Poesía
Coral Bracho recibe el Premio Lorca: «El misterio poético es tan indescifrable como el misterio del hombre»En un acto inéditamente mañanero en la Huerta de San Vicente, la mexicana agradeció el galardón con un discurso en el que habló de la poesía como instrumento para el entendimiento
En una calurosa mañana, se ha producido el acto de entrega del Premio Internacional Federico García Lorca de Poesía a la autora mexicana Coral Bracho. ... Una entrega inédita esta, ya que desde que se recuerda, el galardón se ha entregado, con o sin la presencia del premiado o premiada, bien en el Auditorio Manuel de Falla o bien en el Centro Lorca. Tras la interpretación del himno de la candidatura a Capital Cultural Europea, obra de Estanislao Peinado, tocado en directo en el piano de Federico, tomó la palabra la presidenta del jurado que dirime el galardón, la alcaldesa Marifrán Carazo. Esta hizo hincapié en la unanimidad institucional en torno a un fin de semana eminentemente cultural, donde ayer se inauguró la placa en recuerdo del paso de Coral Bracho, así como el Festival Internacional de Música y Danza.
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«Granada está creando una gran candidatura a Capital Cultural»
«En esta Huerta encontró Federico la inspiración para escribir sus obras más famosas, y aquí entregamos hoy el galardón que recuerda al fuenterino a la poeta Coral Bracho. Su universo se vuelve centro de lo sagrado, en una tradición que parte de Garcilaso, Lope de Vega y también de Federico. En su obra está ese amor, 'entornada sustancia' de la que hablaba Federico», dijo Carazo. «Su lenguaje lírico y evocador invita a reflexionar sobre la existencia, sobre lo que somos. Sus versos convocan una forma de estar, su poesía densa, cargada de imágenes y capas de significado, ha traspasado las fronteras de nuestro idioma».
Igualmente, Carazo recordó la capacidad divulgadora de Bracho para hacer llegar la cultura a todos los rincones, como activista tanto en el campo de la creación literaria como en el formativo. Hasta ahora, han sido 21 los autores que han recibido un galardón del que antes se hicieron acreedores otros mexicanos como José Emilio Pacheco. «Reconocemos su excelencia literaria, pero también celebramos el encuentro de las dos orillas del Atlántico en torno al español», afirmó la alcaldesa.
Una búsqueda vital
Fue Juan Ramón Ferreira, concejal de Cultura y secretario del jurado que concede el premio, el encargado de leer el acta de este. En su tenor literal, el acta destaca su aportación literaria y sus méritos estéticos, unos méritos que la propia autora hizo valer en un discurso profundo, lleno de significado. «Es un verdadero honor estar aquí. Quiero expresar mi gratitud a quienes me escogieron, por su generosidad», comenzó. «Recibo este premio, inesperado y conmovedor, por mi acercamiento a la poesía, una búsqueda vital desde mi juventud. Si el lenguaje científico busca eludir la ambigüedad, la poesía integra en ella la presencia generativa de la música y las artes plásticas». Luego, Bracho recordó que comenzó a escribir poesía cuando estudiaba la mente humana. «Abierto a las revelaciones del inconsciente, y a través de asociaciones semánticas, el lenguaje de la poesía nos acerca de manera única al mundo que nos rodea, a los demás. El misterio poético lo es también para el poeta que lo comunica, dijo Lorca, y es tan indescifrable como el misterio del hombre».
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Ese misterio, dijo, no sólo nos toca y nos conmueve, sino que nos propone formas sugerentes de ver. «Federico, además de ser un creador genial y multifacético, fue capaz de aunar formas expresivas muy diversas, desde la tradición a la vanguardia. Si algo le distingue, es su capacidad para expresar la hermandad con el género humano, y muy especialmente con las clases humildes, marginadas, como los gitanos y los negros». Añadió que la poesía nos permite preguntarnos por el sentido de la vida y nuestra responsabilidad ética, no sólo con los seres humanos, sino con la naturaleza de la que formamos parte. Hizo referencia al tratamiento que el fuenterino hace de las mujeres, seres humanos a las que la sociedad les negó la consideración que merecían. «La suya es una lucha personal, en el que puso en riesgo su vida, por la igualdad y la justicia. El arte es necesario especialmente en este momento que compartimos, en que la sensibilidad debe acercarnos unos a otros, y a un entorno que está en extremo peligro».
Bracho animó a los políticos a que tomen buenas decisiones, teniendo en cuenta el riesgo de limitar al otro. «Estos entrañables festejos en torno a la figura de Lorca son una oportunidad única para encontrarlo en esta bellísima ciudad», finalizó. A continuación, tomó la palabra la consejera Patricia del Pozo, quien destacó los evidentes méritos de la premiada, y dijo al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que la ciudad está preparando con ahínco su candidatura a la Capitalidad Cultural. «La de Granada va a ser una de las candidaturas más potentes que se van a presentar para alcanzar este galardón», dijo. Del Pozo afirmó que la poesía siempre nos une, «y así es Andalucía, puerto y puerta ante el mundo, cargada de convivencia y concordia. Buscamos el entendimiento a través de la poesía, y tu galardón coincide con la antesala de la celebración del centenario de la Generación del 27, la generación de la amistad, que alumbró una edad de plata para la cultura cuyo brillo sigue vivo, y que tenemos la responsabilidad de seguir abrillantando».
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Romper las convenciones
Finalizó el turno de intervenciones el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien recordó, precisamente, la presentación de los actos de celebración del centenario del 27, que tuvo lugar hace apenas unos días. «La poesía nos ofrece la posibilidad de romper las convenciones y reinventar lo que nos han contado. Tu poética habla del amor de la infancia y el genuino asombro de la existencia. Tu palabra se yergue frente a las desigualdades y las injusticias de nuestro tiempo», comentó. «Gracias por la puerta franca a lo imprevisto que nos abren tus poemas, y por darnos razones para la esperanza», dijo.
El acto tuvo una conclusión musical, con el trío comandado por el maestro de la guitarra Juan Habichuela Nieto, quien interpretó tres temas, en los que mezcló 'Zorongo gitano', 'Zambra', 'La tarara' y 'Verde que te quiero verde' para finalizar con una bulería de creación propia. Habichuela estuvo acompañado por Eloy Heredia a la flauta y Antonio Rodríguez al cajón.
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