«Como hombre mediterráneo, trabajar en Granada es para mí un auténtico lujo»

–Usted fue uno de los 'valientes' del Festival de 2020...

–Sí, las circunstancias fueron muy distintas a las de hoy. El concierto que ofrecí en solitario en el Festival Digital hace dos años me dejó con ganas de más. Ya era hora de volver en un momento más propicio. Estoy encantado de estar aquí de nuevo.

–Va a ofrecer dos conciertos muy diversos.

–Así es. En el de esta noche, estamos ante la que, para mí, es una de las obras más bellas de las escritas por Haendel. Mucho más si tenemos en cuenta que procede de su primera época en Italia, aquella en la que fue más feliz, en la que ya se le consideraba un talento y en la que sentó las bases de su evolución sonora posterior. Además, cuando escribió esta obra, en su orquesta, Arcangelo Corelli era el primer violín y Pasquini era el clave. Así, 'El triunfo del tiempo y del desengaño', a pesar de su título, es una obra que rezuma felicidad. En cuanto a 'Las cuatro estaciones', qué puedo decir. Fue la obra fundacional de Europa Galante. Es una pieza fundamental del repertorio internacional de la clásica, y cada vez que la tocamos es una ocasión jubilosa.

–Usted ha sido un habitual en las programaciones del Auditorio Manuel de Falla y de la OCG.

–Y me siento muy orgulloso de ello. Porque el Auditorio tiene una acústica fantástica, y la OCG han sido unos grandes compañeros de trabajo. Para mí, que soy un hombre mediterráneo, trabajar en esta ciudad es un lujo. Porque no sé si los granadinos son muy conscientes de la ciudad que tienen. Es uno de los lugares más bellos del mundo, de eso no hay duda. La cocina es absolutamente maravillosa. Y en el terreno cultural, la arquitectura, la belleza de los jardines, y la propia existencia de un Festival tan importante y de tanta solera como el de Granada, dicen mucho de la ciudad.

–Va a ser debutante por partida doble, además.

–Así es. Nunca he tocado en el Palacio de Carlos V, por ejemplo.

–Pues prepárese.

–Así me lo han dicho. Estoy seguro de que no voy a olvidar nuestra actuación allí. Me comentan que la acústica es muy especial.

–Y el otro escenario, el del Colegio Mayor Santa Cruz la Real, lo va a inaugurar usted.

–¿En serio? Me parece estupendo. Tocar allí 'Las cuatro estaciones' será un doble placer, entonces.

–Hablando de estas, ¿le motiva seguir tocándolas?

–Cómo no. Cada vez que lo hacemos es un pequeño milagro. Son una especie de pozo de maravilla del que sigue saliendo agua. Las continuamos ensayando cada vez que las tocamos, porque cada vez que lo hacemos descubrimos nuevos matices, nuevas soluciones, nuevas formas de abordarlas. Y las seguimos tocando y gustan porque cada vez que lo hacemos nos suenan nuevas.

–¿Qué retos le plantea el oratorio de Haendel?

–Musicalmente es muy interesante. Y quiero llamar la atención sobre la importancia que tiene el género del oratorio. Cuando se habla de obras vocales barrocas, hay quien piensa en belleza, pero también en duración. Es decir, que es preciso ofrecer al público obras de altura sin abrumarles, porque en estos tiempos, es preciso mantener la concentración del público todo el tiempo. Hay que embelesarles, ofrecerles un gran espectáculo, y 'El triunfo… ' lo es. Un espectáculo con un libreto fantástico, con una música bellísima, que mantiene al espectador pegado a su silla. Nuestro deber es ofrecer al público obras de este nivel, y que las programaciones lo atraigan, no que lo alejen.

–¿Cómo se acerca al público?

–Se le acerca haciendo mucha pedagogía. Más que pedagogía, diría comunicación. Recuerdo con mucho cariño, en una de las ocasiones en que estuve en Granada para actuar con la OCG, una charla previa que tuvimos con los espectadores, en la que explicamos las obras que íbamos a interpretar. Esta es una iniciativa muy inteligente. Hay que acercar la música y los músicos al público. Ya no es tiempo de actuar como divos.

–El grupo que dirige, Europa Galante, ha cumplido 30 años. ¿Qué momento vive?

–Estamos felices de seguir trabajando juntos. Esta pandemia nos ha puesto a prueba, pero pienso que hemos salido airosos porque hemos estado muy unidos. En los meses peores, organizábamos reuniones por Zoom en las que bebíamos una copa de vino juntos. Musicalmente, estamos en un viaje muy interesante, con un repertorio cada vez más amplio. Así que no podemos estar en mejor momento.