Toreo de altos vuelos para una tarde para el recuerdo
La dimensión. ·
Jorge Martínez cuaja dos buenas faenas, sobre todo a su segundo, con Ferrera exprimiendo su experiencia;a Sebastián Fernández le faltó aciertoLaujar de Andarax recordará la reinauguración de su plaza de toros por una tarde 'redonda' en la que hubo toreo de otra dimensión. sobre todo ... por lo que hicieron los tres actuantes, en los que destacó el compromiso y el triunfo en trofeos para los dos toreros a pie –Antonio Ferrera y Jorge Martínez–, mientras que a Sebastián Fernández le faltó acierto con el rejón, pero dejando la imagen de una poderosa liturgia a lomos de sus monturas.
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Ferrera mostró su saber estar en la cara de los dos toros, pese a que su segundo, sobre todo, exigía, pero supo sacarle jugo para cuajar buenas tandas a sus dos enemigos. También cuajó a sus dos enemigos Jorge Martínez, con la firmeza en el catálogo de sus dos actuaciones y dos revolcones sin consecuencias, al primero de su lote, pero el totanero hecho torero en Almería exhibió un toreo de altos vuelos que le permitió salir airoso en su última tarde en 2024.
La sabiduría
A 'Rescoldero', Ferrera le ejecutó un singular recibo, con toreo a la verónica y lucida media. Con oficio, el diestro logró sacar al animal al centro del ruedo para quitarle la querencia, obligado a torear a media altura, pero muy despacio por ambos pitones y sin obligar al cornúpeta por su falta de fuerzas. Lucido en los 'enlaces' con molinetes, no pudo hilvanar para evitar que el de Gázquez, noble en sus encuentros, se fuera al suelo. Llevó con cuidado, muy despacio y dando tiempo, al toro, con una exquisita tanda por el pitón derecho en las tandas finales, con tandas en redondo.
Ferrera salió a por todas, con largas cambiadas de recibo y buen gusto en los lances para lucirse luego con banderillas, con dos pares –los dos últimos– de gran exposición para dar paso a una faena de oficio porque el de Blázquez no permitía mucho, pero el diestro, a base de 'sabiduría', consiguió una comprometida faena con variedad en los lances y una estocada que le dio los máximos trofeos.
Notable propuesta
Buenas verónicas de recibo de Jorge Martínez a su primer enemigo, al que remató con una buena media y una serpentina ejecutada en el centro del ruedo. Sentado en el estribo, el totanero trató de comenzar la faena, pero la fijeza del animal, también para buscar las tablas, permitió el lucimiento de Jorge en el centro del ruedo, con inteligencia en la 'pelea', dándole tiempo y distancia para ejecutar una completa primera tanda por la derecha y otra notable y templada serie al natural, tras el que, por fijeza en su ejecución, fue revolcado, pero insistiendo con la 'siniestra'.
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Exponiendo y conquistando la embestida del animal con un toreo al ralentí, siempre entre los pitones, con muletazos invertido y jugándose la vida ante el de burel, al que se empeñó por compromiso para insistir en la cara del animal, que le había volteado una segunda vez.
A su segundo, que lidió seguido porque corrió turno por partirse el pitón el cuarto de la tarde, lo recibió sin poder fijarlo. Con mucha clase y gusto, Jorge Martínez lo condujo a 'su' terreno con tandas largas y templadas por el pitón derecho. Por el izquierdo, cuajó buen toreo al natural, en el que aguantó 'carros y carretas', aguantando y toreando con firmeza en las tandas. Su exigencia para con el burel le permitió sacar tandas, poniéndose en donde embisten los toros, para lograr la colaboración de un toro al que 'engañó' para sacarle cuajados muletazos por ambos pitones.
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Exhibió un final de faena cuajado, con muy buenos muletazos por bajo para cuadrarlo y meterle una estocada hasta la empuñadura.
Gran faena, mal epílogo
A lomos de Seda Gris, Sebastián Fernández se fue a portagayola para recibir al primer toro lidiado en Laujar, de nombre 'Cocinero' y de buen juego. Tiró de valentía para llevar al toro a la grupa, con la montura lusitana mostrando valentía, con el que clavó el primer rejón.
Con la segunda montura, 'California', el granadino templó muy bien, luciéndose en banderillas, llevándolo muy pegado. Con 'Judío', otro lusitano, cuajó tres piruetas, muy ajustadas, en la testuz del cornúpeta, encelando al toro y llevándolo pegado, luciéndose en una banderilla al violín para utilizar a 'Junco' en las banderillas cortas, con cuatro todas juntas sin salir de la suerte, con el que trató de darle muerte al toro, dejándose mucho porque el toro se quedó parado. Mató al cuarto intento y sólo se pudo llevar el gusto de lo expuesto, a pesar del desacierto con los rejones.
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