Pablo Heras-Casado y Alexandre Kantorow ponen el broche de oro al Festival
La setenta y cuatro edición del Festival granadino ha finalizado con dos noches dedicadas a Brahms y teniendo sabor granadino
José Antonio Lacárcel
Martes, 15 de julio 2025, 00:02
La setenta y cuatro edición del Festival granadino ha finalizado con dos noches dedicadas a Brahms y teniendo sabor granadino puesto que nos hemos encontrado ... con la muy grata noticia de que ambas sesiones iban a ser dirigidas por el granadino Pablo Heras-Casado, que sustituía al director anunciado. Y la verdad es que el colofón, el punto final de esta edición ha estado a buena altura, culminando de esa forma un festival que ha tenido muchos momentos especialmente brillantes y trascendentales. Un Festival bien planificado y llevado a cabo por lo que debemos felicitar al señor Pinamonti que ha sido su afortunado muñidor.
Publicidad
No asistí a la primera noche de la Orquesta Sinfónica SWR Stuttgart, con primera sinfonía y primer concierto para piano y orquesta de Brahms. Tengo por tanto que atenerme a lo que escuché en la noche, noche de clausura, noche de despedida, noche de hasta el año que viene si Dios quiere. Noche del adiós a todo un Festival con dos platos fuertes: el concierto para piano nº 2 de Brahms, de tan fuerte tinte sinfónico y la segunda sinfonía, una de esas maravillas que muchas veces quedan relegadas en el gusto popular por el impacto que causan la primera y la cuarta obras sinfónicas del genial músico de Hamburgo.
Y fue una noche de despedida triunfal. Por la belleza de las dos obras; por la calidad formidable del joven pianista Alexandre Kantorow y por la maestría indiscutible de Pablo Heras-Casado que tuvo una actuación felicísima, dominando todos los planos, estando atento al sonido de la orquesta, consiguiendo que se delimitaran claramente los planos sonoros, transmitiendo a los músicos a sus órdenes todo el caudal de musicalidad, todo el brillante planteamiento que hace el compositor y que el joven director granadino ha sabido diseccionar de forma magistral. Ha sido la suya, en la noche de clausura, una actuación irreprochable, una actuación brillantísima, verdadero broche de oro a un buen, muy buen, festival. Tuvo una meritoria actuación en el Concierto, cuidando mucho el volumen sonoro de la orquesta para que no interfiriera en el quehacer del pianista y sabiendo dar a ambos, instrumento solista y masa orquestal, el protagonismo que busca Brahms. Estuvo muy atento a las dinámicas, muy pendiente de la afinación que en el inicio de trompa del concierto estuvo a muy buen altura. Kantorow brilló con luz propia. Buen sonido, digitación perfecta. Supo aunar la técnica interpretativa que requiere esta difícil página musical, con la intensidad lírica que también contiene y que Kantorow bien supo conseguir. Fue la suya una actuación brillantísima y tuvo el apoyo y la buena colaboración de Heras-Casado y de la orquesta alemana.
Y la hermosa, sugestiva Segunda Sinfonía, donde muestra el compositor su maestría y su capacidad para escribir para orquesta. Creo que la Sinfónica SWR Stuttgart estuvo afortunada porque se produjo una simbiosis, una unión absoluta entre masa orquestal y director. Heras-Casado planteaba la ejecución de la obra y la orquesta seguía con fidelidad, con disciplina, lo que desde el podio pedía el director. Y este era generoso y entregado en su tarea, no regateando esfuerzos, con una forma muy personal y directa de aglutinar el trabajo de la orquesta. Con verdadera pasión y entrega para llegar a alcanzar el éxito que todos esperábamos y deseábamos. En una palabra fue un buen broche de oro para el Festival y Heras-Casado sí ha sido profeta en su tierra. Enhorabuena.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión