Garvayo ingresa en la Real Academia de San Fernando, la élite de la cultura

«El proceso de elección dura dos años. Me comunicaron mi incorporación en junio del año pasado, y el acto de ingreso fue el pasado domingo. Tienes tiempo más que de sobra para escribir el discurso, pero yo lo quise terminar pronto... No me gusta dejar las cosas para más tarde», dice con humor el pianista, también Premio Nacional de Música. Para él, la importancia de ostentar una responsabilidad como esta se mide por quiénes de entre los músicos estuvieron antes que él y ahora, espera ser fiel al legado de músicos como el también granadino Mariano Vázquez, compositor y director de orquesta, quien estrenó la 'Novena' de Beethoven en nuestro país. Como curiosidad, el pianista destaca que el primer académico con ese número fue Ponciano Ponzano, escultor y autor de los leones situados a la puerta del Congreso de los Diputados. Compositores como Falla y Turina, entre muchos otros, formaron parte de la institución, por lo que, afirma el granadino, «pertenecer a esta Real Academia es una gran responsabilidad».

El musicólogo valenciano José Luis García del Busto fue el encargado de dar respuesta al discurso de ingreso de Garvayo, y le calificó como un ser humano inquieto, de gran pluralidad artística, y desgranó sus muchos méritos tanto desde el punto de vista musical como pedagógico, y en la gestión cultural, con iniciativas como el Festival Música Sur de Motril –hoy tristemente desaparecido tras 10 ediciones–, el ciclo de conciertos 'Residencias' del Museo Reina Sofía y el amplio programa de actividades realizado desde 2023 hasta hoy, en su calidad de presidente de la sección de música del Ateneo de Madrid.

El discurso de ingreso del pianista se tituló 'Música compartida. Reflexiones sobre la música camerística', y conectó la existencia con el sonido. En el inicio, dijo: «La vida traza sus caminos y más nos vale recorrerlos con gratitud y asombro. La vida es una música que crea esculturas que, por seguir siendo música, se desarrollan, culminan, cambian, decaen, cesan», dijo, citando a Eduardo Cirlot.

De momento, el granadino, recién aterrizado, afirma que su objetivo es «ser un académico válido, que realice acciones que beneficien a la institución». Su dedicación a la música de cámara ha sido, sin duda, una de las razones que han motivado su incorporación, instada por la fotógrafa Isabel Muñoz; el compositor José Luis Turina; y el compositor y director de orquesta, José Ramón Encinar. «Pienso que se busca un perfil de académico que tenga una carrera en activo y esté en contacto con los agentes culturales, para seguir aportando iniciativas a una institución que, por otra parte, es propietaria de uno de los museos más importantes de España y que asesora al gobierno, como parte del Instituto de España, donde están las ocho academias más importantes, en diversas materias», afirma. Para Granada, es un lujo que pertenezca a ella.