'Desnudo de mujer' finaliza su viaje

El cuadro ha tenido una vida, cuando menos, azarosa. La Diputación lo dio de alta en su inventario el 1 de enero 1995, y como precio de adquisición figura 14.425 euros, una cifra nada desdeñable. Desde entonces, se adscribió al Palacio de Bibataubín, y allí permaneció con el cambio de uso del edificio, cuando pasó a ser sede del Consejo Consultivo, entidad a la que, según fuentes de la Diputación, se confió desde ese momento su guarda y custodia, incluyendo, según esas mismas fuentes, las posibles restauraciones de que tuviera que ser objeto, por un plazo de 30 años.

En la ficha que de la obra tiene la Diputación, su estado aparece calificado como 'bueno', tras una restauración llevada a cabo en 2014, aunque cita una serie de imperfecciones como faltas de preparación, faltas de la capa pictórica, desgarros, detritus, espejeo, foxing –oxidación de partículas metálicas–, marcas de dedos, rozaduras... Este diagnóstico del estado de la obra ha sido certificado por el Museo del Prado, y contradice publicaciones en medios que hablaban de un mal estado general del cuadro. De hecho, la restauradora Carolina Notario, de la pinacoteca madrileña, menciona expresamente en un documento al que ha tenido acceso IDEAL que las aseveraciones publicadas con este tenor en prensa jamás partieron de dicha institución.

'Desnudo de mujer' alcanzó la fama relativamente tarde. Su primera salida fue a Zaragoza en 2014. Tras ser expuesto en su Universidad, volvió a la dependencia donde se encontraba colgado y no volvió a salir, para convertirse en el codiciado lienzo que hoy conocemos, hasta seis años después, ya para la exposición 'Invitadas' del Museo del Prado, de la que fue uno de sus principales 'ganchos', merced a una historia desmontada tanto por la familia como por el experto Juan Manuel Segura, quien ahora mismo es el comisario de la muestra 'Dos siglos velando por Granada', donde se incluye la obra de Navarro que es propiedad de Casa Ajsaris, 'Pensativa', un cuadro de pequeño formato pero bella factura.

Segura, así, aprovecha para desbrozar la capa de «demagogia interesada» que se ha posado sobre la obra, recordando, una vez más, que entre la realización de esta y el ingreso en el convento de su autora transcurrieron 15 años, y que la decisión de profesar estuvo motivada por el hecho de que el padre de Aurelia no le concedió permiso para casarse con su maestro, Tomás Muñoz Lucena, quien, viudo de su esposa, Virtudes Molina, y con dos hijos, pretendió su mano. No hubo, a tenor de los documentos consultados, ni persecución por el hecho de haber pintado un desnudo, ni condena familiar por hacerlo, ya que Navarro siguió pintando, incluso siendo monja. Entre otras obras, suyo es el cuadro que presidió en Roma la canonización de Santa María Micaela en 1935.

El acto de presentación de 'Desnudo de mujer' debía haberse celebrado hoy. De hecho, se va a desembalar –continúa en la caja en la que vino de Madrid, guardada en una sala de seguridad de la Casa de los Tiros– y colgar, probablemente, esta misma mañana. Sin embargo, la Diputación ha retrasado el acto hasta próximas fechas. Ocupará el lugar dejado por una obra de Isidoro Marín.