Las seis obras imprescindibles de la exposición 'Destacados' en el Museo de Bellas Artes de Granada

Merece la pena recorrer 'Destacados' sin prisas. Podrán disfrutar de 'Psychological Morphology' (1938), donde el chileno Roberto Matta experimenta con sus 'morfologías psicológicas', una teoría que presentó en el famoso café parisino de Les Deux Magots ante un atónito André Breton, que aseguró no entender nada. Matta aboga por el automatismo absoluto en la pintura, tal y como se puede observar en 'Psychological Morphology' que ya cuelga en las paredes del Museo de Bellas Artes. Matta recrea en sus lienzos un universo ilusorio en el que se mezclan lo orgánico y lo inorgánico, imágenes abstractas en movimiento y evolución.

1965. Faltaban un par de años para que falleciera René Magritte, uno de los grandes exponentes del surrealismo. El genio belga daba las últimas pinceladas a 'La Belle Société', uno de sus cuadros icónicos donde se ven dos siluetas superpuestas del mismo personaje rellenas de motivos paisajísticos –una playa, el horizonte, las nubes y una espesa vegetación–. Este cotizadísimo óleo, donde Magritte representa esa atmósfera cercana a la desolación que a veces habita en el interior de los seres humanos, es la imagen de cartelería de este 'Destacados' de Granada.

Otra de las joyas elegidas por los responsables de Colección Telefónica para exponer en Granada es 'L'appel' realizada por el neoimpresionista Paul Delvaux en 1944, en su etapa ya de consagración, que fue mostrada ese mismo año en el Palais des Beaux Arts de Bruselas en el marco de una retrospectiva de su producción pictórica. La composición presenta elementos característicos del belga como, por ejemplo, el esqueleto. En 1904, cuando Delvaux tenía tan solo siete años y cursaba estudios de primaria, tomaba clases en un laboratorio de biología donde quedó fascinado por los huesos que colgaban en las paredes. En 'L'appel' construye un escenario donde mezcla distintos momentos de la historia plagados de referencias iconográficas.

También merece la pena detenerse delante de 'Nature morte devant l'armoire' que Juan Gris realizó entre septiembre y octubre de 1920 en la localidad de Beaulieu, donde convalecía de una pleuresía, la enfermedad que ensombrecería sus últimos años y que le llevaría a un fallecimiento prematuro en 1927. En aquel instante Gris comenzaba a adquirir cierto reconocimiento en los círculos parisinos internacionales. 'Nature morte devant l'armoire' es un ejemplo del naturalismo de Gris después de la Primera Guerra Mundial.

Picasso es otro de los grandes reclamos de 'Destacados' con 'Le peintre au travail', un gouache de 1964. Desde finales de los cuarenta Picasso realiza estudios de la obra de grandes maestros, entre los que destacan las versiones de 'Bacanal' de Poussin o las recreaciones de 'Mujeres de Argel' de Delacroix. A finales de los cincuenta retoma 'Las Meninas' de Velázquez. Cranach, Rembrandt o Courbet también le interesaron. En 'Le Peintre' aparece un pintor, el propio Picasso, que por aquel entonces se interrogaba sobre su papel dentro de la historia del arte concentrado frente a su caballete. Pese a los 'dejes' cubistas de 'Le Peintre', Picasso se expresa de un modo propio e inconfundible.

El 'Blau y dues creus' de Antoni Tàpies, de 1980, también merece unos segundos de atención. 'Moratón y dos cruces', que así sería su traducción del catalán al castellano, sorprende por su vivo colorido, poco habitual en Tàpies, y la incorporación de telas. Tàpies, que prefiere la técnica mixta, introduce objetos cotidianos en su lenguaje particular. Sobre una superficie rojiza, coloca un cabecero de cama en morado que, unido a una manta, hace referencia al sueño. La escena se completa con dos cruces blancas, un símbolo relacionado con la muerte, pero también con las coordenadas del espacio.