En las entrañas del Circo del Sol
IDEAL visita el 'backstage' de la mítica compañía canadiense horas antes de la primera de las nueve funciones que ofrecerá hasta el domingo en el Palacio de los Deportes de Granada
El grupo de periodistas estaba citado esta mañana a las once en la puerta del Palacio de Deportes. No, no era un entrenamiento del Covirán. ... Era el ensayo del Circo del Sol, la mítica compañía canadiense que desde hoy hasta el próximo domingo ofrecerá nueve funciones de su espectáculo Ovo en Granada. Las entrañas del Palacio se han convertido en un gran 'backstage' donde técnicos y artistas, un centenar entre los unos y los otros, preparan un montaje con el que han recorrido ya medio mundo. Nada puede fallar cuando, a las 20.30 horas, se abra el telón y las 3.780 personas que llenarán el graderío -se ha anulado uno de los fondos y se han colocado sillas en la cancha- disfruten de un show único.
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La encargada de guiar a los plumillas por las entretelas del Circo del Sol es la publicista Janie Maillet. La primera parada es en la sala de prensa, donde cuatro costureras chequean todas las piezas del vestuario «para que los intérpretes estén cómodos», dice Maillet en inglés, el idioma en el que se entienden las veinticinco nacionalidades que conviven en el Circo del Sol. En total, sesenta ciclos de lavado se harán a lo largo de toda la jornada. La mexicana Carolina Farias, una de las cuatro encargadas del mantenimiento del vestuario, comenta que se trabaja contrarreloj para que todos los atuendos estén perfectamente listos dos horas antes de que se abra el telón. «Todos los trajes están confeccionados a medida; tienen que ser seguros», afirma.
Y es que el despliegue del Circo del Sol es, sencillamente, espectacular. Todo el material de escena se traslada en veintitrés camiones de gran tonelaje. Un par de días para obrar la metamorfosis. Para que una pista de baloncesto sea un bosque por el que pulularán los cincuenta 'insectos' que participan en Ovo. Fuera del taller, en medio del pasillo, todo el calzado se guarda en un armario. También los zapatos están diseñados de forma personalizada. Janie enseña los que llevará la mosca azul durante las dos horas y cinco minutos -incluidos descansos- que dura cada pase de Ovo.
En la sala de entrenamiento cuelgan del techo unas grandes telas blancas donde Alessandra González prepara el número que representará esta noche. Piruetas imposibles a cinco metros del suelo fielmente inmortalizadas por una decena de fotógrafos y videógrafos de los medios de Granada. Alessandra, ajena a los flashes, sigue a lo suyo. Hay que desentumecer los músculos y repetir varias veces la coreografía.
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El recorrido continúa por la pista. Carentin Lemaître y Marie Lebot ensayan cabriolas. Él, con camiseta blanca, subido a un trapecio. Ella, de negro, asida a sus manos, practicando las acrobacias que luego abordarán ante los 3.780 espectadores que asistirán a la 'premiere' de Ovo en Granada. Carentin y Marie tienen unos minutos para atender a los periodistas. Hablan de su formación, de lo mucho que han trabajado para convertirse en profesionales circenses y de la ilusión que supone formar parte del elenco del Circo del Sol.
Circo del Sol, cinco días de magia en Granada.
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