Ernesto Cardenal, en la Granada de España
El poeta y teólogo nicaragüense fue Honoris Causa por la UGR y vino en varias ocasiones a la ciudad para participar en eventos como el ciclo Poesía en el Laurel y el Festival Internacional de Poesía
Lunes, 2 de marzo 2020, 18:00
Ernesto Cardenal falleció el pasado domingo tras 94 años de una fecunda vida artística, en la que fue traductor, escultor, teólogo, poeta, e incluso ministro ... de aquel naciente gobierno sandinista que luego derivó en la dictadura encubierta de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Un personaje único que tuvo una fecunda relación con la Granada de España, tan cercana para él como la Granada de Nicaragua, donde nació, una ciudad clave, por cierto, para la cultura de su país, y que cuenta también con un Festival Internacional de Poesía, como nuestra capital.
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Cardenal acudió al FIP en el año 2010. Fue un 15 de mayo cuando visitó la Huerta de San Vicente para ofrecer un recital que cerró el evento, y en el que estuvo acompañado por otra de las grandes voces de la lírica nicaragüense, Claribel Alegría, tan vinculada a Granada como él –más aún, ya que su hija se afincó aquí- y también recientemente desaparecida. Aquel día recitó unos versos de amor, pero también de rebeldía: «Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. / Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. / Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, / un día se divulgarán, tal vez por toda Hispanoamérica...».
Como demostró aquel día, Cardenal fue un adelantado a su tiempo, en obras como 'Oración por Marilyn Monroe' (1965), donde perfiló un análisis psicológico y casi social de la malograda actriz y su época. Además, mucho antes de que se tuviera conocimiento de los asesinatos políticos que asolan a su país, afirmó que «el régimen de Daniel Ortega es una dictadura familiar, nada de revolución, no es de izquierdas».
Bajo el Laurel
Cuatro años antes, también vino a Granada para clausurar el ciclo 'Poesía en el Laurel'. En aquella ocasión, leyó sus 'Epigramas' dedicados a Claudia, a Miriam o «a otras mujeres». «Si tú estás en Nueva York en Nueva York no hay nadie más. Y si no estás en Nueva York, en Nueva York no hay nadie». Afirmó en aquella cita que «La belleza de las muchachas me llevó al amor a Dios. Entré a un monasterio trapense en Estados Unidos en plena primavera, una época en que salían de la tierra unas cigarras que solo aparecen cada 17 años». Esta curiosa circunstancia le inspiró algunos poemas sobre la resurrección que también recitó. Los salmos que rezaban los trapenses le llevó a escribir su libro 'Salmos', del que leyó: «Escucha mis palabras, oh Señor, porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores ni estás en sociedad con el gángster».
El codirector del Festival Internacional de Poesía, Daniel Rodríguez Moya, recuerda dos momentos de esta relación entre Cardenal y esta Granada. El primero, en 1987, cuando el poeta fue homenajeado en un acto en la Universidad de Granada, en la Facultad de Letras, con la compañía de Rafael Alberti, Mario Benedetti y Luis García Montero, y en el que el poeta nicaragüense fue nombrado doctor Honoris Causa por la UGR. En su discurso de entonces, Cardenal esbozó en su discurso la relación histórica entre ambas Granadas y la fanfarronería, dijo entonces, de muchos nicaragüenses por su origen andaluz. «De ese año 1987 puedo hablarle por referencias que él mismo me contó en más de una ocasión, yo tendría apenas 10 años entonces y nos conocimos después», comenta. Cuando vino al FIP en 2010, «el poeta tenía ya 86 años pero una lucidez tremenda, como la que le ha acompañado hasta el final de sus días», dice. «Aquellos días con Ernesto Cardenal estuvieron llenos de anécdotas que fueron un verdadero regalo para los que tuvimos la suerte de acompañarle».
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