Guillermo Pastrana, con el violonchelo Stradivarius 1700, en su privilegiada sala de ensayos, el comedor de la reina María Cristina en el Palacio Real. IDEAL

Guillermo Pastrana, el granadino que toca el Stradivarius Real

El chelista, de fama internacional, ha sido invitado por segunda vez a ofrecer dos conciertos en el Palacio Real con este instrumento, con más de tres siglos de antigüedad y un valor incalculable

Miércoles, 16 de noviembre 2022, 13:04

El chelista granadino Guillermo Pastrana (1983), se ha ganado una justificada fama como intérprete serio, riguroso, y a la vez capaz de acometer sin miedo ... retos muy importantes. Tiene esas cualidades a veces intangibles que le convierten en alguien de absoluta confianza. Por ello, Patrimonio Nacional ha vuelto a poner en sus manos su chelo Stradivarius 1700 para que ofrezca sendos conciertos en el corazón de la realeza española: el Salón de Columnas del Palacio Real, lugar histórico donde, por ejemplo, se firmó la adhesión de España a la por entonces CEE.

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Solo oír el nombre de Stradivarius produce escalofríos. Antonio Stradivari, el mítico 'luthier' nacido en Cremona, discípulo de Amati, construyó algo más de 1.000 piezas, de los que se conservan unas 650. La colección de Patrimonio Nacional tiene cinco: el llamado Cuarteto Palatino o Cuarteto Decorado, integrado por dos violines, uno más pequeño que otro, una viola y un chelo, y este Stradivarius 1700, que tiene la particularidad de no contar con decoración alguna. Llegó a Palacio en 1772, y pertenece a la mejor etapa creativa del constructor de Cremona. Encargo del rey Felipe V, fue el rey Carlos III quien comenzó a disfrutar de su excelso sonido. Tiene también la particularidad, según Pastrana, de que este instrumento fue uno de los que abrieron la puerta a la estandarización de las medidas del violonchelo, que se han mantenido inalterables hasta hoy.

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Encargo del rey Felipe V, el chelo llegó a la corte en época de Carlos III

Muchos se han empeñado en conocer el secreto de Stradivari. Se ha hablado de barnices, se ha hablado del origen de la madera, se ha hablado del tratamiento a que esta era sometida... Lo cierto es que quien tiene entre sus manos un instrumento así, no lo olvida. Y si no, que se lo digan a la también granadina María Dueñas, quien desde que ganara el concurso Menuhin en 2021, tiene durante dos años una de estas maravillas en préstamo.

Vigilancia continua

IDEAL ha sido testigo del rígido protocolo de seguridad que rodea la manipulación del Stradivarius. Para cada uno de los ensayos –en el comedor de día de la reina María Cristina– y de los conciertos, el instrumento sale de una vitrina dotada de las más sofisticadas medidas de protección, situada en la Sala de Música de la Real Biblioteca de Palacio, donde se conserva en óptimas condiciones de temperatura y humedad. Dos funcionarios ponen en las manos del instrumentista el chelo, y se encuentran presentes en todo momento en el ensayo. Cuando este termina, le piden amablemente que se lo entregue, y vuelve a la Sala de Música.

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Durante los conciertos que ofreció anoche y anteanoche, un funcionario vigiló a menos de tres metros de distancia el instrumento. En los minutos previos y posteriores, el chelo estuvo en una sala y el instrumentista en otra. «En la sala que me sirve de camerino tengo agua, fruta, y lo normal en estos casos. Pero si quiero acercarme al instrumento, no puedo llevar nada en las manos», afirma.

Pastrana, en la sala durante uno de los ensayos. IDEAL

En cuanto a su valor, todo es cuestión de matices. Primero, es necesario que algún instrumento creado por Stradivari salga a la venta, algo muy excepcional. Luego, en las últimas ocasiones en que este hecho se ha producido, se han llegado a pagar 30 millones de euros por uno de ellos, y no en el mejor estado posible.

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El instrumentista granadino ha vivido, de nuevo, unos días de auténtico regocijo profesional: «Imagine que mi antecamerino ha sido una sala decorada con cuatro obras de Goya. No se puede pedir más», dice con humor. El programa ha incluido suites de Bach y obras para chelo solo del siglo XVIII. «Un programa comprometido, sin duda, pero con solera. Y luego, puse en medio la obra del autor contemporáneo Giovanni Solima, 'Lamentatio', que ha tenido una gran aceptación por parte de público», asegura Pastrana.

Es muy raro que uno de estos instrumentos salga al mercado. Cuando lo hizo en el pasado, su valor superó los 30 millones de euros

««Es un placer tocar con este instrumento. Tiene un sonido único, y además la ventaja de que no ha sido recortado al gusto francés, como el del Cuarteto Decorado. Es decir, se mantiene tal y como Stradivari lo fabricó, con las lógicas reparaciones debidas al paso del tiempo y el uso. Pero el barniz es totalmente original, algo rarísimo». Pastrana ha tenido el privilegio de usarlo tras un año en silencio. Ello le ha permitido disfrutarlo más tiempo, ya que de forma previa a un concierto, es preciso que la madera «se masajee», para adquirir la flexibilidad y la vibración óptimas. «Cuando empecé con él, era como la Bella Durmiente, necesitaba despertarse», asegura.

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Vista general del concierto de Pastrana en el Palacio Real, el pasado martes. PATRIMONIO NACIONAL

El chelista granadino no se cansa a la hora de loar esta creación del cremonés. «Cada cuerda tiene una personalidad definida, independiente, muy característica. Tiene un bajo muy potente, amplio, sonoro, que ruge, en la zona del Sol es más dulce, y la cuerda soprano es como si fuera un coro». Al carecer de arco, Pastrana ha usado el suyo propio. «He vivido estos conciertos embargado por la emoción. Poco más se puede pedir».

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