de su trabajo y aplaudir. Así, y de pie, todo el aforo del Majuelo agradeció con una larga ovación lo escuchado en la segunda noche del festival sexitano. Por cierto que, habida cuenta de la extensión al aire libre del parque botánico y la demanda de entradas para el programa, la organización ha decidido sacar un plus de 50 localidades más cada noche.

Publicidad

Le hemos escuchado solo y en compañía de otros, de dos en su tradicional trío, y ahora en cuarteto con el añadido del vibráfono. Siempre equipos bien avenidos y trabajados. Ayuda lo suyo a que Barron sea el mejor intérprete de estándares que uno se puede echar a los oídos, idioma común y compartido. En este caso con su enorme –en todos los sentidos– baterista Jonathan Blake, en la sala de máquinas junto al expresivo Peter Washington (un 10 para el técnico, que le permitió sonar en su sitio y con nitidez, algo infrecuente con los contrabajistas). Por su propia arquitectura, el vibráfono se sentía muy fuerte, casi como una percusión de muy cerca, y ya en su nivel más lejos del borde del escenario.

Número de Thelonius Monk

Desde que Barron formara parte en 1981 del grupo Sphere, no suele faltar ningún número de Thelonius Monk en sus conciertos. El miércoles fueron dos. Abrió con Monk Dreams y más adelante volvería a citarle con el brioso Rhythm-a-Ning. En su pulsación hay fuerza y velocidad sin pirotecnia, su bop es garante de seriedad y exactitud, pero sobre todo gusta de una emotividad y un lirismo conmovedor. A este superviviente le responde el piano con la docilidad y lealtad que nuestro perro cuando le acariciamos, nuestro amigo de años que nos cede sus secretos sin pedírselos, con gusto y placer. Porque hay pianistas que tocan mucho, pero casi ninguno que lo haga tan 'bonito' (a falta de escuchar el lirismo del cubano Rodríguez esta noche, otro experto): su Body & Soul resultó exquisito, sublime, y es poco decir.

Tampoco suele faltar en su repertorio alguna bossa, y alguna pieza de esas que detienen el tiempo, como 'How Deep Is the Ocean?', material incandescente para la rueda de solos: Steve Nelson a dos, tres y cuatro mazas siempre dialogando fraternalmente con el piano; Steve Nelson impecable, y un baterista que pude hace de sus tambores todo un mundo por explorar ¡y explotar llegado el caso!.

Publicidad

Cerró la noche solo, haciendo un homenaje al tándem Ellington y Strayhorn. Y cuando un maestro habla, los demás callamos… Y aplaudimos.

La cantante franco dominicana en un momento del concierto. J. J. García

Cyrille Aymée encandiló en Almuñécar

La cantante franco dominicana sorprendió este jueves muy gratamente a los espectadores del festival de Jazz de Almuñécar, con una interpretación fresquísima y variada de este estilo musical. Cantando en varios idiomas y dirigiéndose en castellano a la audiencia, dejó un gran sabor de boca y más de oído, por sus ganas de comunicar y sus habilidades vocales, que la han permitido ganar el concurso Sarah Vaughan, el más importante del mundo para cantantes de jazz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad