Refugio para la cantera de escritores jienenses

Este martes se inauguró la Biblioteca Literaria Giennense, impulsada por el Instituto de Estudios Giennenses (IEG) de la Diputación, un nuevo espacio cultural dentro del Palacio Provincial al que se accede por la calle Joaquín Tenorio. Entrar en ella invita a dejar atrás el ruido exterior para descubrir nuevas lecturas. La bienvenida la da Manuel Caballero Venzalá, un retrato firmado por Miguel Viribay que no está ahí por casualidad. Y es que este escritor y canónigo marteño que dedicó su vida entera al conocimiento y a la investigación histórica de la provincia en la que nació, de los personajes que la habitaron desde la antigüedad y de las obras que escribieron —asuntos en los que fue un «verdadero especialista», como señala la Real Academia de la Historia—, recibe ahora a quienes, como él, sienten interés por esta tierra. Ya lo dijo la consejera directora del IEG, Adela Tarifa: Caballero Venzalá es el «maestro de los intelectuales» que acudieron a la inauguración.

Pero no es el único símbolo que se esconde aquí. El Quijote no puede faltar en una biblioteca, así que las paredes de esta lucen dos reproducciones de ilustraciones hechas por Lorenzo Goñi, un guiño también a este dibujante, ilustrador y pintor jienense.

En su puesta de largo, coincidiendo con el Día de la Provincia, la Biblioteca Literaria Giennense se llenó de autoridades y representantes de la universidad, las instituciones y los medios de comunicación, escritores y la parte más importante de este engranaje: el equipo técnico del IEG, cuyo trabajo, alejado de los flashes y los micrófonos, hace posible que este organismo cuente con el depósito bibliográfico de información provincial más importante del mundo, y que se complementa ahora con esta biblioteca.

«Hoy es un día importantísimo en la historia de Jaén porque inaugurar una biblioteca pública es abrir el futuro y la esperanza, ya que no existe libertad sin libros», indicó a IDEAL Adela Tarifa. El objetivo es que se convierta en un centro cultural abierto también a presentaciones y otras actividades del IEG, que se irán anunciando a lo largo del año. Un complemento no solo a las bibliotecas de la ciudad, sino a la propia del IEG en el sentido de que «la expande», en palabras de Tarifa, porque es de préstamo y tiene zona de lectura, 50 puestos aproximadamente, «unos servicios que en el IEG no podemos prestar ahora por el tipo de documentación que tenemos».

Para sacar libros se deberá solicitar un carné en las propias instalaciones. Habrá flexibilidad en los préstamos y horarios de apertura amplios, principalmente por las tardes. Esta biblioteca es la plasmación material del proyecto de investigación Atlas literario de la provincia de Jaén, de carácter virtual, que se puede consultar desde cualquier parte del mundo. ¿Cómo funciona? Haciendo 'clic' en cada pueblo aparece una relación de autores locales con sus obras, pudiéndose descargar incluso si son de dominio público. También se pueden leer críticas en caso de haberlas.

Esta nueva biblioteca es «un hito más», según el consejero bibliotecario, Salvador Contreras, quien reconoció que el IEG no deja de trabajar. Sus archivos literarios siguen siendo «desconocidos» para buena parte de la población: al de Miguel Hernández se suman los de Manuel Andújar —«imprescindible para conocer la literatura del exilio español»—, Manuel Urbano, López Pérez o Juan Eslava Galán.

El escritor arjonero fue otra figura reconocida de la literatura jienense que participó en la inauguración. «Me ha emocionado entrar por esa puerta por la que hacía 68 años que no entraba», contó Eslava Galán sobre este espacio que por aquel entonces albergaba la hemeroteca. Una de sus ilusiones al mudarse a Jaén era poder ir a las bibliotecas, ya que en Arjona no había, pero al llegar aquí se encontró la provincial cerrada. La otra opción era la hemeroteca, para la que se necesitaba un carné que habían de sellar en algún comercio de alrededor como garantía. «A mí no me conocía nadie, obviamente. Estuve repasando farmacias a ver si me podían poner el tampón, me miraban de forma rara, y al final encontré una que lo hizo. Mi vocación literaria nació entre estas cuatro paredes», explicó Eslava Galán.

De su dilatada experiencia literaria, su contacto con los libros y de las bibliotecas habló por la tarde en la conferencia con la que se abrieron las actividades previstas en este nuevo espacio cultural. Una charla como si estuviera con amigos en torno a la mesa camilla, tal y como avanzó. El arjonero puso además en valor la «excelente» cantera de escritores jienenses. «Un lugar como este sin duda alguna va a coadyuvar a que esa cantera funcione como todos queremos que funcione para el bien de la provincia», dijo Eslava Galán, quien aprovechó la ocasión para felicitar a la Diputación por estar, «una vez más, a la cabeza de la cultura provincial».

El presidente de la Diputación de Jaén, Paco Reyes, explicó que con este acto se ponía fin a la programación de actividades con motivo del Día de la Provincia, entre ellas, el izado de la bandera, la entrega de los Premios de la Provincia y la Feria de los Pueblos.

La Biblioteca Literaria Giennense «va a permitir mostrar el impresionante listado bibliográfico relacionado con la provincia, ya que el IEG tiene más de 300.000 registros bibliográficos ligados a nuestra tierra, de los cuales 5.000 van a estar disponibles en esta sala para préstamos a quien tenga interés en leerlos».

En esta línea, Reyes enfatizó que será «un lugar de consulta, de lectura, pero también de actividad cultural, porque vamos a elaborar una programación cultural a lo largo de todo el año, al mismo tiempo que va a estar disponible para la presentación de obras en este espacio céntrico de la ciudad de Jaén ubicado en el Palacio Provincial, que ha quedado muy digno y a pie de calle».

Por la puesta en marcha de este proyecto, Reyes felicitó al personal del IEG y a su gerente, «por su ilusión y buen hacer para crear un espacio más que la Diputación dedica a la cultura con mayúsculas». Una cultura que, como recordó, «nunca es un gasto, sino una inversión».

Ahora solo falta que estas salas se llenen de vida para que Manuel Caballero Venzalá, allá donde esté, sienta orgullo al ver que su legado, y el de tantos otros, convive con el de los jóvenes.