Los festivales de música se adaptan para volver a Granada
Mueven sus fechas y adaptan formatos a la normativa pandémica con la esperanza de volver a celebrarse dentro de una normalidad mutante
juan jesús garcía
Lunes, 5 de abril 2021, 00:46
El año pasado por estas fechas, las hojas del nutrido calendario festivalero habitual se vinieron abajo de un día para otro. La mayoría de los ... certámenes estivales se suspendieron o se retrasaron a este 2021, esperando buenas nuevas en la situación de la pandemia. Apenas algunos se pudieron adaptar a los continuos cambios de reglas sanitarias para celebrarse, o más bien para afirmar simbólicamente su existencia y echar una mano al maltrecho oficio del arte. El resto se canceló.
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Doce meses después la situación es bastante distinta, lo que fue pánico al contagio en su momento es serio respeto ahora, y se le tienen cogidas las medidas exactas a los requerimientos preventivos. Estando así las cosas, esas congregaciones de gentío feliz que eran las romerías musicales parece que se pueden llevar a cabo dentro de un orden y un sentido común. Con el sol primaveral están llegando noticias de movimiento de estas actividades antes multitudinarias.
FESTIVALES Y FECHAS
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Abril para Vivir 27 abril-2 mayo
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En Órbita 15 mayo (probable retraso)
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Noches Espaciales Junio o septiembre, por concretar
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Parapanda Folk Última semana julio
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Granada Alive 7 mayo-28 agosto
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F. de Blues de Granada 21 junio
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Jazz en el Lago 2-3 julio
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Jazz en la Costa 20-25 julio
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Tendencias Salobreña 4-7 agosto
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F. Blues La Herradura 21 agosto
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Granada Sound 17-18 septiembre
«Proyectos inviables»
Cabe distinguir a grandes rasgos entre los carteles promovidos por las Administraciones y los que son llevados a cabo por las empresas privadas. Los primeros no necesitan obligatoriamente un superávit económico para subsistir, mientras que para los segundos los números verdes son su modus vivendi. Es por ello que los festivales menos subvencionados necesitan obligatoriamente de las grandes asistencias para obtener beneficios, sea vendiendo entradas como el Bull, por ejemplo, o dispensando avituallamiento, como el Zaidín. «Las limitaciones de movimientos y de aforo hacen que nuestros proyectos sean inviables», comenta Fátima Rodríguez, de la promotora granadina Hermanos Toro, una de las mayores factorías de festivales del país. Aun así sus marcas están a la espera de la evolución de las normas sanitarias para arrancar, o no. Situación que, en general, afecta a todos, puesto que los diseños de programas está hechos a día de hoy, en función de lo sucedido el verano pasado, y necesariamente se irán ajustando a lo venidero. A pesar del relativo optimismo, la cautela es la norma. Tanta, que las convocatorias gratuitas, caso del Jazztedigo Fest de Baza, o el Atarfe Vega Blues han optado por congelar sus proyectos ante las dificultades para controlar el acceso libre: «Si no se puede mantener el espíritu abierto a todos los públicos, esperaremos mejores tiempos», puntualiza Juan Antonio González, responsable del certamen bastetano.
Experimentos como el del concierto de Love & Lesbian de hace unos días, que a pesar de la complejidad (y alto precio) logístico quieren ser replicados en Andalucía (según ha dicho su consejera de Cultura, Patricia del Pozo), o los 25.000 boletos diarios vendidos para el Coolfest almeriense, son buenas noticias para el sector. Como la llegada de nuevas citas, que es el caso del Festival de Blues de Granada. «Me ha sorprendido la demanda de entradas», dice la organizadora, Carmen López, que lo es también del más veterano de La Herradura, «porque lo importante es volver», concluye. Volver, esa es la palabra mágica, y varios de los que el pasado año se cayeron como el Parapanda Folk o Jazz en el Lago tienen ya sus fechas reservadas y sus programas a punto de cerrar.
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Fechas abiertas
Las muestras más clásicas y frecuentadas, sea el Órbita o el Granada Sound, mantienen las fechas abiertas y la venta de entradas (a jueves santo). Si bien se han reformulado a lo largo más que a lo ancho por si acaso. Ya el primero tiene a punto sus Noches Orbitales que el año pasado se realizaron en el Carmen de los Mártires (plus de marco incomparable común con el de Blues, que será en los Jardines del Palacio Alixares); mientras que el segundo, a la espera de noticias de sus días grandes, durará todo el verano con el recién anunciado ciclo Granada Alive.
Las citas que no fallaron en medio de la pandemia como Jazz en la Costa de Almuñécar o Nuevas Tendencias de Salobreña, tampoco lo harán este año. Eso sí, manteniendo a rajatabla las medidas reglamentarias que lo permitieron ya entonces.
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Los festivales regresan, al ralentí, sí, pero se mantiene la esperanza de normalidad ya a medio plazo, contando con un público entusiasta que apoya estos eventos incondicionalmente: «Suspendimos y casi nadie pidió la devolución del importe de la entradas. Más del ochenta por ciento de los compradores las mantuvieron para la edición 2021», asegura, agradecido, Antonio Martínez, director del En Órbita.
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