'10 mujeres, 10 historias', de Estrella Melero, se expone en Cazorla dentro del 8M

Graduada en Fotografía Artística en la Escuela de Arte de Granada y formada laboralmente en Madrid en la agencia 'El Marco Rojo', Melero pasó también un largo periodo de tiempo en Berlín, donde siguió potenciando su lado más artístico. En 2019, decidió iniciar un camino profesional por cuenta propia que le ha traído hasta hoy, combinando reportaje social, fotografía artística, documental, artes escénicas, naturaleza, moda o arte.

Con '10 Mujeres-10 Historias', ha querido reflejar la idea de que «detrás de cada mujer hay una historia, y aunque en este caso son 10, realmente son infinitas», ha aclarado la fotógrafa cazorleña. Evidenciando también el origen de este proyecto, que era «lanzar un mensaje preñado de fuerza a través del ejemplo de estas mujeres reales y de nuestro tiempo, que han demostrado superarse a ellas mismas, consiguiendo mejorar sus condiciones de vida a pesar de los miedos, obstáculos o retos que se les han puesto por delante». Y en esta línea, «he buscado la más amplia variedad de historias, así como que fueran vecinas de Cazorla, nacidas o residentes en la localidad», ha detallado. Así, entre ellas se puede encontar a mujeres deportistas, procedentes de distintas etnias, altas ejecutivas, inmigrantes, pacientes de cáncer, jóvenes, ancianas, agricultoras, madres, empresarias o artistas.

Para la materialización de esta exposición, Estrella Melero ha utilizado iluminación de estudio, generalmente lateral y difuminada, simulando la luz de una ventana, buscando sombras suaves y naturales. El fondo negro y la ropa negra otorgan todo el protagonismo a la piel, la mirada y la esencia de las modelos. Antes, una entrevista en profundidad a cada una de ellas «diseñó la foto en mi mente mientras hablábamos, para luego ejecutarla en el estudio», ha explicado la artista, concluyendo que este proyecto «lo he vivido como si ellas tuvieran que expresarse a través de mí, por lo que he trabajado teniendo muy en cuenta obtener su reflejo más fiel dentro de la unidad del reportaje». Con esta idea, en algunos casos ha utilizado elementos externos, para representar historias paralelas que algunas llevan consigo, de forma metafórica o real. Y todas las imágenes responden a un sólo disparo, lo que quiere decir que la escena está creada de forma real, sin añadir ningún elemento externo en la postproducción.

«Este proceso ha sido muy especial, de principio a fin», ha reconocido, emocionada la fotógrafa, «porque he tenido que contactar con ellas, proponerle el motivo, entrevistarlas y conocerlas una a una, abriéndose a mí en aspectos muy íntimos; hablando como amigas, empatizando con ellas y sumergiéndome en sus historias». Es por esto que ha sentido «una gran responsabilidad, y para mí el mayor éxito ha sido que ellas se sientan identificadas en la fotografía final»