Granada estrena '¡Abuxarra, Abuxarra!', una nueva producción de ópera arraigada en lo popular

La ópera vivió un lucido preestreno en Vícar (Almería), cuyo público, como afirma Jorge Rodríguez Morata, director del Coro y asesor musical, «aplaudió y se emocionó, por sentir muy cercana tanto la trama como la música». La producción, en la que ha participado el Centro Artístico, el Coro de Ópera de la Alpujarra, la Casa de la Alpujarra, la Asociación Abuxarra y el Centro de Documentación Musical de Andalucía, es humilde, pero ambiciosa en medios. El coro lo integran 30 cantantes, hay una docena de solistas y una solvente orquesta con cuerda, viento, percusión y piano.

Entre bambalinas, Rafael Ruiz, conocido profesional vinculado al teatro universitario y organizador de los Encuentros Internacionales que acoge la UGR, es el responsable escénico, con Rafael Liñán en la dirección escenográfica virtual. Las constantes proyecciones, imprescindibles para poner en contexto la obra, han sido creadas por Antonio Mezcua, y la dirección musical es de Rafael Lamas, quedando la dirección artística a cargo del catedrático del Conservatorio y pianista José Luis de Miguel.

El escenario donde se desarrolla la acción es un pequeño pueblo de la Alpujarra, casi deshabitado y escaso de manos masculinas en edad de trabajar. Los personajes son arquetípicos pero complejos. Nicasia –que interpretará la contralto Maribel Azcárate– es una vieja buscavidas y conocedora de los pequeños y grandes secretos que circulan por el pueblo. Pirriaque –el barítono Francisco Bermudo– es un emigrante retornado, convertido en hostelero y emparejado con una extranjera a la que apodan Guachintona, personaje al que incorpora la 'mezzo' Anja Wilbrink. Bastián –el bajo José Antonio Ramos–, es el viejo espartero que, sentado en su negocio ve la vida pasar, en todos los sentidos. Mediamuela –a quien incorpora el conocido actor lírico Ildefonso Gutiérrez– es un diletante anclado en el pasado, de 'gatillo' fácil, novio de la Gazpacha, joven casadera –a la que da cuerpo y voz la soprano Lucía García– que juega a dos bandas con Zurdillo, un emigrante de vacaciones al que interpreta el tenor José Antonio Peñas.

Completan el elenco la soprano Irene Fernández, que interpreta a Gaspara, antigua novia de Pirriaque que sigue enamorada de él; Yusuf, el alter ego de Pirriaque; Fray Diego de Cádiz, un fantasma del pasado al que encarna el barítono Gerardo Jiménez, y Guendolín, la sobrina de Guachintona, un papel reservado a la tesitura de soprano o 'mezzo', que encarna Verity Evans.

Musicalmente, la ópera, que dura dos horas, se divide en tres actos, con una obertura que, en lo musical, al igual que ocurre con el resto de la obra, bebe de las raíces de lo popular para conformar un paisaje sonoro de raíz clásica. No hay que olvidar que el autor de la partitura, Win Zwaag, se ha formado siendo parte de los coros de la Radio Flamenca de Bruselas y luego en la Ópera Flamenca de Amberes. Este mismo concepto musical, según Jorge Rodríguez Morata, se refleja en el resto de su producción musical, que ya alcanza una decena de títulos publicados en lo que llevamos de siglo.

El director del Coro añade que este proyecto ha sido fruto de una serie de encuentros afortunados: el del compositor con los libretistas, y el de estos con un grupo de personas apasionadas de la ópera, que acarician, no sin cierta nostalgia, la idea de que Granada cuente algún día con una temporada estable de ópera. «Hay afición, de ello no cabe duda. Hay público, porque cualquier representación lírica con un mínimo de calidad cuenta con el apoyo del público. Ysobre todo, Granada cuenta con una gran cantidad de cantantes líricos, muchos de ellos 'exiliados' a la fuerza, que podrían sostener, con unos medios dignos, un repertorio que mezclara títulos clásicos del repertorio con nuevas incorporaciones como esta», afirma Rodríguez Morata.

La emigración, las tradiciones, el pasado, el presente y el incierto futuro se ven reflejadas en '¡Abuxarra, Abuxarra!', un mosaico donde los autores dan carta de naturaleza a un compendio de hechos que otorgan su particular carácter a una comarca única.