La OCG estrena 'Cinco canciones granadinas', con versos de Rafael Guillén
Xavier Pagés-Corella ha compuesto una pieza «muy moderna» en la que evoca las calles y tejados de una ciudad de la que está enamorado
Miércoles, 17 de febrero 2021, 00:53
Música y poesía tejen una relación que se remonta a tiempos inmemoriales y que no deja de ofrecer ubérrimos frutos. Y si la aguja de ... tejer es una ciudad como Granada, el resultado tiene un alto octanaje evocador. Tal es la impresión que el compositor y director de orquesta Xavier Pagés-Corella (Puigmoltó, 1971) ha querido plasmar en 'Cinco canciones granadinas', la obra que este fin de semana estrena la Orquesta Ciudad de Granada, basada en otros tantos poemas del granadino y Premio Nacional de Poesía, Rafael Guillén.
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La historia de estas 'Cinco canciones granadinas' se inicia un año atrás, cuando el compositor vino a Granada para dirigir a la OCG en un concierto didáctico. «Xavier Astor me llevó a casa de Rafael. Inmediatamente, conectamos. Hablamos mucho de poesía y me regaló algunos de sus libros. Me encantó todo lo que leí, y a partir de ahí, comenzó a crecer la semilla de esta obra. Encontré un poema que me encantó, y lo propusimos a la Orquesta», recuerda.
La respuesta de la OCG fue positiva, y desde entonces, ha transcurrido un año en el que el compositor ha trabajado de firme en esta obra, que a lo largo de poco más de veinte minutos deambula por el alma, no solo de la ciudad, sino también de la vega granadina, con sonidos que se transmiten al aire y que del aire vienen. «Estas 'Cinco canciones', de 'Cancionerio-guía para andar por el aire de Granada', de 1993, me parecieron idóneas para rendir al mismo tiempo un homenaje al autor y a la ciudad, de la que estoy cada vez más enamorado, y que ya forma parte inseparable de mi vida», argumenta Pagés–Corella.
Nos encontramos ante una reivindicación de la luz, de las calles, pero también de la vega y los campos que la rodean, observables en la lejanía desde los miradores del propio Auditorio Falla. Como curiosidad, el autor cuenta que ha reproducido con la cuerda el sonido de los vencejos en una de las canciones. La primera de ellas, según su propia definición, «es muy extrovertida, pensada para que el tenor –será David Alegret– haga una especie de introducción, una carta de presentación». Luego, se crea un efecto de arabescos que recuerdan el fluir del agua en la ciudad, antes de terminar de nuevo con una alegría sonora muy identificable. La segunda pieza tiene, sin embargo, un carácter más recogido, con un contraste, como evoca el texto, entre la claridad del día y la sombra que el poeta lleva dentro. «Quedan unas armonías agudas, marcadas por el carillón, con la presencia subyacente de un monstruo devorador de esa claridad», afirma el compositor.
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Amor
El amor es una de las constantes en la poesía de Rafael Guillén, y a él está dedicada la tercera de las 'Canciones': «Para tu mirada, amor / tengo una torre y un mirador (...) / Si tú lo quieres, amor/ seré tu torre y tu mirador». Es el movimiento central, que Pagés-Corella describe como el más rítmico de todos, partiendo de que toda la pieza es una música «muy moderna», como asegura este. En el cuarto, la luz de la tarde que «se remira en la cal de la placeta» da lugar a una armonía tendida, de influencia pastoral.
Y queda espacio para un final que, como dice sonriendo el compositor, «va de campanas». Su tañido recrea pasajes de ensueño, que al final se va apagando hasta fundirse en la nada. Como curiosidad, en este movimiento último se usan las mismas campanas con las que se interpreta 'El amor brujo' con lo que, tal y como afirma el compositor, «estamos rindiendo un homenaje a Falla».
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'Cinco canciones granadinas' no solo está hecha a medida de la Orquesta, está pensada para sus músicos. «Tenía en la mente a cada uno de los músicos, y me imaginaba cómo tocarían esta pieza. Me han dicho que les gusta. Con ellos me siento como en casa; para mí es un sueño hecho realidad, y va a ser una vivencia inolvidable», concluye.
Rafael Guillén: «Estos versos evocan el aire y los sonidos de Granada»
El poeta granadino Rafael Guillén afirma que «es una gran satisfacción que un compositor elija una obra mía para ponerle música. Que se estrene en Granada y con la OCG hace que esa satisfacción sea aún mayor». No es la primera vez que se pone música a obras suyas: autores como Juan Alfonso García o Luis Bedmar ya lo hicieron antes. Además, destaca que estos versos «evocan rincones, sonidos y el propio aire de Granada». Guillén lamenta que las actuales circunstancias le impidan acudir al estreno, y confiesa su predilección por la música clásica, «aunque me cuesta trabajo seguirla después de Shostakovich», dice con humor, y espera la grabación del concierto, que emitirá RNE.
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