Beethoven y Mozart por Perianes, la excelencia
Dos personalidades artísticas muy distintas que no dejan de tener muchos nexos en común y un solista genial
Emilio Lacárcel Vílchez
Domingo, 14 de abril 2024, 00:04
La Orquesta Ciudad de Granada ofreció un concierto en el que escuchamos a dos de los mayores genios de la historia de la música occidental, ... Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven. Dos personalidades artísticas muy distintas que, sin embargo, no dejan de tener muchos nexos en común. La titánica producción del músico de Salzburgo es un punto de inflexión que sin duda marcó al compositor de Bonn. Dos figuras excepcionales que igualmente fueron decisivos en la evolución del piano, instrumento que ambos supieron tratar con una magistral brillantez. Dos figuras y dos grandes obras que sin duda requieren, para disfrutarlas como merecen, de un solista de alto nivel y, en ese sentido, el público que llenó el Auditorio Manuel de Falla pudo escuchar a un intérprete extraordinario, pues Javier Perianes es un músico con mayúsculas, un artista de un talento y una capacidad sobresalientes. Hemos tenido la suerte de escuchar al pianista onubense en varias ocasiones en Granada durante los últimos años, siempre con un resultado extraordinario y en esta ocasión no fue menos.
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La velada comenzó con el 'Concierto para piano y orquesta nº 9 en mi bemol mayor, Jeunehomme, K 271' de Mozart, una obra llena de elegancia y optimismo así como de delicadeza y lirismo. Perianes, quien también ejerció como director, tocó con una naturalidad y buen gusto incuestionables. Con una enorme seguridad, supo ser musical en el uso de la dinámica, supo destacar los planos sonoros adecuados y, en definitiva, supo tocar con una expresividad y elegancia máxima. La gran actuación de Perianes en el piano se vio bien respaldada por una orquesta a la que supo llevar. Bien compensada, estuvo a buen nivel, con la solvencia de la cuerda y el buen hacer del viento, adaptándose bien y en buena coordinación con la gran actuación del solista.
La segunda parte
En la segunda parte pudimos escuchar el 'Concierto para piano y orquesta, nº 3 en do menor, op. 37' de Beethoven, sin duda una pieza con un lugar preeminente, que refleja a la perfección la personalidad artística del músico alemán. La fuerza del primer movimiento, el lirismo del segundo y la energía arrolladora de tercero hacen de esta obra una página magistral que Perianes supo entender y cuya interpretación fue extraordinaria. Por supuesto que el pianista lució su gran capacidad técnica, que ejecutó perfectamente los numerosos pasajes virtuosísticos, las complejas escalas y complicados acordes, por supuesto que tocó con una enorme seguridad pero, lo que más nos llamó la atención, fue la enorme musicalidad con la que tocó. Le dio el carácter propio del temperamento beethoveniano, fue expresivo, tocó con una delicadeza exquisita y su versión fue propia de un músico de un nivel excelso. Ejecutó perfectamente y con musicalidad los cambios dinámicos, utilizó con muy buen criterio expresivo la agógica y, sencillamente, sacó todo el partido y musicalidad de esta genial partitura. Mencionar también a una orquesta que estuvo muy bien en todas sus familias instrumentales; muy destacada la madera, con un gran trabajo de los oboes, clarinetes, fagotes y flautas. Muy bien el metal y la cuerda, solventes y eficaces durante toda la obra, y muy bien también J. Esteve en los timbales.
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