Exposición

Granada, 2.200 años de industria cerámica en la Casa de los Tiros

La muestra, que ha contado con la colaboración e implicación de los museos de la Junta en Granada, hace un recorrido desde los inicios de la alfarería en el siglo II antes de Cristo, como atestiguan los hornos encontrados en la zona del Parque Nueva Granada, hasta las fábricas que funcionaron durante el siglo XX tanto para la producción de materiales para la construcción como elementos artesanos y artísticos.

Aunque, quizá, uno de los elementos más atractivos para el espectador es la documentación. Legajos que aportan muchas claves de cómo era el sector cerámico de Granada entre los siglos XVI y XX. Es la primera vez que se traduce por completo el pleito de los olleros de 1517, considerado uno de los primeros conflictos colectivos de la Edad Moderna en Granada.

Los arrendadores querían sacar el máximo rendimiento a sus hornos y los alfareros moriscos no estaban por la labor. En los legajos aparecen datos muy interesantes. Como el nombre de algunos de aquellos artesanos. Es el caso de Alonso Morales, ascendiente de los Morales de Fajalauza. Llama la atención la letra tan perfecta y legible que tenía el escribano. Los escritos se han transcrito en un catálogo que se puede descargar sencillamente con el móvil por mediación de un código.

Tampoco debe perderse las ordenanzas de la ciudad de 1552, donde se relaciona, por ejemplo, cuál debe de ser el precio de los diferentes productos cerámicos en función de los tamaños, los colores o el tipo de pieza. O el inventario de objetos que podía haber en un hogar granadino del siglo XVI. Esta información se completa con la exhibición de jarrones, platos redomas, juguetes e incluso campanillas realizadas en barro. Restos encontrados en el transcurso de excavaciones en las que ha participado el propio Ángel Rodríguez y que han sido cedidos para la ocasión por el propio Museo Arqueológico de Granada, que conserva fondos de todas las épocas.

En la primera sala merece la pena detenerse unos minutos para contemplar todos los vestigios encontrados en Los Mondragones, una de las villas romanas más importantes de la Bética, que se nutría de los alfares de Cartuja datados entre los siglos II y III después de Cristo. En la sala B se han colocado tanto el referido pleito de los olleros de 1517 como el de los alfareros de 1527.

«Los intereses de las nuevas élites -ha comentado Ángel Rodríguez- no son los de los moriscos». «A ello hay que sumar los cambios que se estaban produciendo en Granada y la necesidad de ladrillos y tejas para levantar nuevos edificios». En el siglo XVI se produce igualmente una confrontación por la confiscación de las denominadas 'casas ollerías', que son adjudicadas a los cristianos viejos. También a finales del XVI, la tradición morisca va dejando paso a los estilos, los modos y las formas de los nuevos pobladores.