Cuando Granada se hizo flamenco

El Milnoff ya ha alcanzado velocidad de crucero. Un festival flamenco que nace con la noble intención de ser uno de los mejores de España, ergo uno de los mejores del mundo. Equiparable a los grandes eventos que se celebran en Sevilla o Jerez. Tiempo al tiempo. Por lo pronto, la inauguración del domingo con 'In paradisium', un homenaje a la figura de Juan Luis Habichuela, ya dejó boquiabierto a todos los que se congregaron en el Teatro del Generalife para escuchar a Pepe Luis Habichuela, la soprano Mariola Cantarero, el Coro de Cámara de Granada y Karime Amaya (bailaora invitada). Como también quedaron boquiabiertos los parroquianos que ayer estuvieron en los cinco recitales programados.

Y eso que este primer Milnoff nace con las alas medio cortadas. A diferencia de lo ocurrido en 1922, cuando el mundo ya se había recuperado de la pandemia de gripe de 1917 y 1918, que en sólo dieciocho meses afectó a un tercio de la población, la del coronavirus de este 2020 se encuentra ahora, coincidiendo con el Milnoff, en el momento álgido de la segunda ola –de hecho estaba previsto que el festival se desarrollara entre el 2 y el 7 de junio, pero tuvo que aplazarse en abril–. Una situación que condiciona la normal celebración de espectáculos culturales, donde rigen unas normas sanitarias muy estrictas que limitan aspectos tan importantes como los aforos permitidos en cada uno de los emplazamientos. En los escenarios de Pasiegas, Bib Rambla y los Córdova entran 250 personas sentadas en cada uno de ellos y en el Paseo de los Tristes, tan sólo 150 –sin contar todos los que se queden de pie, fuera de los espacios acotados, aunque el control de éstos ya no incumbe al staff de Milnoff–. En condiciones normales los números se hubieran multiplicado por dos. Pero es lo que hay. Toca adaptarse a la nueva normalidad. Y quién dijo miedo –que sí prudencia–.

La segunda de las cinco jornadas del Milnoff fue también un tanto atípica por el día. Pocas actuaciones de flamenco –posiblemente ninguna– ha habido en la historia de Granada un lunes laborable y lectivo. O sea, con los trabajadores laborando y los chiquillos en la escuela. A pesar de ello, gente sí que hubo. Finalmente, como era de prever, no se cubrieron todas las plazas en las 'Plazoletas flamencas', donde oficiaron El Colorao, la Repompilla y José Ángel Tirado.

Lo dicho, lunes por la mañana y por momentos con un sol de justicia –nadie entendió que, con la que estaba cayendo, la actuación de la Repompilla empezase con retraso–. Sí hubo mayor afluencia a 'Jóvenes promesas', por la tarde, con Estrella de Manuela y Triana la Canela sobre las tablas. Y cartel de completo en las 'Trasnoches Milnoff', con los hermanos Kiki y Soleá Morente rindiendo un espectacular homenaje a su señor padre, don Enrique Morente, con 'Dos corazones a un tiempo' deslucido por la lluvia. Y es que tras el arranque del domingo en el Teatro del Generalife, Milnoff estuvo dedicado ayer al gran cantaor granadino fallecido hace diez años. Un maestro entre los maestros.

En este punto conviene recordar que Milnoff es un festival cien por cien gratuito. A las 'Plazoletas' se accede por orden de llegada hasta que no haya sillas libres y a los 'Trasnoches' con invitación, que no tardaron en agotarse cuando se abrió el plazo de solicitud.

Pero empecemos por donde hay que empezar. Sergio Gómez 'El Colorao' tuvo el honor de abrir fuego en 'Plazoletas' (12.30 horas). Qué gozada escuchar a 'El Colorao' mientras se alzaba la vista para observar la Alhambra. Sergio no podía disimular los nervios por estar encartelado abriendo 'Plazoletas'. No era para menos para un cantaor del barrio de la Cartuja. «Es toda una responsabilidad y espero estar a la altura del Milnoff», dijo minutos antes de subir al escenario. «Estoy muy contento», recalcó. No defraudó. Se entendió a la perfección con José Fermín a la guitarra, como siempre, y terminó por tangos, que por algo estamos en Graná. El 'patio de butacas' estuvo medio vacío porque la concurrencia optó por buscar el abrigo de las sombras de los árboles y las terrazas cubiertas de los bares. El 'lorenzo' arreaba a mediodía –y de qué manera–.

Después ya vino el resto. La malagueña Amparo Heredia 'La Repompilla' llevó la magia y los aplausos a la plaza de las Pasiegas, con la portada de la Catedral como telón de fondo. Sonó fantástica en uno de esos espacios de referencia para la cultura en Granada. La acústica, excelente. Y a continuación, a pocos metros, fue Juan Ángel Tirado quien se arrancó en Bib Rambla a la hora de la cervecilla. Por momentos el ambiente parecía el de una feria del Corpus. Más parecidos con aquel Concurso de Cante Jondo de 1922. Nada es casual.

La jornada vespertina se inició a las 18,30 horas, también en Bib Rambla. Estrella de Manuela, hija del gran percusionista Miguel El Cheyenne, y Triana la Canela, finalista de Got Talent, demostraron por qué son eso, jóvenes, jovencísimas, y promesas. Ilusión, fuerza, arte, ganas… una gozada en un ambiente septembrino. No faltaron ni las cuatro gotas que llevaron algo de inquietud a las entretelas. Se quedó en un susto.

El remate debía llegar con los Morente en los Córdova con 'Dos corazones y un tiempo', un proyecto donde los dos hermanos 'pasean' por el concepto de la tradición/traducción. Kiki recorre los cantes antiguos y tradicionales, mientras que Soleá ofrecería un repertorio basado en su primer disco 'Tendrá que haber un camino', un viaje donde, partiendo de las raíces del flamenco y la canción clásica, explora nuevas texturas y sonidos en estilos como el rock. Una fusión de universos que confluyen en la libertad. La lluvia apareció en el Palacio de los Córdova sin dejar más opción que interrumpir y suspender el concierto que los hermanos Morente ofrecían a su padre en una noche mágica. Kiki Morente, primero en saltar al escenario, ofreció un recital de flamenco, pero su hermana Soleá no pudo llegar a demostrar todo su arte por culpa de un chaparrón.

¿Qué queda a partir de ahora? Pues mucho y bueno. Hoy, festividad de la Virgen de las Angustias, estará dedicado al bailaor Mario Maya. Raimundo Benítez será el primero en actuar en el Paseo de los Tristes. A continuación, encontraremos a Jara Heredia en la Plaza de las Pasiegas y a Iván Vargas en la Plaza Bib-Rambla. Juan Andrés Maya, sobrino de Mario Maya, interpretará 'Furia Maya' para los trasnoches flamencos, en el Palacio de los Córdova.

El miércoles, 16 de septiembre, estará dedicado a otra eminencia de la guitarra flamenca, Juan Habichuela. El primero en actuar será Rafael Habichuela, sobrino de Juan, Pepe y Luis Habichuela, quien tocará en el Paseo de los Tristes. En la Plaza de las Pasiegas, al mediodía, podremos ver a Miguel Ochando y, tras él, a José Fermín Fernández en la Plaza Bib-Rambla. Los jóvenes Habichuela, Marina Carmona, Juan Carmona, Lucas Carmona y Carlos Carmona serán los encargados de amenizar los trasnoches flamencos de la noche del miércoles en el Palacio de los Córdova.

El jueves, 17 de septiembre, estará dedicado al cantaor más cosmopolita del flamenco, Camarón de la Isla. Por la mañana, en el Paseo de los Tristes, cantarán David de Jacoba y Carlos de Jacoba. Más tarde, lo harán Raúl Mikey Molina en la Plaza de las Pasiegas e Irene Molina en la Plaza Bib-Rambla. El Palacio de los Córdova acogerá, en el último día de trasnoches flamencos, a La Fabi y a Belén López, con el espectáculo 'Flamenco con nombre de mujer'.