Cazorla ya viste sus mejores galas para abrir este jueves el XXVII Bluescazorla

Los negocios de hostelería se frotan las manos ante la absoluta seguridad de otro gran espaldarazo económico, que ya es palpable incluso desde el pasado fin de semana. Prueba más que evidente de que la Cultura, además de vital como alimento intelectual, puede ser una colosal generadora de riqueza y empleo, y ello en un municipio de poco más de 7.500 habitantes.

Y, como ya es tradición, será la Plaza de Toros, el Escenario Cruzcampo, el lugar en el que todo dé comienzo esta noche. Será a las 22,30 horas cuando saltarán a la arena The Waterboys, la grandísima banda liderada por Mike Scott que es, sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos de esta edición. A renglón seguido, alrededor de la medianoche será el turno del «rock rompedor al estilo Rolling Stone», según la revista Billboard, de Joe Louis Walker. Otro referente del cartel que ha trabajado con Ike Turner, Bonnie Raitt, Taj Mahal, y Steve Cropper, que ha sido telonero de Muddy Waters y The lonious Monk, y que es sin duda un grande entre los grandes.

Ya en la madrugada del viernes, sobre la 1,30 horas, subirá al escenario Chris Cain, uno de los primeros artistas confirmados del cartel, ha generado una gran expectación por la gran acogida que han tenido a sus 65 años y 15 albumes editados. De él ha dicho Joe Bonamassa que se trata de «uno de mis músicos de blues favoritos de todos los tiempos. Chris me ha influenciado desde que tuve una guitarra. Tono y fraseo mágico. Voz asesina y canciones épicas». Finalmente, a las 3,00 horas de la madrugada, Johnny Rawls ofrecerá al público congregado en el coso taurino cazorleño una buena muestra de toda su experiencia: cinco décadas sobre los escenarios de todo el mundo.

Y este viernes, sin solución de continuidad se inaugurarán el resto de escenarios: el de la Plaza Vieja –Escenario Cazorla Naturalmanía-, el del Auditorio del Parque –Escenario Jaén Paraíso Interior- y el del Teatro de la Merced. Lugares los dos primeros en los que, por una vez y sin que sirva de precedente -dado el calor que se espera-, se derrochará el agua que, generosa, mana de sus fuentes. Fresca y cristalina, como el alma de este festival que no deja de sorprender a propios y extraños.