Pablo R. Coca, con un ejemplar de 'Durante la tormenta', su segundo libro. J. E. CABRERO

Occimorons

El granadino que le dibujó una sonrisa a la salud mental

Las viñetas que Pablo R. Coca hizo en el confinamiento junto a su hermana, con síndrome 22Q, inspiraron dos libros con más de 10.000 lectores

Domingo, 2 de julio 2023

Diez mil libros deben pesar bastante, así, colocados uno encima de otro. A Pablo, sin embargo, esa enorme montaña de papel y tinta le ha ... enseñado a volar. «¿Yo? Yo soy un chaval», ríe, con el primer sorbo del refresco, en una terraza de la Plaza San Lázaro. El camarero trae la tapa –un bocadillo de lomo con queso fundido encima, tiene muy buena pinta– y coloca el plato junto a dos tomos cuadrados muy blancos en los que destacan sus fajas de colores. «8ª edición», dice una. «Más de 10.000 lectores», dice la otra. Y, en ambas, la frase que impulsó todo: «No hay salud sin salud mental». Esos dos tomos son 'Esas cosas que nos pesan' y 'Durante la tormenta' (Bruguera, 2021 y 2023), dos libros con alas.

Publicidad

Pablo Rodríguez Coca (Granada, 1998) recuerda todavía el puchero de garbanzos que acababa de comerse en el Albaicín, justo antes de revisar el correo electrónico. «Tenía una propuesta editorial. No me lo creía, ¿por qué a mí? Pero pasó. Me reuní con ellos y sí, era verdad». Pablo llevaba unos meses publicando en Instagram viñetas que unían la salud mental, el humor y un alto grado de entrañabilidad. Su cuenta, Occimorons, había crecido a toda velocidad y ya sumaba 10.000 seguidores. Todavía no podía imaginar que dos años después, hoy, alcanzaría los 166.000, con dos libros publicados.

Viñeta de Occimorons.

¿Qué lleva a un «chaval de Granada» a convertirse en un autor súperventas y en conferenciante habitual sobre salud mental? Como en todas las historias importantes, la línea no es recta, es, más bien, un embrollo laberíntico que encontró una salida inesperada. «Estaba terminando la carrera de Psicología en la UGR y, para sorpresa de mi madre, me iba a hacer prácticas a Ecuador». Una aventura que debió comenzar en mazo de 2020 pero, como ya podrán suponer, nunca sucedió. «Tenía hasta los vuelos comprados».

Se quedó en casa, con sus padres y su hermana Laura, que tiene tres años menos que él. «Y aquí todo tiene que ver con ella, con mi hermana. Laura nació con un síndrome genético raro, el síndrome 22Q. Crecí viviendo situaciones un poco extrañas de hospitales, médicos... no entendía nada. Cuando me contaron lo que tenía, pensé que era un resfriado». Laura sufrió acoso escolar lo que, sumado al 22Q, hizo que todo fuera a peor. «Se reían de su voz, así que dejó de hablar. Escuchaba voces, veía personas que la perseguían... Yo estaba en Segundo de Bachiller».

Publicidad

Coca y algunos de sus dibujos.

Pablo, impulsado por todo lo que le rodeaba, decidió estudiar Psicología con la idea de hacer unas prácticas finales en Ecuador. «Vino la pandemia y nos quedamos en casa. Los síntomas de Laura empeoraron al perder la rutina, con crisis constantes. Un día, como a ella le gustaba dibujar, me senté con ella a echar un rato con las acuarelas. De esos ratos que pasamos salió la primera viñeta, un muñeco que hablaba de ver los problemas con perspectiva. Me hizo gracia y la subí a Instagram, como forma de registrar lo que hacíamos de alguna forma. Y hasta ahora».

El momento exacto

Aquel primer dibujo se viralizó e impulsó un proyecto que lleva tres años en pie: Occimorons. «Funcionó porque empecé en un momento muy concreto en el que la salud mental se convirtió en protagonista. No sé qué pasaría si hubiera empezado hoy». En noviembre de 2021 publicó 'Esas cosas que nos pesa', que trata sobre la importancia de pedir ayuda. «Occi es un tipo muy simplón, de esos que nunca reconocerían que necesitan algo. Y Morons es esa persona que te acompaña, que te dice 'date cuenta', todos tenemos a alguien así». El segundo libro, 'Durante la tormenta', publicado este año, está muy ligado a la historia de Pablo con su hermana. «Hablo de cómo acompañar a alguien, de cómo enfrentar los dilemas: qué hago, qué digo, cómo es, cómo me afecta ver sufrir a alguien que quiero..».

Publicidad

Los libros son una parte independiente del contenido que comparte en Instagram, donde crea tiras casi diarias con un maravilloso aroma a Mafalda. «Siempre me ha gustado dibujar, pero lo tenía un poco olvidado. Escribir sí, eso nunca lo dejé. Es curioso porque yo no tenía referencias del mundo del cómic y hay cosas maravillosas. A mí me pusieron Mortadelo en mis manos y soy más de Mafalda o de Calvin y Hobbes». El dibujo, desde la pandemia, se convirtió en una «poderosa herramienta para comunicar desde la psicología». «La respuesta fue buena, claro, si hago esto y nadie responde, lo hubiese dejado o lo haría por hobby».

Charlas y firmas por toda España. R. I.

Lejos de ser una afición, Occimorons es un proyecto al que dedica todo su tiempo. «Doy muchas charlas en institutos sobre salud mental, me llaman de todas partes. Siempre he estado muy unido a los chavales, como monitor de la asociación 22Q, que preside mi madre (Chari Coca), o en el Ave María». Dentro de esta faceta educativa, acaba de publicar una guía didáctica y gratuita para alumnos de ESO basada en 'Esas cosas que nos pesan'. «Era algo que los profesores me pedían mucho, viendo un panorama preocupante en temas de salud mental».

Publicidad

Hace un año, Pablo se marchó a Madrid para realizar el Máster de Psicología General Sanitaria. «Ya lo acabé, pero me quedo allí porque me muevo por toda España y quiero consolidar el proyecto», dice, con los ojos clavados en la deliciosa tapa que espera pacientemente sobre la mesa. «Esto solo pasa en Graná», ríe, señalando el bocadillo. Y, mientras se piensa si hincarle el diente o no, confiesa que le gustaría escribir una novela, pero que todavía no es el momento. «Me gustaría hacer un libro sobre el amor, sobre las relaciones», termina.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad