La mejor música polifónica de España y Portugal

Este pasado domingo, último del mes de junio, la hermosísima iglesia del Monasterio de San Jerónimo ha sido escenario de un gran concierto que tenía como argumento, como base, la gran polifonía ibérica, con un acertado programa en el que se entremezclaban los autores españoles y portugueses, o portugueses y españoles, tanto da. Y creo que es acto de justicia que tengamos acceso a un elenco de autores muy importantes, del país vecino con el cual tantas cosas compartimos. También la música puede ser compartida en este caso y es lógico que así sea y a ello se han puesto los componentes del Officium Ensemble que dirige un buen músico como es Pedro Teixeira. Grupo y director que entran de lleno y con todo merecimiento en la historia artística de este Festival que presenta unos atractivos muy considerables. Y para tender ese puente tan deseable entre Portugal y España los nombres de autores como Sebastián de Vivanco, abulense contemporáneo de Victoria y con una obra no tan conocida pero sí muy hermosa e importante. Y los portugueses Estêvao Lópes Morago, Filipe de Magahäes, y Manuel Cardoso, para que el acto fuera cerrado por el gran Victoria con su O sacrum conviviu, a seis voces.

La música religiosa se saborea en su mejor escenario que no es otro que el templo. Y así ha sido porque Officium Ensemble, integrado por cuatro sopranos, tres altos, tres tenores y tres bajos es un verdadero conjunto de cámara que ofrece una incuestionable calidad. Su trabajo es la interpretación pero también la recuperación y divulgación de una música y unos músicos de excelente historial aunque algo preteridos injustamente. En todo momento hemos podido saborear la magnificencia del contrapunto renacentista en todo su esplendor, con su gran cercanía al barroco. Música religiosa que ha sido interpretada con una seriedad y con un rigor verdaderamente encomiables. Y todo el programa llama la atención por su exquisito equilibrio con ese juego de alternancias entre los autores portugueses y los dos españoles, con el protagonismo del ya citado Sebastián de Vivanco, con la versión e la Missa Assumpsit est Iesus, a cinco voces y desplegando todo el caudal musical, todo el caudal artístico que las partes de esta misa encierra, sino también la profunda religiosidad que aparece en todo momento. Breves y muy bellos momentos de la obra de los portugueses Lopes Morago, Magalhäes y Cardoso. Y al final el impresionante O sacrum convivium del propio Victoria como resumen de toda una literatura musical religiosa de la Península. Enhorabuena.