Un chico 'de pueblo' de Granada en la órbita de la Filarmónica de Berlín

«Aunque comencé aprendiendo piano, y me gustaba mucho, de repente me vi atraído por el violín porque mi hermano lo tocaba. Tuve la suerte de que él me fue guiando en el aprendizaje», comenta. Así, comenzó a tocar las cuerdas con ocho años. Ahora tiene 22 y tras realizar el Grado Elemental en Priego y el Grado Medio en Lucena llegó a Granada, donde profundizó en un instrumento del que le gusta «su protagonismo en la orquesta, y la gran cantidad de obra que hay escrita especialmente para él». Este curso ha terminado sus estudios, y por suerte, los va a poder continuar en uno de los mejores marcos posibles.

No es de los que practican ocho horas al día, dice, pero sí le dedica mucho tiempo: «Prefiero la calidad en el estudio a la cantidad», comenta. «Todos dicen lo mismo», tercia riendo su profesor del Conservatorio, Juan Salvador Raya. La realidad es que Sergio ama su instrumento, y pasa mucho tiempo estudiando, puliendo su interpretación. Con el bagaje de ese trabajo, envió una audición en vídeo (cosas de la pandemia), a la Haute École donde enseña Champion, y para su sorpresa, ha sido escogido.

Serrano comenta que aunque siempre se ha tomado en serio sus estudios, «este año hemos estado trabajando de forma muy rigurosa, fijándonos en los detalles. A veces, quieres estudiar rápido, conseguir logros en poco tiempo, y ello es contraproducente». Por ello, cuando recibió un correo electrónico diciendo que le habían admitido en la Haute École ginebrina, y que era «la primera opción» de esta como alumno, no lo asimiló en un primer momento, pero hoy ya es consciente de que ante él se abre un mundo de posibilidades.

El primer cambio notable en su vida será su traslado a Ginebra en septiembre, una ciudad costosa, aunque es optimista con respecto a las posibilidades de conseguir medios de subsistencia. Nada, ahora mismo, es capaz de separarle de su objetivo. «Para mí, esta es la constatación de que cuando uno tiene las herramientas necesarias, puede ser capaz de conseguir lo que se proponga», afirma.

Su profesor comenta sobre el último año que su progresión «ha sido magnífica. De repente, empezaron a salir las cosas, en el sentido de que cualquier petición para participar en un curso, en una clase magistral, era aceptada. Ello da idea de que Sergio ha sido capaz de fijar la vista en un punto claro, aprovechando sus potencialidades como intérprete».

Hasta ahora, además de sus clases en el Conservatorio con el catedrático Raya, tenía una mensual en la Fundación Barenboim con el violinista granadino de la Ópera de Berlín Davidd Delgado y recibió clases magistrales de S. Muhmenthaler (concertino de la Suisse Romande), J. Ingolfsson (de la Hochschule Stuttgart) y otros profesores. Sergio ha sido también recientemente galardonado con el Premio Paul Kochanski y ha colaborado en la camerata Solistas Manuel de Falla, conformada por miembros de la Orquesta Ciudad de Granada.

Si todo va como debe, tras esta experiencia, Serrano entraría en los circuitos de música de Europa Central, vinculados a orquestas como la del Festival de Schleswig–Holstein y la propia Filarmónica de Berlín.