La cantera de la danza flamenca se encuentra en 'Granada Baila'

Es una de las mejores iniciativas que se han realizado en los últimos años para el flamenco granadino: todo un éxito de convivencia, esfuerzo y creatividad. Tras una remodelación expresa del teatro en cuanto a sonido, luces y espacio escénico, se pudo contemplar el tejido formativo en esta modalidad, a veces callada, pero que mueve a un gran número de familias dentro de la ciudad.

En concreto, durante los tres últimos días se encontraron veinte academias de danza flamenca de diferentes puntos de la provincia, que reúnen entre todas a más de cuatrocientos alumnos, de edades comprendidas entre los tres y la cincuenta larga. Unos mil quinientos espectadores han presenciado la exhibición.

'Granada Baila' no es un certamen ni una competición, sino un punto de encuentro, donde nuestras jóvenes promesas del baile flamenco –recordemos que los grandes bailaores del momento han pasado por estos centros de enseñanza– encuentran y conviven con sus iguales, creando un ambiente sano de creatividad y esperanza. Se trata en definitiva de visibilizar y poner en valor el trabajo de las academias y estudios de danza, ofreciéndoles un objetivo añadido a su labor. Estos centros, que no están aislados, aprenden sin más objetivos finales que el desarrollo individual o una somera exhibición de fin de curso. Con este encuentro, se está brindando la posibilidad anual de mostrar el trabajo y el esfuerzo de los chicos dentro de su agrupación, pero también el de las profesoras y profesores (muchos de ellos bailaores profesionales), que crean coreografías para la ocasión y cuidan los detalles (música, vestuario, complementos, etc.), para que el día de su actuación sea todo un éxito.

Triunfo que está asegurado simplemente al poder mostrar su trabajo y poder dar la oportunidad a sus enseñantes de pisar las tablas de un verdadero teatro. Muchos lo tomarán como un juego o parte de sus actividades extraescolares, pero para otros muchos supone un proyecto de futuro al que dedicar sus energías y anhelos.

El resultado han sido tres días intensivos de flamenco de base, de promesas cumplidas que, con sonido en directo o envasado, han colaborado a emprender o a continuar ese camino (nada fácil en estos momentos) que es la dedicación al baile.