Una de las empleadas de mantenimiento del Carmen de la Victoria limpia los cristales de la suite. JORGE PASTOR

El dormitorio de los premios Nobel en Granada

Patrimonio ·

El Carmen de la Victoria, la residencia de invitados de la UGR, ha acogido a ilustres personalidades de la ciencia y las humanidades de los últimos 80 años como Vargas Llosa o Saramago

Jorge Pastor

Granada

Sábado, 7 de agosto 2021

Junio de 2009. El escritor peruano Mario Vargas Llosa pasaba unos días en Granada con motivo de su investidura como Doctor Honoris causa por la ... universidad granadina. Se alojó en la habitación número quince del Carmen de la Victoria, la residencia de invitados de la UGR.Un aposento con una amplia terraza con las mejores vistas a la Alhambra, un salón grande, un vestidor, un cuarto de baño y todos los equipamientos para disfrutar de una estancia perfecta. Una maravillosa suite en la que además de Vargas Llosa, que estuvo acompañado por Patricia –su esposa por aquel entonces–, se han alojado cientos de ilustres personalidades del mundo de la política, la cultura, las artes, las letras... distinguidos con premios como el mismísimo Nobel. Es el caso de Vargas Llosa, que lo obtuvo unos meses después de haber estado en Granada, o de José Saramago.

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Un grupo de invitados belga desayuna con la Alhambra enfrente. JORGE PASTOR

Un techo cargado de historia bajo el que han dormido el poeta Rafael Alberti, el arquitecto Álvaro Siza, el pintor Antonio López, la princesa Irene de Grecia, el periodista Iñaki Gabilondo, el cantante Joan Manuel Serrat, el cineasta Álex de la Iglesia, el constitucionalista Gregorio Peces Barca... una lista interminable de hombres y mujeres que alguna vez estuvieron en Granada a requerimiento de la UGR, la condición indispensable para hospedarse en este maravilloso edificio de la Cuesta del Chapiz cuya configuración actual data del siglo XIX y que está gestionado por la UGR desde el año 1944. El libro de honor del Carmen de la Victoria es un compendio de personajes imprescindibles para entender las ciencias y las humanidades en los últimos ochenta años.

Un huésped trabaja con su ordenador en el jardín. JORGE PASTOR

Al frente del Carmen de la Victoria se encuentra desde 2007 la profesora de Ingeniería Química Antonia Reyes. «Éste es un lugar lleno de magia, donde se combina el academicismo con un ambiente familiar», comenta Reyes, quien recuerda que a Vargas Llosa, por ejemplo, le gustaba pasear por los jardines en soledad. «Era una persona simpática, cercana y con un trato muy agradable». No hay más que darse una vuelta cualquier día de la semana –el Carmen está abierto para sus hospedados durante todo el año– para comprobar que, en efecto, se respira mucho relax en todos sus rincones, cargados de encanto. Al lado de las fuentes y de los estanques por donde 'navegan' las tortugas o a la sombra de alguno de sus celindos o palmeras. La jornada que se hizo este reportaje había, sin ir más lejos, un grupo de ingenieros matemáticos belgas desayunando en alguno de sus cenadores con la Alhambra al fondo o hablando de lo suyo en el salón de actos.

El Carmen de la Victoria mantiene su idiosincrasia como residencia y jardín. JORGE PASTOR

La actividad nunca cesa aunque, como confiesa Antonia Reyes, sí se ha visto muy afectada durante la pandemia por las restricciones de movilidad y porque la alerta sanitaria obligó a la suspensión de todos los actos. El pulso en el ámbito cultural se está recuperando poco a poco. Este verano se ha retomado el tradicional ciclo 'Músicas del mundo' en el que han participado a principios de julio Javier Ruibal, Paula Bilá, Chano Domínguez, Antonio Liza y Sheila Blanco. Hubo un aforo reducido de espectadores, pero los conciertos se retransmitieron para una audiencia global por internet. Además, este 2021 se cerrará con dos exposiciones a cargo de Curro Gámez –óleos y esculturas de madera– y del grabador Manolo Gil.

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Rafael Alberti, Álvaro Siza, Gregorio Peces-Barca... la lista de personalidades que han pasado por el Carmen es infinita

El Carmen de la Victoria ocupa una parcela de 3.000 metros cuadrados en pleno corazón del Albaicín. En total cuenta con 31 habitaciones con una plantilla de veinte trabajadores entre personal de jardinería, mantenimiento, administración y recepcionista. A todos ello hay sumar el plantel del restaurante, que ofrece servicios de desayuno, almuerzo y cena. También puede entrar gente externa, aunque con un horario más limitado –la prioridad siempre es para los que pernoctan allí–.

Historia

Una buena oportunidad, sin lugar a dudas, para disfrutar de un carmen que se ubica sobre el antiguo Convento de la Victoria, construido en las primeras décadas del siglo XVI para albergar a un grupo de frailes mínimos. Fue desamortizado en 1835 y se dividió en dos partes. Una se demolió y otra se destinó a usos militares. Abandonada la sección dedicada a fines castrenses, la Universidad adquirió el recinto completo en 1944 y encargó al arquitecto Francisco Prieto Moreno un proyecto de intervención sobre el inmueble, que amenazaba ruina.

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Las mejores vistas a la Alhambra. JORGE PASTOR

De este modo, se diseñó el carmen sobre el solar conventual, aprovechando únicamente los muros de contención y la disposición de niveles, así como los jardines y accesos. La nueva planta se adecuó a su nueva utilización como residencia, configurándose en torno a un patio rodeado en tres de sus caras por crujías con galerías, en correspondencia con la arquitectura tradicional predominante en el Albaicín.

Detalles del Carmen. JORGE PASTOR

La finca fue adquirida por la Universidad de Granada en 1944. Es el único carmen público de la ciudad que no ha perdido su carácter de vivienda-jardín. Fue primero una residencia de estudiantes marroquíes (Casa de Marruecos) ligada a la Escuela de Estudios Árabes, luego un colegio mayor, y hoy residencia de invitados. Aunque con el tiempo se han ampliado sus edificaciones, el trazado de parterres y zonas ajardinadas se mantiene como hace mas de cien años. Conserva las formas tradicionales del regionalismo granadino del siglo XIX.

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Paseando por el jardín principal. JORGE PASTOR

El catálogo florístico es impresionante.Puede encontrar plantas de todos los lugares del mundo. Puede observar las hojas grandes, lustrosas y recortadas de los acantos –el motivo que adorna los capiteles corintios– o las enredaderas de América Central de flores aromáticas. Tampoco faltan las buganvillas, las camelias y las bignonias.

Vistas hacia el Cerro de San Miguel alto. JORGE PASTOR

Aunque uno de los elementos más espectaculares es el Árbol del Amor (o de Judas), un ejemplar de unos quince metros de altura que florece en la primavera y dispersa sus frutos a finales del verano –las ramas quedan completamente desnudas durante el invierno–. Este Árbol del Amor fue plantado para dar una nota de color junto a la escalera de acceso.

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Arte en las paredes del Carmen

El Carmen de la Victoria ha ido acaparando, poco a poco, una interesante colección de arte que 'cuelga' por todas las paredes del edificio. Es habitual que los artistas que exponen en este recinto donen alguna de sus obras a la UGR. Se pueden observar, por ejemplo, pinturas de María Teresa Martín Vivaldi y también grabados de Manolo Gil.

También muchísimas fotografías, antiguas y modernas, que muestran cómo ha sido la evolución del Carmen en los últimos doscientos años. Estampas de los jardines con la Alhambra al fondo se intercalan con las galerías de retratos de todos los huéspedes ilustres que han pasado por esta residencia de invitados de la UGR.

El Carmen de la Victoria alberga un promedio de cuatro exposiciones anuales de gran nivel –la pandemia ha reducido eventualmente esta oferta–. Este año se ha podido disfrutar, por ejemplo, de los óleos y esculturas de madera de Curro Gámez.

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