Luca Mattei analiza uno de los cráneos hallados en los Algarbes junto a los alumnos. JORGE PASTOR

Arqueología en Granada

Descubren cincuenta tumbas con vasijas en Zagra

Un equipo encabezado por el investigador de la UGR Luca Mattei discierne si las sepulturas son del siglo VI hasta el X y analiza qué pudieron contener los jarros, que han aflorado enteros

Jorge Pastor

Granada

Sábado, 2 de agosto 2025, 22:51

Todo el mundo lo sabía en Zagra, en la comarca del Poniente granadino. Sí, ahí arriba, en un risco de los Algarbes, había tumbas. ¿Cuántas? ... Se estima que unas doscientas, de las que aproximadamente la mitad ya están documentadas. Entre ellas, las cincuenta que acaba de excavar un equipo de la Universidad de Granada encabezado por el investigador Luca Mattei. Por las características de estas inhumaciones rupestres, que hay en abundancia en el norte de la Península, en el Campo de Gibraltar y en la Subbética, la cronología inicial podría ser entre los siglos VI y VII después de Cristo. Es decir, en el tránsito entre los romanos y los visigodos, pero ¿y si no fuera así?

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Esa es la incógnita que quiere despejar Mattei. Básicamente porque en un poblamiento cercano se ha hallado cerámica de los siglo X y XI, en pleno periodo de Al Andalus. No es un empeño menor. Se trata indubitadamente de enterramientos cristianos, por lo que estaríamos ante una comunidad que profesaba la fe de Cristo en un espacio dominado por el Islam. Y esto sí que tiene 'chicha' tanto para la academia como fuera de ella.Ya hay algún ejemplo de ello en la provincia. En Tózar, en los Montes de Granada, sin ir más lejos.

Arqueólogos excavan una de las tumbas, donde se observa un cráneo junto a una vasija. IDEAL

La ciencia puede resolver este enigma. Muchas de estas sepulturas, las ya conocidas, están vacías porque han sido expoliadas con el paso de los años, pero en las descubiertas más recientemente sí se han hallado cadáveres en abundancia y. lo más sorprendente, restos materiales perfectamente conservados durante siglos como las jarras con las que fueron enterradas estas personas. Los huesos son clave en la datación. Hay pruebas que proporcionan datos muy exactos de las fechas en que vivieron estos individuos. Y esos recipientes, que ya están siendo analizados en un laboratorio del edificio V Centenario, también aportan información muy relevante de cómo era aquella sociedad y de sus rituales funerarios.

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Todo ello se enmarca en el proyecto 'Dimmíes cristianos en el sur de Al Andalus', que estudia la identidad campesina a través de la arqueología y que puede cambiar algún paradigma como el referido anteriormente de la datación. Por lo pronto, la disposición de los esqueletos, de cúbito supino con la cabeza mirando hacia el este, hacia donde sale el Sol, ya nos anticipa que estamos ante seguidores de Cristo. Este es un patrón común.Lo que sí cambia es la posición de los brazos. También se repite el hecho de que en cada uno de estos nichos, excavados directamente sobre la roca caliza y cubiertos por pesadas losas de piedra, había varios cuerpos –hasta cinco–. Uno de ellos siempre en posición principal, el último que fue introducido. Tal y como sigue sucediendo hoy día, los finados eran depositados junto a sus familiares fallecidos.

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Dentro del taller. JORGE PASTOR

Las imágenes resultan estremecedoras en algunos casos. En uno de los sepulcros se ha hallado a una madre con un bebé en su seno. Cabe la posibilidad de que ambos perecieran en el momento del parto. Al lado, un varón que posiblemente fuera el marido. Así es la vida. Así es la muerte.

¿Qué contenían las jarras?

Pero también son igual de relevantes todos los objetos que han aflorado. Algunos prácticamente sin ningún tipo de desperfecto más allá de la acumulación de arena. Lo que más llama la atención son las jarras. «Por su morfología de cuello estrecho –explica Luca Mattei– podrían contener líquidos como aceite litúrgico o agua santificada que aludiría al bautismo». También se sabrá. Gracias a la financiación del programa europeo Med Green Rev, se pueden realizar costosos análisis de residuos orgánicos tanto en el sedimento como en la loza que, al ser porosa, absorbió lo que había dentro.

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Limpiando y clasificando los restos en el laboratorio. JORGE PASTOR

Se han localizado, además, aretes, broches, hebillas, cuentas de vidrio que formaban parte de algún collar y un anillo con una cruz. Hasta que no se hagan las pruebas de fluorescencia, no se sabrá qué tipo de metal es. Ahora mismo se baraja la hipótesis de que pueda ser hierro o, quizá, una aleación de bronce.

Trabajo en el taller. IDEAL

La campaña tuvo lugar en la necrópolis de los Algarbes, en el término de Zagra, durante todo el mes de mayo con el concurso de tres técnicos, ocho alumnos del Grado de Arqueología que hacían sus prácticas y otros ocho del Máster de Antropología Física. El proceso consta de tres fases.La primera ya se ha llevado a cabo, el trabajo de campo. La segunda es el laboratorio, donde se limpian y se clasifican todas las piezas. Y la tercera es el desarrollo de todas las pruebas científicas. Se podrán conocer aspectos como la dieta o las enfermedades que pasaron.

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Analizando las jarras. JORGE PASTOR

Hablamos de una comunidad agrícola rural. Sus moradores subsistían gracias al cultivo de cereales, de la selvicultura y la ganadería –la cabaña estaba compuesta básicamente por ovicápridos–.

El yacimiento de los Algarbes deparará muchas sorpresas y cuestionará, incluso, alguna teoría. La historia de Granada sigue reescribiéndose... bajo tierra.

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