José Fermín rasga las seis cuerdas de su guitarra en el salón de su casa. JORGE PASTOR

El genio de la guitarra que vive en Iznalloz

Flamenco ·

José Fermín Fernández, uno de los pocos artistas que ha ganado el mismo año los dos concursos de guitarra más importantes de España, lanza su primer disco 'De la Unión a Córdoba'

Jorge Pastor

Granada

Domingo, 20 de marzo 2022, 00:05

A José Fermín Fernández le bautizaron 'José' por parte de Camarón y Fermín por parte de abuelo. Porque el de la Isla, el mejor cantaor ... de todos los tiempos, ha influido tanto en la vida, obra y milagros de este guitarrista de Iznalloz que lleva incluso su nombre. En el salón de la casa donde José Fermín vive con su mujer Jannette y su pequeña Alegría hay tres fotos de Camarón, el salvapantallas de su móvil es una imagen de Camarón y su libro de partituras está ilustrado con un retrato de Camarón. «Es el Dios del flamenco», asegura José Fermín mientras afina su instrumento. «Él es el culpable –agrega– de todo lo que me está pasando». «Mi madre me decía que, siendo bebé, cuando no paraba de llorar, me lo ponía y yo me callaba».

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José Fermín empezó como guitarrista profesional a los veinte años. JORGE PASTOR

Vaya por delante que este muchacho de veintisiete años es, probablemente, uno de los mejores guitarristas de España. De hecho lo fue –sin el probablemente– cuando en 2019 ganó los dos concursos más importantes del país, el Bordón Minero del Festival de las Minas de la Unión y el Certamen Nacional de Córdoba. Esto solo está al alcance de un genio. De un tipo cuya humildad es directamente proporcional a su talento. Un músico que en el momento en que estaba eclosionando tuvo la mala fortuna de que viniera una pandemia que hundió la cultura en España y en todo el mundo.

José Fermín desarrollará una intensa actividad artística en los próximos meses. JORGE PASTOR

Malos, malísimos, tiempos que, por fortuna, poco a poco se están transformando en recuerdos. Porque a José Fermín le queda todo el camino por recorrer. Y su presente no puede ser más prometedor. Lo podemos escuchar con la compañía de Daniel Doña y su nuevo espectáculo de danza española, con galas ya cerradas en Granada para los meses de julio y agosto.Lo podemos escuchar por las noches en el tablao Casa Ana de Plaza Nueva. Y lo podemos escuchar a cualquier hora –y en cualquier lugar– en los reproductores musicales porque acaba de lanzar su primer trabajo discográfico, titulado 'De la Unión a Córdoba', en referencia a esos dos eventos que le encumbraron entre los más grandes en el noble arte de rasgar las seis cuerdas.

«Mi madre decía que, siendo bebé, cuando no paraba de llorar, me ponían a Camarón y yo me callaba»

José Fermín también encabeza ya carteles. Fue hace unas semanas en febrero. Cuando juntó a doce compañeros en el teatro Isabel la Católica en una de las noches flamencas más memorables de los últimos años. Allí había unos cuantos 'compaes'. Como El Colorao, como José Ángel Tirado, como Alicia Morales, como Miguelón de Jerez. Una velada que nunca olvidará por todo lo que sucedió en el escenario y por alguna que otra anécdota. «Tocando una bulería se me rompió una uña, y tuve que resolver la situación haciendo algo inusual en mí, poner una cejilla en el mástil para cambiar la tonalidad y acompañar a los cantaores que estaban actuando en ese momento», explica José Fermín.

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Seguridad

Y es que José Fermín lleva ya un tiempo disfrutando de sus actuaciones, «la mejor manera de sentirse seguro». Es la evolución de un chiquillo que con catorce años, apenas un año después de haber recibido su primera clase de guitarra, recibió la mención especial en el 'Veo, veo' de Canal Sur, el programa de niños prodigio que presentaba la ínclita Teresa Rabal. Ya en aquel entonces había compuesto 'Jannette', una rumba dedicada a la joven que ahora es su esposa y que es una de las ocho canciones incluidas en 'De la Unión a Córdoba'.

José Fermín lleva siete años dedicándose profesionalmente a la guitarra. JORGE PASTOR

José Fermín es un artista de pocas liturgias cuando sube al escenario, aunque sí confiesa alguna 'manía'. Lo primero, fuera reloj. Y lo segundo, cambiar el anillo del dedo medio al índice. El resto ya sale solo. Lo llaman maestría. Una solvencia que empezó a cuajar siendo niño, cuando cogía la 'Alhambra' de su hermano Víctor Fernández, enorme cantaor y enorme tocaor, para 'jugar' con ella. «La rompí, menudas manos tenía», recuerda entre risas. Después vino otra 'Alhambra', un regalo de sus padres que aún guarda como oro en paño. Ahora mismo 'viste' un instrumento del constructor armillense Juan López Aguilarte, a la altura de la calidad de un intérprete de primera.

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José Fermín Fernández está afincado en Iznalloz. JORGE PASTOR

José Fermín nació en Iznalloz en el seno de una familia donde aprendió sus primeros compases de forma autodidacta. Su madre cantaba, unos pasos que siguió Víctor. Un hogar, el de los Fernández Fernández, que es un auténtico granero de flamencos. Además de Fermín y Víctor, también Silvia, la menor, se está revelando como una espléndida bailaora.

Concentración durante el ensayo. JORGE PASTOR

Más allá de este auto aprendizaje, Fermín conoció la técnica y mucho más gracias a las enseñanzas de Alberto Fernández López –«mi único profesor», reconoce–, con quien estuvo siete meses. A partir de ahí, José Fermín ya empezó a volar en solitario. Con veinte años comenzó a trabajar de forma profesional en tablaos y cuevas de Granada como el Templo del Flamenco,La Rocío, la Venta del Gallo o la Casa del Arte, donde acompañó a figuras como Belén López,Miguel El Rubio y Karime Amaya.

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