Se agradece un concierto de flamenco clásico entre tanta innovación y desconcierto. La cantaora Argentina puso bandera, con derecho propio, este sábado, en la Abadía ... del Sacromonte, dentro de la Primera Bienal de Flamenco de Granada. Con una de las voces más poderosas del flamenco contemporáneo, la onubense ofreció, en su espectáculo 'Hábitat' un repertorio clásico, pero con los toques modernos que le supieron aportar los excelentes guitarristas convocados. A saber: José Quevedo 'Bolita', Eugenio Iglesias y Francis Gómez.
Publicidad
Con voz clara y potente, como decimos, Argentina comenzó en penumbra cantando una milonga íntima, con solo Bolita de guitarrista. La luz se hizo por tanguillos, en los que les secundaba todo el elenco. Un punto a favor de esta cantaora, fue contar con tres palmeros (Roberto Jaén, Diego Montoya y Emilio Florido), que, con exactitud en el compás y el soniquete, podían conformar espectáculo aparte. Esto, unido al sonido impecable de la Abadía (el mejor que se encuentra en los espacios de esta Bienal), elevo en varios enteros la calidad ofrecida. Por serrana prosiguió la noche, con la guitarra de Eugenio iglesias, para pasar a una zambra caracolera, con aire de villancico integrado en las bulerías que remataron la pieza. Tras unos cantes mineros, ilustrados por Francis Gómez a la guitarra, y una soleá, con Eugenio, se hizo un breve paréntesis, en el que José Quevedo se marcó unas bulerías, acompañado tan solo de palmas.
Argentina regresó, con un vestido fucsia, para emprender con nuevos bríos una seguiriya, principiada con toná. Una seguiriya exigente, que le impidió terminar sentada. De aquí paso a las alegrías, en las que unas letras sobre la Toma de Granada las emparentó generosamente al terruño. No podían faltar, en la recta final, los fandangos de Huelva, para hacer patria, no en vano es Hija Predilecta de la ciudad. Unos fandangos que borda y domina, donde es larga y valiente. Unos fandangos fueron naturales en un comienzo, en los que se acordó del maestro Morente y donde se alternaban las tres guitarras. Unos fandangos que pronto se hicieron fiesta, con los tres guitarristas al unísono, haciendo un recorrido por los estilos huelvanos, desde Almonaster hasta Alosno, pasando por Valverde. Terminó el recital como no podía ser menos con cuplé por bulerías.
Tras los aplausos, la cantaora preguntó a los organizadores si podía cantar algo más. Y por supuesto que tuvo permiso. Y desde luego que cantó; e hizo las delicias del público asistente interpretando 'María la portuguesa', de Carlos Cano, por bulerías.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión