La Orquesta Ciudad de Granada ofreció, bajo la muy buena dirección de Pablo González, un concierto que se inició con la 'Obertura Genoveva' de R. ... Schumann; muy bien llevada por el director, la orquesta, muy acertada en todas sus familias instrumentales, ofreció una versión llena de musicalidad, con las dinámicas muy bien ejecutadas.
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A continuación escuchamos el 'Concierto para violín nº2' de Prokofiev con el joven Javier Comesaña como solista, cuya actuación nos pareció francamente buena. Supo obtener sonidos agresivos y enérgicos al igual que otros mucho más líricos en función de lo que pedía la pieza, siempre conservando una total limpieza. Lució una muy buena técnica para solventar los pasajes virtuosísticos y tocó con mucho criterio durante toda su actuación, siempre con seguridad e imprimiendo carácter y musicalidad a la obra.
La buena actuación del joven músico se vio respaldada por una orquesta muy eficaz, en la que González mantuvo perfectamente el equilibrio, sacó partido expresivo de la dinámica y nos acercó eficazmente los contrastes de la pieza.
En la segunda parte escuchamos la 'Sinfonía nº7' de Dvorak, obra en la que la personalidad del compositor bohemio es fácilmente perceptible; con pasajes muy lucidos para el metal, con fragmentos muy melódicos, una orquestación muy hábil y rasgos estilísticos propios del compositor. González nos ofreció una muy buena versión; llevó muy bien a la orquesta, ejecutó muy bien la dinámica y le dio musicalidad a la interpretación. Debemos destacar la buena actuación durante toda la velada de todas las familias instrumentales, con un metal que estuvo francamente bien, una madera estupenda, una eficaz cuerda y el buen trabajo de los percusionistas en una agradable tarde musical.
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