La OCAL vuelve a casa por Navidad

Una cita en la que, siempre bajo la magistral dirección de Michael Thomas, la OCAL contó con la participación del Coro Vocla, dirigido por Ramón Barceló, del Coro de voces blancas de la OCAL, con la dirección de Elena Martínez, y con la participación de los solistas Coco Díaz (contratenor) y de Paula Ramírez (soprano) con un programa que estuvo dedicado a obras de referencia del periodo barroco y que culminó con una suite de villancicos populares que contó con la participación entusiasta del público asistente.

Comenzó la velada con la 'Obertura Orfeo' de Monteverdi. Compuesta alrededor del año 1607 por uno de los compositores más influyentes de la transición del Renacimiento al Barroco. Su obertura es una introducción magnífica y evocadora que establece el tono emocional y el ambiente de la ópera. Empezó con una fanfarria de trompetas y trombones, seguida de un pasaje enérgico y rítmico que introdujo los temas principales de la ópera. La partitura original se perdió durante muchos años y se descubrió en Baviera en 1880. Su estreno y su impacto fueron tan significativos que ayudó a establecer la ópera como una forma de arte importante en Europa.

Continuaría la OCAL con, de Corelli, el Concerto Grosso op. 6 n.8 'Fatto per la notte di Natale'. Compuesto en 1690 es uno de los más famosos de su género. Una pieza de la que supieron trasladar su evocación de escenas bíblicas relacionadas con la Navidad, como el Nacimiento de Cristo o la Adoración de los pastores, dividido en seis movimientos. Con Michael Thomas al violín, usando hábilmente la cuerda para crear texturas ricas que capturan la esencia de cada escena con ese estilo innovador y la habilidad para combinar elementos melódicos y contrapuntísticos que influyeron en numerosos compositores posteriores.

Otro momento álgido de la noche llegaría con el 'Gloria RV 589 en Re mayor' de Vivaldi. Compuesto en 1715, su Gloria es un ejemplo destacado de su maestría y habilidad para crear escenas vibrantes y emocionantes. La OCAL interpretó sus doce movimientos que resumen distintas emociones y estados de ánimo. Desde la exuberante alegría del coro inicial hasta los emotivos solos vocales y pasando por los arreglos corales majestuosos, la composición es un festín musical de la que la Orquesta Ciudad de Almería dio buena cuenta, sublimando la destreza de Vivaldi en la composición coral y su uso hábil del contraste melódico. Obra maestra del repertorio coral.

El programa incluyó para el final la 'Música para los Reales Fuegos de Artificio' de Haendel. Una obra compuesta en 1749 para celebrar la paz al fin alcanzada en Europa. Ejemplo magistral de la música ceremonial barroca, escrita para una orquesta gigantesca con trompetas y timbales, destacando en momentos puntuales para realzar la pompa y majestuosidad del evento en sus cinco movimientos.

Energía contagiosa y melodías triunfales que evocan el espíritu festivo de la ocasión y que en el concierto de anoche contó con 'los fuegos artificiales' en forma de papelillos dorados y brillantes…, mejor solución que la que hicieron en su estreno en el siglo XVIII en el que los fuegos artificiales generaron un pequeño incendio.

Para cerrar, la OCAL quiso hacer partícipe al público de la fiesta con una suite de villancicos populares donde no faltó algún que otro canto desde el patio de butacas y palmas al compás como en los conciertos de Año Nuevo. 'Adeste Fideles', 'Noche de paz', 'La Marimorena', 'Campanas de Belén', 'El Burrito Sabanero', 'Dulce Navidad' y 'Feliz Navidad, próspero año y felicidad' pusieron el broche de oro con la participación de todo el elenco, los dos coros, Paula Ramírez y Coco Díaz.