«La persona de derechas con cabeza rechaza el fascismo»

Tras avanzar a través de su trayectoria profesional, Concostrina prosiguió con la del ser humano, la historia, aquella de edad difusa, pues, «para los cristianos son 2.000 años, para los judíos 5.000 y para los que tenemos dedos de frente llevamos millones», arrancó con su clásico estilo entre retador y sarcástico.

Su interés por la historia surge, primero «porque me gusta, me la han contado en el colegio y en el instituto de pena y cuando te encuentras en Periodismo, un profesor de historia aburrido contándome la Revolución Francesa. Llevo dando historia desde los 10 años y no me la he aprendido. No hace falta aprenderse los reyes del tirón, si te diviertes, tu cabeza los va colocando poco a poco». Una herramienta fundamental, más aún en el campo periodístico. «No me cabe en la cabeza que un periodista no tenga unos fundamentos básicos de historia. En Israel y Gaza tienes que saber lo que ha pasado, esto no es una seta que se haya abierto ahora, llevan desde el siglo XIX y ya no hay quien lo pare», dijo. Un conflicto sobre el que opinó con no demasiado optimismo: «No sé dónde va a acabar, pero va a ir a peor. Va a tener repercusiones en todas partes. En el siglo XX nadie imaginaba la Primera Guerra Mundial. Es el problema de mirar a otro lado y pensar que no te afecta». 

También se recorrió 'Polvo Eres', su serie de libros y programas de radio en el que indaga en las muertes de los personajes más controvertidos de la historia. Tocó el tema de Evita Perón, que, según la periodista, «era una populista de mucho cuidado, tenía más rollo, se cambiaba de abrigo de visón tres veces al día». «Con la muerte no se deben hacer planes», referenció acerca de su proyecto de un gigantesco mausoleo. «Lo que ella iba a vender era un monumento al descamisado y dentro su cripta, un sarcófago», bromeó.

También pasó por Manuel de Falla, uno de aquellos intelectuales que, en época franquista, «era de derechas, pero no fascista. La persona de derechas con cabeza rechaza el fascismo, que es lo que destroza tu ideología, y Manuel de Falla se exilió, pese a todo lo que le ofreció franco, porque «era una figura internacional y de derechas, pero le habían matado a su amigo Federico García Lorca y se marchó». Pese a ello «cuando murió en Argentina, este se 'apropió' de su cadáver para enterrarlo en Cádiz y hacerlo símbolo de la dictadura», matizó. 

Tampoco se olvidó de Kurt Kobain y su mujer Courtney Love, que «eran tal para cual». Relató aquella anécdota de su entierro, cuando lo quisieron sepultar en el mismo cementerio que a Jimmy Hendrix. «Los responsables estaban fritos, el problema era los fans que llegaban a la tumba a tomarse una cerveza, un bourbon y fumarse un canuto y te ponían todo perdido».

Entre otras historias, «su mujer se empeñó en hacer con sus cenizas una estupa budista para que hicieran un ritual para aplacar el karma por haberse suicidado. Los monjes budistas acabaron de los nervios porque ella tenía que estar en la ceremonia presente, la viuda no se presentó, o se presentaba sin haber sido invitada, o llevaba las cenizas en la mochila, se le abría el tarro y se le caían por todos lados», narra Concostrina. 

Se tocó también la educación, de la mano de Giner de Los Ríos, «otro andaluz esclarecido y creador de la Institución Libre de Enseñanza. Este país ha ido muy por delante muchas veces en cultura, pero siempre había alguien que ponía el pie encima del cuello, porque eso es lo que necesitan, controlar la educación. Lo que ocurre aquí no ocurre en Italia, que aquí se esté pagando los colegios a la religión, porque es un negocio y es una forma de adoctrinar a la clientela», lamentó. 

Prosiguió con la Iglesia y «la epidemia de la pederastia en nuestro país, que realmente es desde finales del siglo XIX». A Concostrina no le cabe en la cabeza «que haya padres que pongan a sus hijos en manos de curas» y se refirió de forma expresa a los escándalos de pederastia conocidos «y por conocer». «Si ese dinero fuera a los colegios públicos, habría una educación en absoluta libertad», añadió. 

Siguió con Miguel de Unamuno, sobre el que «me han engañado como a todos sobre muchas cosas, y habrá asuntos que no hayamos descubierto». «Unamuno era uno de estos señores de derechas que era muy republicano, algo que hay que explicar, se puede ser de derechas y republicano, eso es una forma de Gobierno. Era muy de derechas, muy cristiano, no católico, y republicano hasta las trancas. A Alfonso XIII lo quería ahogar», desgranó. Pero Unamuno «fue asesinado, no murió el 31 de diciembre enfermo al lado de su chimenea tras una visita de un amigo, fue un falangista a partir de su enfrentamiento con Millán-Astray, cuando le dijo tras el golpe de estado 'venceréis, pero no convenceréis'».

Y es que, durante la ponencia, recibió hasta la cabra de La Legión, pero, sobre todo, Los Borbones.