Inmaculada, la devoción convertida en arte en Granada
Arte ·
Pinturas y esculturas de Alonso Cano, Alonso y Pedro de Mena y José de Mora, salteadas por todo Granada, conforman una 'ruta' que atrae el interés de expertos y turistasLa Inmaculada Concepción de María es uno de los principales dogmas de la Iglesia. Sostiene que la Virgen estuvo libre de pecado original desde el ... primer instante de su concepción. Una creencia que supuso también el desarrollo de un conjunto de obras de arte de una belleza que estremece. En Granada hay cientos. Algunas de ellas, auténticas joyas del Barroco y del Renacimiento. Y están ahí desde hace siglos, en las iglesias, en los conventos, en la vía pública. Al alcance de la vista. Sólo hace falta alzar un poco la mirada y admirarlas. Alonso Cano, Alonso de Mena, Pedro de Mena y José de Mora esculpieron y pintaron maravillosas representaciones de la Inmaculada que los granadinos pueden disfrutarlas con sólo darse un paseo mañanero que empiece, por ejemplo, en el Triunfo, continúe por San Juan de Dios, gire a la izquierda por San Jerónimo y termine en la Catedral, en cuya sacristía se halla una pequeña Virgen, de tan sólo cincuenta centímetros de altura, tallada por Alonso Cano, que posiblemente sea la Inmaculada más bella a juicio de los expertos y también a juicio de los miles de devotos y turistas que la contemplan todos los años.
Publicidad
Uno de los mejores conocedores de la prolija iconografía de la Inmaculada se llama Juan Jesús López-Guadalupe Muñoz, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Granada. IDEAL le acompañó por una ruta de tres horas por la capital que si usted tiene tiempo y ganas, puede realizar cualquier día del año, si bien es cierto que el acceso a alguna de estas Inmaculadas tiene limitaciones porque no está en espacios visitables.
Iniciamos la 'tournée' en el monumento del Triunfo de la Inmaculada Concepción. «La enfervorización de la creencia en la Inmaculada que se vive a principios del siglo XVII determina los sucesivos votos de defensa de esta creencia por el Cabildo Catedralicio, el Cabildo de la ciudad y la propia Universidad, entre 1617 y 1618, coincidindo con la prohibición de defender públicamente opiniones contrarias a la Inmaculada por parte del Papa Paulo V en 1617», explica Juan Jesús López-Guadalupe. Así, en 1621, se aprueba la erección de este monumento que se inició en 1626 y que se concluyó en 1634 con diseño de Francisco de Potes y ejecución de Alonso de Mena y su taller. Conviene puntualizar que su localización primigenia no coincide con la actual. Se especula que estuvo detrás del edificio la Normal. Como anécdota, la Virgen tiene en sus manos un relicario (que está vacío) donde se guardaba un fragmento de la cruz de Jesucristo. Esta columna rematada con la imagen virginal estaba pensada inicialmente para el palacio de Carlos V, pero sobró.La ciudad le pidió a Felipe IV que la cediera y éste la concedió.
Bajando por la calle San Juan de Dios arribamos hasta la basílica del mismo nombre, «último gran conjunto barroco granadino y cuyo titular es precisamente la Inmaculada Concepción», dice Juan Jesús López. El altar mayor, a una altura considerable, está presidido por una Inmaculada de Diego Sánchez Saravia (1744), deudora del modelo de Alonso Cano, que centra un altar «que adopta cierta forma de columna triunfal en su calle central». «Entra en competencia con ella la que Agustín Vera realiza para el Camarín, pruebas ambas de la repercusión de la Inmaculada de Alonso Cano a un siglo de distancia», comenta López-Guadapule.
Publicidad
Monasterio de San Jerónimo
Seguimos por la calle San Juan de Dios hacia abajo, donde está el monasterio de San Jerónimo, primer templo de Granada dedicado a la advocación de la Inmaculada Concepción (1513). Una imagen de la Inmaculada encabeza el retablo mayor, que data de 1576 aunque su cuerpo superior se amplió en 1603. «Los documentos aclaran que esta Inmaculada la realizó el valenciano Antonio de Sala en 1697, aunque quizá se refieran a otra pues ésta se asimila al estilo de Juan Bautista Vázquez 'el Mozo'». Le acompañan a sus pies los bustos de San Joaquín y Santa Ana, lo que alude a la genealogía de Cristo más que a la Inmaculada.
Por la calle San Jerónimo llegamos hasta la plaza de la Universidad, donde se encuentra la parroquia de los santos Justo y Pastor, antigua iglesia de San Pablo de los Jesuitas. «La compañía de Jesús –asegura López-Guadalupe– fue gran defensora de la creencia de la Inmaculada y vestigio de ello es la presencia de una hermosa talla de José de Mora». En la sacristía, el adorno de las yeserías representa también la Inmaculada. Justo al lado, la actual Facultad de Derecho fue el Colegio de San Pablo de la misma orden, razón por la cual en lo alto del arco de entrada hay una Inmaculada pétrea cuya autoría se atribuye a Vera Moreno según los cánones de Cano. En el paraninfo, antiguo teatro de los Jesuitas, la bóveda cuenta con un relieve en yeso de la Inmaculada rodeada de querubines. Un auténtico de deleite.
Publicidad
Finalmente, embocamos en la calle San Jerónimo para llegar hasta la Catedral. En la seo, en los siete lienzos monumentales de la Vida de la Virgen de Alonso Cano, aguarda una pequeña escultura de la Inmaculada en el interior de una hornacina acristalada que se convirtió en el prototipo de Inmaculada de Granada repetido y versionado hasta la actualidad. Fue ideada para el tabernáculo que remata el facistol y por su extraordinaria belleza fue colocada finalmente en un lugar más visible sobre las cajoneras de la sacristía. También merece la pena observar la Inmaculada pictórica que hay muy cerquita, en el oratorio de canónigos. Fin de nuestro 'paseo inmaculado'.
«Los libros plúmbeos impulsaron el fervor al dogma de la Inmaculada en Granada»
Juan Jesús lópez-guadalupe, profesor de historia del arte
Juan Jesús López-Guadalupe subraya que Alonso Cano (1601-1667) marcó un antes y un después en torno a las Inmaculadas, «que las presenta idealizadas, introspectivas y con un matiz casi abstracto». Los colores que emplea son el blanco en la túnica y el azul en el manto, una economía cromática que hace que las imágenes sean más concisas y que no distraigan la atención con el ornato. El modelado de los pliegues tampoco es estrictamente natural y la mirada baja, ensimismada, parece que quiere anunciar la profundidad del misterio teológico de la Inmaculada. «Son figuras siempre encerradas en un perfil orante que las envuelve en una atmósfera muy espiritual y con un expresión siempre contenida». Este matiz persiste ya hasta finales del siglo XVIII, «aunque con versiones en muchos casos ya muy adocenadas y con poca calidad que repetían lo estipulado por Cano».
Publicidad
Otro de los artistas de Granada imprescindible para entender todo el arte en torno a la Inmaculada es Alonso de Mena (1587-1646) que crea un modelo anterior a Cano que también tuvo bastante éxito. El mejor exponente de 'su' Inmaculada está en la parroquia de San Matías. ¿Cuáles son sus principales características? Básicamente cuatro: vestimenta cortesana de manga larga, pose hierática, posición orante y composiciones piramidales.
También hay que destacar a Pedro de Mena (1628-1688), hijo de Alonso, que sí recoge la influencia de Cano.Hay Inmaculadas suyas en múltiples lugares del mundo. Algunas en lugares tan cercanos y tan familiares como la parroquia de la Magdalena, en el cruce de Gracia con Puentezuelas. Y acabamos esta relación de artistas imprescindibles para entender la Inmaculada con José de Mora, que barroquiza un poco el modelo de Cano y que tiene Inmaculadas tan preciosas como las que hay en la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Granada y en la Catedral de Guadix.
Publicidad
En Granada el Monasterio de San Jerónimo, fundado en 1490 aunque no se comenzó a erigir hasta 1513, está dedicado a la Inmaculada. También los Reyes Católicos instituyeron una cofradía de la Inmaculada en Santa Fe. Las primeras representaciones típicamente inmaculistas de Granada datan de mediados del XVI como la de Pedro Ruiz en un libro coral de la Catedral (1564).
La influencia de los libros plúmbeos en la devoción en Granada
Si existiera una clasificación de ciudades que albergan una mayor concentración de representaciones artísticas de la Inmaculada, sin lugar a dudas Granada sería una de las campeonas. Hay un motivo: los libros plúmbeos del Sacromonte, que posteriormente se demostró su falsedad, ya defendían el dogma de la Inmaculada Concepción.
Hay otras dos razones generales que, lógicamente, también inciden en Granada.La primera es que la devoción se desarrolló por toda España, que fue uno de los grandes escenarios de las disputas teológicas sobre la Inmaculada. Pero también se convirtió en una causa de la monarquía española en todo el siglo XVII para frenar su decadencia 'luchando' por la definición dogmática ante la Santa Sede.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión