La cantera del baile flamenco granadino nose agota

La Muestra de Baile de Granada, en su cuarta edición, es, sin lugar a dudas, la mejor iniciativa para el flamenco de base de nuestra ciudad. No es un festival, ni un certamen, se asegura. No es un concurso en el que se compita para destacar a los mejores y poner un orden de precedencia. Se trata de tener unos días de encuentro al año, para verse las caras y conocer que hay cientos de chicas y chicos, en todos los rincones de Granada, que comparten la misma pasión.

Los distintos centros de formación en nuestra tierra dedicados al baile tienen, además de sus tareas generales, una finalidad real, que es el encuentro en el emblemático teatro granadino, con lo que eso conlleva. Algunas de las chicas (también hay chicos, aunque pocos) ponían cara de circunstancia y estaban pendientes de cada uno de sus movimientos, pero otras asumían su papel y disfrutan, con una soltura prometedora. No es de extrañar que el futuro próximo del baile flamenco granadino se esconda en esta Muestra. Mónica Morales, profesora de la escuela que lleva su nombre, nos dice: «Para nosotras es muy importante cada año 'Granada baila', porque hacemos durante todo el año un esfuerzo grandísimo, mucha dedicación al baile y a la enseñanza y, gracias a esta Muestra, cada año el espectador y el alumnado pueden ver cómo vamos evolucionando. Por mi parte, muy agradecida por contar siempre con mi escuela y con una organización que mejora cada año. Creo que tenemos que apoyar muchísimo este gran evento Que en nuestra tierra tenemos mucho arte y las escuelas luchamos mucho para mantenernos».

Amalia Domínguez, profesora de la Escuela Municipal de Baile de Monachil, declara: «Este es el primer año que hemos participado, con alumnas de entre tres a setenta y cinco años de edad, y no tengo palabras para agradecer está oportunidad, porque solo esa ilusión tan grande que han tenido todas ya lo vale… Será una experiencia inolvidable para cada una de ellas y para mí también».

La profesora Priscila Pérez, que dirige quizá la escuela más numerosa del encuentro, asegura: «Para mí supone una gran oportunidad de mostrar nuestro trabajo y seguir luchando por la cultura de la danza y el flamenco en este teatro tan importante. Para mis alumnas es una experiencia única de poder bailar en el Teatro Isabel la Católica por donde han pasado tantos artistas».

Por último, María Belén, profesora de Francis y Dulce, expone su realidad: «Es una inyección para los jóvenes valores y talentos que tenemos en nuestra tierra. Muchos alumnos vienen con problemas, bien sea de salud, emocionales, psicológicos… Pero todos, por medio del flamenco, olvidan esas barreras. Por otra parte están las que llevan el flamenco en la sangre, como se suele decir, y luego estamos los profesores que nos sentimos tan orgullosos de cada una de ellas, en quienes vemos reflejadas nuestra niñez, cuando emprendimos nuestra carrera».

Todo empezó en 2019, cuando un grupo de emprendedores granadinos, avalados por el Ayuntamiento, puso en marcha tal iniciativa, imprescindible en una ciudad que mueve a tantos cientos de chicas, chicos y familiares en torno al baile flamenco. En estos años ha habido mejoras evidentes, no en cuanto a la organización, dinámica, sonido, etc. —que también—, sino en la calidad de las actuaciones, en las coreografías propuestas, en el vestuario, en los detalles y hasta en las transiciones y saludos, haciendo de la Muestra un encuentro encaminado a la profesionalidad.