Álvaro Tarik: el amigo intermitente

Juan Jesús García

Domingo, 23 de febrero 2025, 13:32

El cordobés Álvaro Muñoz es 'Tarik' en homenaje a su abuelo, que firmaba así las críticas taurinas. Músico desde hace décadas y pintor más recientemente, ... es un caso absolutamente singular en la musica andaluza, puesto que ha tenido más pausas que prisa, pero quien se lo ha tropezado en alguno de sus meandros vitales ha quedado firmemente adherido a su talento, y eso que su intermitencia ha puesto difícil el seguimiento. Hasta se podría decir que es un 'músico para músicos', peligrosa denominación puesto que, como ya se sabe, los colegas son los que menos van a oírte tocar… ¡o no! Su concierto en el Lemon de este fin de semana, tras una ausencia de Granada de una docena de años estaba, sobre todo, lleno de compañeros de oficio; algunos, además se subieron a acompañarle para que no estuviera solo en el tablero.

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Álvaro recordó que hacía ya veinte años de su disco 'Sequentialee', y que por eso se había animado a tocar esta temporada. También hacía cuarenta desde que ganó el añorado Alcazaba de Jerez, concurso organizado por el agitador Pepe Contreras y del que salieron Danza Invisible y 091; allí ya, con una maqueta a nombre de La Fábrica de Colores, Tarik marcó las diferencias y obnubiló al jurado. Hablamos pues de un tipo de muy largo recorrido, tan disperso como de culto.

El tiempo ha convertido al cordobés en una suerte de crooner pop, cantautor de elegancia superlativa, y más solo en acústico, cuya templanza escénica deviene en magnetismo, imantando la atención. Mientras que su apostura nos recuerda las de Brian Ferry, su voz -impecable- sigue teniendo ese metal tan Bowie, con un gran gusto armonizando las canciones a lo Wilson Brothers. Es decir, pop de etiqueta y tiros largos.

No le faltó compañía en esta suerte de baño de amistad que se dio en el Lemon, así para interpretar 'Velvet Suicide' le apoyaron Alonso Díaz y Miguel Martín, como para 'Cinnamon Girl', su querida versión de Neil Young que lleva años en su repertorio, tomó la guitarra y las segundas voces Alejandro Méndez. Tocó casi entero el disco recordado, un registro pluscuamperfecto, como el anterior, el anglófilo 'On the radio', y visitó por momentos su alter ego actual Summer Spree; rescatando también del pasado más remoto la que fue su pieza más popular, ese 'Entonces por qué', al que estaba invitado Jota (Planetas) pero que prefirió degustarla como oyente.

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Como único punto negativo de este reencuentro fue la ausencia de silencio (por no decir respeto) en algunas partes del concierto, que por su presentación hubiera necesitado de mayor atención de la audiencia. La próxima vez (¿dentro de otros quince años?) a grupo completo para aplastar con decibelios las tertulias de bar. Un grande.

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