«Se fue Carlos Cano y nos quedamos sin un gran cronista, un periodista musical»
'Tierra' es el disco que han dedicado al autor del Realejo, cambiándolo de vía sonora, y engrandeciendo su leyenda
Juan Jesús García
Jueves, 17 de abril 2025, 00:29
Hace 25 años que Carlos Cano nos dejó, y en 2026 hubiera cumplido los 80 años. Estas dos fechas son el argumento, si es que ... se necesita alguno, para recordar al universal cantautor granadino. Y contra todo pronóstico, ese primer homenaje ha llegado desde el campo del rock, merced a los siempre sorprendentes Hombre Garabato. Disco a disco, canción a canción, los Garabatos marcan la distancia con el estándar, construyendo una carrera imprescindible, en fondo y forma –estos días hacían pública la enorme canción 'No todo está perdido' con Juan Alberto 'Mutante'–. 'Tierra' es el disco que han dedicado al autor del Realejo, cambiándolo de vía sonora, y engrandeciendo su leyenda en insospechados espacios eléctricos y psicodélicos muy ajenos al original. Lo estrenan en directo el día 30 en el teatro Isabel.
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–¿Qué hubiera pensado Carlos Cano de su disco? Porque roquero, roquero, era más bien poco…
–No era roquero, pero tiene canciones que, como todas las canciones buenas, se las puede mirar desde el prisma de pop o del rock, o de cualquier otro. Nosotros lo que hemos hecho es reducir las canciones a guitarra y voz y volverlas a construir desde nuestra propia visión. Yo creo que Carlos, si escuchara este disco, se sonreiría y diría: mira, unos que no han versionado María la Portuguesa.
–Claro que El Hombre Garabato tampoco parecía cantautoril…
–A mí personalmente me interesa mucho la música de autor, especialmente la de los años 70, a la que he acudido continuamente en mi vida y de la cual he recibido muchas influencias, la más notable es el gusto por los textos literariamente ricos y una buena dosis de mirada social. En este sentido nos sentimos muy cerca de los cantautores y de Carlos Cano. Creo que es interesante acercarse a hacer versiones de artistas que están en las antípodas de lo que uno hace, eso enriquece nuestra visión como banda y nos abre perspectivas. En un disco de este tipo hay que asumir cierto riesgo para que funcione la propuesta.
–¿Piensan que su legado se está difuminando con el tiempo y es necesario reivindicarlo? ¿Olvidamos demasiado pronto?
–Absolutamente. Carlos Cano ha sido olvidado por las instituciones durante los últimos 25 años. Apenas se han hecho homenajes o acercamientos a su obra. Tan solo la magnífica propuesta del Festival 'Abril para vivir', pero poco más. Este es un año para celebrar, reivindicar y actualizar la obra de Carlos. Si nosotros hemos puesto un granito de arena en esa línea, ya ha merecido la pena todo el esfuerzo hecho.
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–Lorca, Cano… ¿Lo próximo va a ser 'enchufar' a Paco Ibáñez?
–Eso nos encantaría, aunque ya lo han hecho magníficamente bien artistas como Pájaro, Niños Mutantes o Los Suaves. Todos esos cantautores nos enseñaron a engrandecer el pop. De alguna manera, la densidad literaria y de sentido que tenían sus canciones ha influido en muchos de nosotros, intentando llevar esa altura literaria a nuestros textos.
–¿Qué es lo que más le ha interesado de Carlos, el hombre, sus letras, sus músicas, sus intenciones sociales, su lucha laboral por los derechos de los músicos…?
–Carlos Cano me entró por el oído, por las inmensas canciones tan plagadas de buenas melodías. También su voz oscura y expresiva. De ahí fui entrando en los textos, muchos de ellos los he entendido mucho después. Y qué duda cabe que sus intenciones sociales me han calado muy hondo y de algún modo también me han enseñado a mirar el mundo y a entender que el arte, y en concreto la música, pueden y deben ser herramientas para narrar y denunciar las injusticias. Las madres de la Plaza de Mayo, el caso Almería, Srebrenica… son historias que conocí oyendo a Carlos. Me gustaría que ahora alguien fuera capaz de contar historias de Gaza o de la precariedad en el trabajo. Se fue Carlos y nos quedamos sin un gran cronista, un periodista musical.
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–Fue un personaje incómodo para casi todos… ¿Esa rebeldía, acaso, es ahora más necesaria que nunca en estos tiempos?
–Sin duda que lo fue, y eso lo engrandece como artista. Esa actitud se echa de menos en general en la sociedad y en concreto en la música. Pero es verdad que las cosas han cambiado y los músicos tendríamos que buscar modos de expresión que estuvieran a la altura del tiempo en el que vivimos. Carlos supo leer bien la realidad que lo rodeaba y poner el dedo en la llaga sin miedo. Fue persona 'non grata' para muchos partidos políticos de todo signo, eso habla muy bien de él. Me gustaría saber cuál sería su opinión de muchas cosas de hoy. Con su muerte perdimos su voz pero también, de algún modo, murió una forma de expresión y un modo de vivir que alumbraba a mucha gente.
–Viendo la película del joven Dylan, me acordé de él. A su manera quiso evitar también su encasillamiento e instrumentalización, y peleó una libertad estilística absoluta… Ustedes la han ampliado un poco más…
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–Es impresionante la libertad artística de Cano. Cuando todos alucinaban con los sintetizadores y las baterías electrónicas él saca discos con formaciones de pulso y púa. Los discos de Carlos llevan un camino libre y sorprendente. El caso de la recuperación de la copla que hizo, tomar un género tachado equivocadamente de franquista y devolverlo a la gente creando algunas de las coplas más bonitas de nuestra música. Nosotros hemos intentado tomar ese espíritu y extenderlo a nuestro lenguaje. Si Carlos fue capaz en el año 76 de cantar una canción a base de gemidos y gritos sobre un bajo ostinato, nosotros queríamos actualizar esa audacia pasándolo por el tamiz de la música psicodélica, como los Doors cuando se encerraban a grabar una toma extendida de The end. Esa audacia era necesaria en un disco de este tipo.
–Veo que han huido del Cano más tópico, ¿por qué han prescindido de canciones 'comodín' de esas que son banderines de enganche para el público?
–Por varios motivos, el primero porque, cuando intentábamos acercarnos a canciones como 'María la Portuguesa' o 'Habaneras de Cádiz' no nos sentíamos cómodos, no funcionaba nuestra propuesta, sin embargo, con otras canciones sentíamos que podíamos aportar algo nuevo. Otra razón, y quizá la más importante es porque estas ocho canciones están entre nuestra preferidas, entre aquellas que más nos han hecho disfrutar. Al final esto de grabar discos va de eso, de disfrutar cantando.
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–Lo estrenan en 'Abril para Vivir', la semana musical que lleva su nombre, ¡menudo tino!
–Desde que el disco se terminó, tanto la organización del festival como nosotros tuvimos claro que era el lugar perfecto para presentar estas canciones. Un festival que nació para recordar y reivindicar la figura de Carlos Cano y la música de autor, a la que tanto le debemos, sin duda, es el sitio perfecto para estrenar este trabajo. Están pasando cosas muy bonitas con este disco, una de ellas es este concierto en Isabel la Católica, del que tantas ganas tenemos.
–Y después, al ser un trabajo temático, ¿va a tener un recorrido especial en el futuro del HG o con el tiempo se incorporará a su temario habitual?
–Me da la sensación de que estas canciones ya van a estar en el repertorio de El Hombre Garabato para siempre, porque las hemos integrado como nuestras y porque interpretarlas es muy satisfactorio.
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